martes, 9 de febrero de 2010

Culminó taller de desarrollo endógeno para pueblos originarios de latinoamérica "En Rehueico, comuna de Panguipulli"

Panguipulli.- En un ambiente de gran camaradería y vivencias enriquecedoras se efectuó el Taller Latinoamericano Desarrollo Endógeno, Metodología y Sistematización, que congregó a representantes de pueblos originarios de Perú, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia y Chile (de Liquiñe y Lumaco).
Alrededor de 40 participantes de países latinoamericanos se reunieron durante la primera semana de febrero en Liquiñe, comuna de Panguipulli, Región de Los Ríos, para intercambiar sus experiencias y evaluar el trabajo que realizan en sus respectivos países, a través de la Red COMPAS. El evento fue organizado por la Mesa de Planificación Local de Liquiñe, el Centro Intercultural Küme Felen y la Red COMPAS.
El encuentro reunió a representantes de pueblos originarios de países que son socios de la Red COMPAS y aplican en su trabajo el enfoque del desarrollo endógeno. La idea de este enfoque es potenciar iniciativas y capacidades locales complementadas con elementos externos a estas sociedades, con el propósito de superar la pobreza y la marginalidad social y étnica. Asimismo se caracteriza por considerar las dimensiones material, social y espiritual, con énfasis en ciertos aspectos, de acuerdo a las realidades de las comunidades.
En ese contexto el taller apuntaba a intercambiar experiencias metodológicas entre los miembros de la citada Red. Colombia y Bolivia, por ejemplo, trabajan más en agro-ecología; Guatemala, en sitios sagrados y Chile en la revalorización del territorio. La actividad fue calificada como muy enriquecedora por sus participantes, quienes compartieron íntegramente durante una semana, comenzando cada día con un ritual, de alguno de los países presentes.
Yanet Sandoval Curiñanco, joven dirigenta de Liquiñe Alto, dijo sobre el taller “para mí ha sido fantástico, porque he aprendido nuevas herramientas para desarrollar proyectos. Es la primera vez que vienen a hacer un taller tan amplio y con tantas culturas, con pueblos originarios que tienen los mismos problemas que nosotros”.
Entre las iniciativas que son apoyadas por COMPAS figuran las escuelas campesinas de agro-ecología de Colombia. El colombiano Fernando Álvarez Ramírez, de la Corporación Surcos Comunitarios, comentó “son espacios donde hacemos la sociabilidad y la socialización del conocimiento, es decir, donde hacemos que el conocimiento de un campesino sea de todos y una instancia para transmitirlo de generación en generación”.
Carmen Ailla dirigenta de una agrupación de mujeres de la comunidad Francisco Caniupan, sector Membrillo de Lumaco, región de la Araucanía, ha trabajado con el Centro Intercultural Küme Felen en proyectos de desarrollo endógeno. Para ella lo más importante del proceso en el que han participado es el haber logrado unir a las comunidades. ”Trabajamos con comunidades que hacía siglos que no pasaba y logramos juntarlos; incluso hicimos un encuentro de seis comunidades”.
Marc Lammerink, miembro de COMPAS Internacional explicó que después de 10 años de trabajar con el enfoque del desarrollo endógeno, era el momento de pasar de la acción a la reflexión crítica para ver qué se ha hecho y cómo se ha hecho. En esta etapa cobra importancia la sistematización para que los socios sean capaces de traspasar sus conocimientos y aprendizajes a otros que estén trabajando la misma línea, y que muchas veces no tienen todos los elementos para saber cómo hacerlo.
Mientras que el Coordinador de COMPAS Chile, Jaime Soto, destacó el trabajo realizado por la Mesa de Planificación Local de Liquiñe. Al respecto informó que las 13 comunidades integrantes de la Mesa participan de un proceso de revalorización local, a través del rescate de la dimensión espiritual y cultural de las propuestas de desarrollo. En ese contexto la experiencia del taller fue muy enriquecedora, especialmente para los jóvenes de Liquiñe, quienes han manifestado su interés por participar en este proceso de revalorización, planteándose para ello un acercamiento a sus ancianos y lonkos.
En la jornada de cierre, alrededor de 100 personas, entre los participantes del taller y representantes de la comunidad Lorenzo Cariman, se reunieron en el sector de Rehueico, comuna de Panguipulli. Después de jugar palín y conocer las artesanías elaboradas por las mujeres de la comunidad, compartieron un gran asado. En torno a un mate o un muday, se generaron diversos espacios de conversación entre los lugareños y los representantes de pueblos indígenas de otros países. Lammerink valoró en forma especial la convivencia que se generó durante la semana, donde en un ambiente de gran compañerismo y de conocer en terreno la cultura mapuche, se desarrolló el trabajo del taller.

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