
Según trascendió, los conductores afirmaron que los violentistas portaban escopetas, por lo que de inmediato se temió un nuevo atentado incendiario contra los transportistas, activándose el operativo de Carabineros por la zona.
Incluso también se pensó en que la extraña presencia de los encapuchados pudiese ser una maniobra distractiva para desviar la atención policial y cometer algún atentado en otro punto de Malleco, por lo que se alertó a unidades y destacamentos aledaños ante cualquier anormalidad.
Hasta el cierre de esta nota no se habían reportado ataques a vehículos ni propiedades, pero se mantenía la vigilancia reforzada en la zona de conflicto indígena.
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