miércoles, 17 de junio de 2009

Familia australiana agradece la hospitalidad de Villarrica

Villarrica.- Ingrid Henríquez, su esposo Martín Claus y su hijo Ryan Claus de 15 años componen una hermosa familia residente en la ciudad de Gold Coast Australia, ubicada al norte Sydney, ellos estuvieron 6 meses de visita en nuestro país estableciéndose, por algún tiempo, en nuestra comuna.
Ingrid Henríquez es chilena pero toda su vida ha estado en Australia, por tal motivo ella junto a su marido tomaron la decisión de pasar algún tiempo en nuestro país con la finalidad de que su hijo Ryan conociera Chile y aprendiera a hablar español, ya que él al contrario de sus padres, nunca había pisado la tierra en donde nació su madre.
De esa forma estuvieron algún tiempo en Santiago y luego vinieron a Villarrica donde decidieron arrendar un departamento y quedarse. Matricularon a su hijo en el Colegio Humanidades donde fue muy bien recibido tanto por el director como toda la comunidad escolar y comenzaron a ambientarse y a disfrutar de la tranquilidad de Villarrica.
Esta familia abandona nuestro país, de regreso a Australia este domingo, pero antes de que emprendan el viaje conversamos con ellos y les preguntamos que es lo que más les gustó de nuestra ciudad.
Ingrid señaló que estos días han pasado mucho frío ya que en Australia tienen clima tropical pero que lo mejor de Villarrica es la gente, ya que son muy hospitalarios y siempre la ayudaron en lo que necesitaba, “cuando compraba las verduras, la señora que me atendía siempre me indicaba como tenía que preparar las comidas, ya que mi intención era aprender a cocinar cosas de Chile, en Australia se come diferente y lo que más nos gustó fueron los porotos granados. También solíamos almorzar en un lugar similar a una pensión y su propietaria me enseñó muchas recetas”
El cartero también fue una persona muy importante durante la estadía de la familia ya que, según Ingrid, él les indicaba donde estaban los lugares y a donde debía recurrir en caso de necesitar algo, la misma actitud tuvo el dueño de las cabañas donde llegaron en un principio.
El esposo de Ingrid, Martín Claus, quien admite que no aprendió mucho español señala que los villarricenses fueron muy acogedores y que al lugar donde iba lo hacían sentir bien e intentaban establecer algún diálogo con él “conversaba más con la gente cuando salía solo que cuando iba con Ingrid ya que como ella habla español, establecía todas las conversaciones”, señaló entre risas. Además agregó a modo de consejo para la gente, que no deben evitar la conversación con los extranjeros ya que todos se llevan, de la ciudad que visitan, una imagen de ésta y la difunden en sus lugares de origen.
Ambos señalaron que se llevan muy buenos recuerdos de Villarrica pero la mejor experiencia fue la que lograron para su hijo ya que él conoció una realidad que es muy distinta a la suya, le surgió el interés por aprender español, conoció una educación diferente e incluso tuvo que lavar platos, cosa que lo espantó porque él nunca lo había hecho pero que acá es habitual. Aquí conoció amigos distintos que lo llevaron desde fiestas hasta cazar conejos y caminaba libremente con ellos por las calles, independencia que en Australia no tiene porque viven en una ciudad grande, similar a Viña del Mar.
“Lo que nos faltó por hacer fue esquiar ya que no había nieve en el volcán, pero lo dejaremos para otra oportunidad” señaló Ingrid. Martín por su parte señaló que lo que más le gustó de Villarrica fue la tranquilidad, “acá el diario vivir es más relajado pero más difícil, en cambio en Australia todo es rápido pero más fácil, hay botones para todo”
Finalmente tanto Ingrid como Martín agradecen a todas aquellas personas que de una u otra forma los ayudaron y los acogieron. Ahora regresarán a Australia para que su hijo Ryan no pierda el año escolar ya que los estudios no son compatibles, pero señalaron que sin duda regresarán de vacaciones.

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