jueves, 15 de abril de 2010

Ministro de Salud solicitó la renuncia del director del Servicio de Salud Araucanía Norte

Araucania.- A partir de las 00.00 horas de este lunes, Nelson Gaete Quijón deja el cargo y asume en forma interina el asesor jurídico. De paso, adelantó que el hospital modular se ubicará en avenida O´Higgins, frente a la Copec.
* Profesional dice retirarse satisfecho de la labor realizada y aclara que su salida se debió exclusivamente a la incompatibilidad política con el nuevo gobierno y no a problemas de gestión.
Tranquilo dice encontrarse por estos días el director del Servicio de Salud Araucanía Norte, el ingeniero comercial Nelson Gaete Quijón.
Este profesional de 45 años de edad, casado y con dos hijos, estuvo durante 10 años desempeñándose en distintos puestos dentro del sistema de salud de la capital de Malleco, mismo tiempo que lleva residiendo en esta ciudad, considerándose un angolino por adopción… y subraya que no tiene la más mínima intención de irse.
Por una cuestión de afinidad política con la postura de la Concertación, estaba claro que debía dejar su cargo durante la segunda quincena de marzo último, en cuanto asumiera el Presidente Sebastián Piñera; pero como dice el sabio refrán “el hombre propone, pero Dios dispone”, y este fue el caso.
La madrugada del pasado 27 de febrero la tierra remeció a todo Angol con una violencia inusitada, solamente comparable a lo ocurrido en mayo de 1960.
El quinto terremoto más fuerte en la historia del planeta también dejó su huella devastadora en esta ciudad, no sólo causando gravísimos daños a más de 600 viviendas, sino también provocando la muerte a seis angolinos, cuatro de los cuales dejaron de existir cuando el cataclismo los sorprendió en distintos lugares de esta ciudad.
Esto motivó que todas las autoridades y jefes de servicio se mantuvieran en sus respectivos puestos y operando extraordinariamente para solucionar la emergencia, y Gaete no fue la excepción.
Facilitó el auditorium del dañado hospital angolino para las dos primeras reuniones de emergencia que se realizaron al día siguiente del cataclismo y luego, en vista de los graves problemas estructurales del recinto, participó en los encuentros sucesivos en el recién inaugurado Cesfam Piedra del Aguila.
Ayer se reunió con sus subalternos y les dio a conocer lo que ya todos intuían que tarde o temprano tendría que ocurrir: el nuevo ministro de Salud le solicitó la renuncia.
En su nueva oficina ubicada junto al recinto de lo que fuera Calán, detrás de las Aldeas SOS, hasta donde debieron trasladarse por este terremoto, Nelson Gaete confirmó que deja su cargo a las 00.00 horas de este lunes y en ese momento asumirá en forma interina el asesor jurídico del Servicio de Salud Araucanía Norte, hasta que se nombre a su sucesor por el sistema de Alta Dirección Pública, trámite por el que el saliente director ya había pasado.
Aparte de la constante modernización de infraestructura y equipamientos, varios de sus subordinados, especialmente quienes llevan más años al alero de este organismo público, le reconocen que su llegada significó que el cargo de director de servicio se tradujo en una línea de conducta de bajo perfil y acorde a la dignidad del cargo que ostenta, por lo que deja un organismo con una imagen reforzada de seriedad y profesionalismo, tanto dentro como fuera de las paredes del organismo.
- Tomando en cuenta que ya se formalizó la petición de renuncia, ¿con qué sabor deja el cargo?
-Estamos contentos con la gestión que hicimos a partir del nombramiento que hizo nuestra presidenta Michelle Bachelet. Trabajamos duramente durante los tres años y medio que me tocó dirigir este servicio y creo que avanzamos en la calidad de atención, en generar una cartera de inversiones poderosa, que significó el Hospital de Victoria y el Cesfam de Angol, el que significó que ahora nos sirviera prácticamente como nuevo Hospital de Angol.
Hubo mejoras sustantivas en reducir las listas de espera, en contratar más especialistas, en mejorar las atenciones dentales y traer especialistas en esas atenciones, mejorar la salud rural, la atención primaria, la cartera de inversiones para un nuevo consultorio de Renaico y otro para Ercilla y la compra de más de 40 ambulancias, son cosas que a uno lo dejan muy satisfecho y eso sin nombrar a la política de protección social de la presidenta, de la que destaco por ejemplo, Chile Crece Contigo, una tremenda política social y por eso estoy contento de haber podido aportar.
HOSPITAL MODULAR CON 186 CAMAS
-¿Estaba conciente de que con el cambio de gobierno, posiblemente tendría que irse?
-Por razones obvias. Mi definición era irme de este servicio aproximadamente el 15 de marzo, pero el terremoto lo obligaba a uno, como autoridad, a gestionar nuestra red en ese contexto. Logramos traer un hospital de campaña de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y próximamente, en mayo llegará otro hospital de campaña que permitirá a Angol soportar el invierno.
También y tras escuchar a todos los estamentos de Angol, gestionamos un hospital modular que comenzará a ser construido en mayo y estaría siendo terminado aproximadamente en octubre o noviembre con 186 camas, boxes de atención, urgencia y todas las necesidades, emulando en la medida de lo posible, lo que era el hospital que todos conocimos.
Además hemos instalado los estudios preinversionales para que el proyecto a que se comprometió el actual ministro de Salud y el Presidente Piñera, efectivamente se construya en Angol, definición que hizo la ex presidenta Bachelet. En fin, creo que nos vamos en el momento adecuado, las autoridades del gobierno de Sebastián Piñera serán las que deban asumir este rol y esperamos que lo hagan de la mejor forma, en el sentido de seguir fortaleciendo la salud pública y que efectivamente lleguen gerentes públicos, gente de excelencia como planteó el Presidente, por el bien de los ciudadanos de Angol y Malleco.
-Recapitulando un poco en su historia personal, ¿cuándo ingresa a este servicio?
-Llegué a Angol en el año 2000, como subdirector administrativo del servicio y ese cargo lo ejercí hasta agosto de 2006 cuando a través de un concurso público quedé en la terna que se le presentó a la presidenta, quien me nominó el 1 de septiembre como director de este servicio.
-Eso quiere decir que lleva mucho tiempo en contacto con la realidad de los angolinos, especialmente en materia de Salud.
-Tengo una carrera en salud pública desde 1993, cuando me desempeñé durante siete años como subdirector administrativo del Hospital de Valparaíso y en 2000 como subdirector administrativo aquí, por tanto adquirí la experiencia de conocer la realidad del servicio y luego, como director, adquirimos la experiencia de ver la realidad en una forma más macro y siempre tuvimos el apoyo de los directivos de la red de hospitales y la de atención primaria.
-¿Cómo ha sido la experiencia viviendo en la ciudad de Angol?
-Entiendo que asumir un rol directivo implica hacerlo en serio y con todo. Yo vivo acá, mis hijos llegaron pequeños a Angol y hoy están terminando su enseñanza media y he estado aquí 10 años de mi vida. Espero seguir aquí, porque Angol es una ciudad hermosa y que permite tener una vida en familia y genera espacios para el futuro.
-¿Se siente un angolino más?
-Indudablemente, al vivir acá uno le toma cariño a la gente.
-Mucha gente reconoce que con su llegada se reforzó la imagen de seriedad y conducta acorde al cargo de director de un servicio público, ¿considera eso una ganancia para su servicio?
-Considero que efectivamente logramos generar una estructura que tiene que ver con las reformas del Estado, a través de cubrir los cargos por concurso público y generar buenos profesionales que se hicieran cargo de los temas y que conocieran la realidad de Malleco, que nosotros no somos el patio trasero de Temuco, tenemos nuestro discurso propio y la capacidad de resolver nuestros propios problemas y eso lo visualicé a través del trabajo con alcaldes y con equipos locales, donde visualizamos que teníamos las capacidades para desarrollar una propuesta fuerte, pese a lo difícil de una zona que tiene condiciones de pobreza y a la falta de profesionales que vivan acá.
Más allá de los sueldos, se requiere el compromiso y la vocación pública para estar en estos cargos. Eso se vio con lo sucedido en el terremoto, donde muchos funcionarios salieron de sus casas y se fueron a sus lugares de trabajo a colaborar voluntariamente.
Eso tiene que ver con el compromiso de la gente de la Salud. Muchas veces se critica al hospital, se critica a su gente, pero en los momentos duros o difíciles, la comunidad reconoce la tremenda labor que realizan. Lo palpamos el año pasado con la muerte de los dos mártires del Samu, donde Angol se volcó a las calles para saludar a Juan Carlos y a Aníbal, por el compromiso que representan los funcionarios de Salud por su gente y eso se volvió a ver con el terremoto, donde a costa del riesgo de sus propias vidas decidieron quedarse y evacuar a los pacientes para que nadie estuviera con riesgo de morir.
Ese es el compromiso del funcionario de Salud, para el que no existen sábados ni domingos y a la hora que sea trabajan por la gente y eso está demostrado, por eso les hicimos un homenaje hace unos días.
6. -Durante estos últimos años se han inaugurado muchos adelantos en todo Malleco, pero ¿cuál es la gestión por la que se retira más orgulloso Nelson Gaete?
-Es difícil nombrar uno. Lo que hicimos desde el punto de vista de generar una cartera de inversiones es un tremendo logro, porque aquí no hablamos de una inversión, sino que hablamos de hospitales y dejamos muy avanzados los estudios preinversionales que esperemos continúen para lograr nuevos hospitales para Angol, Collipulli, Curacautín y Lonquimay.
Esperamos que continúen muchos más. El Cesfam es otro tremendo orgullo por lo que significó con el terremoto, lo construimos con mucho esfuerzo, lo visitó la presidenta y eso sirvió como un verdadero hospital para Angol, especialmente en las primeras horas de la debacle para la atención de la gente.
También me voy teniendo en la retina el cambio de estilo que logramos en las relaciones con la gente, el comenzar con el “hospital amigo”, las visitas diarias, las de seis horas, las de 24 horas; para los pacientes son cosas muy poderosas, no podría hablar de una en particular, pero lo reflejaría en el compromiso con la gente y los trabajadores.
Siento que todavía estamos en deuda, pues se puede hacer mucho en el mejoramiento en la atención de la gente, en la oportunidad de la atención y en mejorar los climas laborales de los funcionarios que tienen un tremendo sacrificio respecto a su vida diaria. Hay que seguir avanzando en los estilos participativos y lograr mayores estándares de satisfacción en nuestros pacientes y funcionarios.
HOSPITAL MODULAR MAS GRANDE DE CHILE
-Eso quiere decir que "va" el nuevo edificio del hospital…
-El hospital va, y con eso logramos un objetivo relevante.
Definimos cuatro objetivos tras esta crisis y uno de ellos era recuperar la cantidad de camas para Angol y con estos hospitales de campañas estamos logrando casi 100 camas para superar el invierno con la ayuda de toda nuestra red y con el modular mantendríamos prácticamente la misma capacidad que teníamos hasta antes del terremoto y eso significa mantener la capacidad de atender a nuestros pacientes en un solo lugar y mantener el espíritu de nuestros funcionarios, para que vuelvan a trabajar en un mismo espacio.
El haber conseguido el hospital modular más grande de Chile para Angol, me parece que será muy positivo para pacientes y funcionarios.
-¿Qué características tendrá este nuevo hospital modular?
-Aproximadamente ocho mil metros cuadrados. El proyecto partió con un hospital de 50 o 100 camas y se fue aumentando a 120. Luego de conversaciones con gremios y equipos médicos, escuchamos sus argumentos y logramos convencer a las autoridades que era necesario un hospital de ciertas características que replicara al hospital en la cantidad de camas que teníamos antes del terremoto y lo logramos.

- El sistema de salud se vio severamente afectado en su infraestructura por el terremoto, la misma Dirección del servicio ha debido trasladarse junto a lo que fuera la Calán. Vale decir que enfrentan un panorama extremadamente complicado...

De las cuatro dependencias que arrendábamos, tres resultaron con daños de consideración. Conseguimos los recursos necesarios y es posible que debamos efectuar algunas construcciones transitorias que nos acompañen por cuatro o cinco años para poder trabajar en este espacio, al igual que el hospital modular.
Quiero valorar a los funcionarios de la Dirección de Servicio y a la Ufro a través de su rector, Marcelo Carrere, que nos facilitó sus instalaciones. Pese a las dificultades de comunicación derivadas del terremoto, siempre seguimos funcionando
-¿Dónde se instalará el nuevo hospital modular?
-En avenida O´Higgins, frente a la Copec. Es un espacio de aproximadamente 13 mil metros cuadrados que deberán albergar la construcción de unos ocho mil metros cuadrados.
Creemos que es un buen lugar porque hay buena conectividad y sentimos que los valores fueron adecuados. De paso quiero agradecer a la persona que nos arrendó, porque siempre en estos dramas se produce mucha especulación en los precios de compra o arriendo de terrenos durante una emergencia, pero en este caso encontramos a una persona muy conciente de las necesidades que tenía Angol y la importancia de contar con hospital.
-¿Está definido el lugar donde se ubicará el hospital definitivo?
-Hay definiciones iniciales, pero como no son definitivas no las anuncio.
En su momento, las nuevas autoridades lo dirán, pero ya se están haciendo los estudios de suelo y todo aquello para evaluarlo. Lo que puedo decir es que será un hospital de alrededor de 30 mil metros cuadrados, que debería tener más de 200 camas con un nivel de complejidad mucho mayor, con seis camas UCI, 12 camas UTI, una infraestructura que se haga cargo de los desafíos de la nueva calidad atención, es decir, un hospital que cuente con salas de hospitalización de tres camas y con baños para visitas, en función de la nueva apertura que impulsó la presidenta Bachelet.
Hablamos de infraestructuras modernas y adecuadas a la realidad. El actual hospital nos sirvió mucho, pero ya tenía 40 años de uso y los estudios hablaban de su vulnerabilidad, nunca al punto de caerse ni mucho menos, pero como sucedió, donde una cosa es que el hospital no se caiga y otra es que sus reparaciones tengan un costo tan significativo que no lo hagan viable en relación costo- beneficio.
-¿Es decir que no hay posibilidades de repararlo como se ha sugerido en algunas instancias?
-La definición estratégica de este director –independiente de lo que digan las nuevas autoridades- es que tenemos que trabajar para un hospital modular y que el 2011 se empiece a construir el nuevo, que cuando el modular termine de funcionar, el nuevo ya esté terminado.
-¿Cuántos pisos tendría el hospital definitivo?
-No hay una definición específica, pero nuestra evaluación apunta a un edificio de altura, de unos cinco o seis pisos, por la eficiencia energética y de movilidad. No son convenientes los edificios muy extensos porque generan distancias demasiado largas y los verticales tienen ascensores para movilizar a la gente.
-¿Qué pasa con la recuperación del antiguo hospital que sería la nueva Dirección del servicio?
-Hay muchas opiniones, pero ese hospital no sufrió daños en su estructura, sino más bien de muros. Por lo tanto, es recuperable, pero este nuevo terremoto implicará indudablemente un aumento de los costos.
Pero ese hospital posee una línea de financiamiento propia, un convenio de recuperación patrimonial y esperamos que si los daños no son grandes, pueda ser recuperado como patrimonio de la salud pública y de Angol y que ha sido nominado como monumento nacional. Debemos tener la cultura de los países antiguos y no mirarlo como una estructura que no vale nada, ya que representa parte de la historia de Angol y de la salud pública de Chile.
REGRESO A LADMINISTRACION PUBLICA
-Finalmente ¿Qué pasa con Nelson Gaete en su futuro personal?
-Después de tantos años en la salud pública, con todo lo que me satisface, cansa a veces la mezquindad y el afán de muchos de criticar y no aportar.
Hay que descansar un poco y después veremos pero pienso seguir viviendo en Angol, quiero evaluar con tranquilidad, quizás ingresar al mundo académico y hay algunas opciones en el ámbito de la consultoría, pero lo veremos con calma, porque lo principal es haber dejado los lineamientos de este servicio relativamente claros y les agradezco a todos los funcionarios que me acompañaron y a mi familia que me comprendió en este rol de gerente público que significa estar sometido a la constante evaluación del público, de los medios de comunicación, de los políticos. Siento que salimos airosos, porque lo primordial fueron nuestros pacientes y nuestros trabajadores.
Nos podemos haber equivocado algunas veces, pero siempre actuamos de buena fe, con sentido de probidad y compromiso público.
-Si vuelve a cambiar el gobierno ¿descarta volver a postularse como director del servicio?
-Hay mucho que pensar al respecto. Son cargos que cansan y agotan pero a los que somos "enamorados" de la salud pública, no es algo que descarte a priori, porque es una hermosa vocación, que más allá de los problemas, es satisfactorio ver a una persona que pudo sanarse, que escuchen una palabra de consuelo, que su posta se transformó en consultorio o en centro comunitario, que los funcionarios recibieron sus beneficios como corresponde; todo eso alegra y hace sentir que es importante que exista gente que tiene compromiso por el resto y por eso uno no descarta volver en algún momento, no necesariamente como director de servicio, pero sí en el servicio público.

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