miércoles, 28 de abril de 2010

Superlativos "Rincón de la Academia Chilena de la Lengua"

Victoeia.- (Carlos René lbacache) La película -me cuenta un lolo- es requete recontra buena..." Me quedo pensando en la curiosa estructura superlativa de este juvenil hablante de nuestro idioma, estructura que, por lo demás, no es tan nueva.
Algunos de sus congéneres actuales han creado otras formas, que tienen el prestigio de ser más nuevas. Por ejemplo "ese profe es súper buena onda..." o simplemente es súper bueno."
No son casi nunca, salvo las excepciones de siempre, óptimo, máximo y supremo o sus antónimos, pésimo, mínimo o ínfimo. La verdad es, que en cuanto a superlativos, tenemos para todos los gustos.
La expresividad de nuestra lengua tiene infinitos recursos para manifestar cualquier significado por exigente que éste sea.
De ese modo decimos Pedro vive una situación paupérrima" o "Es paupérrimo el estado de la vivienda de".
Sobre la base de estos ejemplos, podemos pensar que de partida, el superlativo cuenta con dos claras terminaciones: "érrimo" (a) de procedencia latina o "ísimo", derivación comprobadamente superlativa y aplicable a una gran cantidad de adjetivos en su grado positivo. Veamos algunos casos: "Pulpérrimo" (pulcrísimo); "celebrísimo" (celebrísimo); uibérrimo" (librísimo); ubérrimo (fertilisimo o abundantísimo); "integérrimo" (integrísimo); "acérrimo" (vigorosísimo, fortísimo), etc.
Por si todo esto fuera poco, podemos formar un superlativo, anteponiéndole al positivo el adverbio muy (apócope de mucho), muy bonito, muy grande, etc.
Todavía nos quedan posibilidades. Si nos olvidamos de los superlativos absolutos, como los terminados en "ísimo", nos quedan los llamados relativos, aquellos que recalcan la cualidad en relación con la de otro. Por ejemplo, "este es el más aplicado entre los alumnos de su curso". 0 anteponiéndole al positivo, las expresiones grandemente, inmensamente, en extremo, etc.
Por ejemplo, "este niño es, en extremo, estudioso" o "Juan es sumamente aplicado". Volveremos sobre el tema, en otra ocasión, pues, todavía queda mucho material.

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