
Gran parte de los afectados, habitan laderas de cerros, donde el terremoto logró deasplazar las casas hacia los precipicios y las cuales podrían caer al vacío tras una nueva réplica.
El peligro radica en la imposibilidad de abandonar sus casas, pues en sus terrenos no hay espacio para instalar viviendas de emergencia. En este marco el gobernador de cautín junto al municipio de Carahue, estudian la posibilidad de emplazar las viviendas en un campamento, el que albergaría en primera instancia a 50 familias.
Otro de los edificios seriamente afectados, es la escuela Dario Salas, que se preparaba para recibir a más de 800 alumnos este año. Aquí solo quedaron escombros, libros abandonados y algo de mobiliario. El terremoto dejó serios daños estructurales irrecuperables.Por ahora los alumnos fueron reubicados, sin embargo la comunidad espera reconstruirla, lo que podría concretarse en 2 años.
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