jueves, 22 de abril de 2010

Suboficiales quedaron sin sede social

Traiguén.- (Gabriel Díaz Morales) Un lapidario informe entregó a sus socios en la mañana de ayer miercoles 21, el presidente del Centro de Suboficiales en retiro de las FF.AA. “Sargento 1º Julio Parra Riquelme” de la comuna de Traiguén, Cildor Henríquez Maldonado, quien citó a una reunión extraordinaria con el propósito de informar a sus asociados el deplorable estado en que quedó su sede social, situada en calle Basilio Urrutia Nº 775, de esta comuna, luego del sismo ocurrido el pasado 27 de febrero, e igualmente dio a conocer las medidas que en lo inmediato se debían adoptar.Los antecedentes de base expuestos hacían referencia a que el edificio seriamente dañado debía ser demolido en su totalidad, teniendo su reconstrucción un elevado costo, suma que por ahora la actual administración no posee. Reunión con Agente Zonal
En la ocasión igualmente intervino el Agente Zonal de Capredena Mauricio Rodríguez Rojas, quien se refirió a las graves consecuencias originadas por el terremoto, y dio algunas directrices a seguir. Agregó también que su visita obedecía al hecho puntual de brindar en terreno el apoyo necesario. Junto con referirse a las condiciones en que quedó esta sede social, ofreció todo el apoyo a su alcance, señalando además que esta vez lo acompañaban un equipo de profesionales para acoger todas las peticiones previsionales y sociales de sus socios.
Daños cuantiosos
Los cuantiosos daños ocasionados en la infraestructura, dan cuenta que para lograr levantar este antiguo caserón, adquirido el año 1967 para ser utilizado como sede social, es necesario una elevada suma, y a este respecto la posición concordante de muchos socios, fue de que Capredena los apoyara con un préstamo, y luego continuar levantando esta necesaria sede social, con apoyo de terceros, entre ellos autoridades nacionales, regionales, provinciales y comunales, acción a la que perfectamente se puede sumar alguna empresa, con este loable propósito.
Acuerdos tomados
Sus socios no trepidaron en acordar que estaban dispuestos a trabajar unidos, y por ahora se comprometieron en que se gestionará un préstamo de doce millones de pesos a Capredena pagadero en cinco años, se aumentara mensualmente a $ 5.000 el valor de la cuota social, y se conservara la ayuda social de “cuota mortuoria”.
En otro orden fue bien recibida por la asamblea, la propuesta de un socio que propuso que un equipo de trabajo, liderado por Luis Jacque Acuña, participara activamente en la demolición del edificio dañado, con la finalidad de bajar los costos de esta obra. No se definió en que lugar continuará esta directiva atendiendo su labor social, y a este respecto el directorio que preside Henríquez gestionará lo pertinente.

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