lunes, 5 de abril de 2010

Impresionantes imágenes de la destrucción dejada por el terremoto en el Teatro Municipal

Angol.- Providencialmente, gracias al horario del cataclismo no había personas en su interior, pues grandes trozos del cielo se desprendieron y destrozaron varias butacas como si fueran de papel.
Daños han estremecido a quienes ingresan a este antiguo recinto ubicado junto al municipio de Angol, el que paradójicamente, se aprestaba a ser remodelado.
“Imagínese si esto ocurre a las 8 de la noche, cuando normalmente en cualquier evento esto está lleno de gente, seguro habríamos tenido varios muertos… por eso Dios sabe cuándo hace las cosas”. Con estas palabras, un trabajador municipal nos graficó perfectamente lo que pudo haber acontecido al interior del Teatro Municipal de Angol, si el gran terremoto del pasado 27 de febrero hubiese sido cuando había público,
Con mucho dolor, a medida que transcurren las semanas, los angolinos descubren día a día la magnitud de este cataclismo que no en vano ha sido llamado un “terremoto mentiroso”, pues durante las primeras semanas se vieron fachadas casi intactas en centenares de viviendas y edificios, pero sólo cuando por estos días comenzaron las demoliciones, la terrible visión de lo acontecido comienza a tomar forma en toda su magnitud en la retina de los habitantes de esta golpeada zona.
Y una muestra de esto es el Teatro Municipal, ubicado junto al municipio, edificio en el que por fuera se aprecian apenas unas grietas y uno que otro ventanal roto, pero que al recorrerlo en su interior causa por decir lo menos, un estremecimiento a quienes lo conocieron en todo su esplendor.
Quizás no es tanta la magnitud de los daños estructurales, ya que según las primeras apreciaciones de los expertos, no sería necesario demolerlo por completo, pero sí estremece el ver cómo pesados trozos de cemento cayeron pesadamente sobre las butacas de fierro, destrozándolas como si fueran de papel, y hasta algunos atravesaron las gruesas y robustas vigas del piso, dando cuenta que si este terremoto hubiese sorprendido el recinto en medio de un evento, lo más probable es que Angol reportaría una suma de fallecidos aún más alta de la que hoy ostenta y que por cierto, acongoja a numerosas familias locales.
EMERGENCIA
Tal como lo afirmaran las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Enrique Neira, hoy por hoy los esfuerzos están centrados en entregar viviendas y alimentos a quienes lo perdieron todo, además de procurar que los organismos más indispensables normalicen su atención del público tras haber sido afectados por este cataclismo.
Sólo una vez que la primera fase de la emergencia sea superada, habrá tiempo para analizar en detalle los efectos del terremoto en lugares como el teatro, el que por razones obvias de seguridad, por el momento permanece clausurado y donde paradójicamente, meses antes de la tragedia se habían aprobado fondos para su remodelación.
Sin embargo, las imágenes hablan por sí solas de la magnitud del terremoto que sacudió aquella fatídica madrugada del 27 de febrero, a todos los angolinos, cataclismo que ya se ganó un triste lugar en la historia de la capital de Malleco.

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