
El cuadro de la última cena. Así como mesas de centro talladas y muebles como comedores y cómodas, según los pedidos que le hagan llegar” acotó Luis Muñoz, quien agradeció la disposición y ayuda prestada por Gendarmería de Chile. “Mi hijo estaba estudiando pedagogía en castellano.
Ya cursaba el tercer año de la carrera y se vio envuelto en una pelea, sacando la peor parte ya que fue condenado. Hoy le agradezco a Gendarmería la posibilidad que le dan a mi hijo de poder usar los talleres y hacer sus trabajos” manifestó Muñoz, quien señaló que su retoño está postulando a un proyecto para un curso de computación a favor de los internos del penal de Curacautín y de paso poder alfabetizar a los mismos, a partir de sus conocimientos universitarios.
Por último Luis Muñoz indicó que si alguien se muestra interesado en hacerse de una de las creaciones de su recluido hijo, no duden en llamar al fono 235421. “En veinte días mi hijo puede confeccionar un exclusivo comedor, una hermosa cómoda o una cama tallada a mano, según el pedido” acotó.
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