martes, 7 de julio de 2009

El histórico servicio de Correos en Traiguén "Un repaso a una abnegada labor"

Traiguén.- (Gabriel Díaz Morales) Muchos son los cuentos, poemas y leyendas que nos hablan del sacrificado oficio del cartero, ese hombre o mujer en algunos casos, que pone en su tarea los más dignos y profundos valores humanos, con el objetivo de hacer llegar a su destinatario ese mensaje que alguien, en alguna parte del mundo aún hace uso de este servicio.
Cabe recordar a quienes han cumplido con el paso del tiempo, esta no fácil tarea de “cartero” en Traiguén, cuyos nombres el tiempo se encarga de dejarlos en el pasado. En esta especial ocasión traemos a su memoria a los recordados Milciades Cerna Espinoza, Víctor Clavelle Leiva, Edmundo Pantoja Castillo, Bernardo Toledo Rojas, Oscar Maureira Dávila, Eugenio Morales Aguilera, Plácido Toledo Rojas, Víctor Fuentes Cortes, Luis Bunster, Carlos Santibáñez Acuña, Gustavo San Martín Arriagada, “Chinchulín” Rolando Gutiérrez, Arturo de la Fuente Pineda, Raúl Rodríguez, Rubén Inostroza y los de hoy, Rafael Rosales Ortega (Operador), y cumpliendo la función de carteros Julio Sepúlveda Garcés, y Juan C. Valdebenito González, al que se suma eventualmente el auxiliar Pedro Palacios Pérez.
El Correo, el servicio responsable de efectuar este proceso, acompaña al ser humano desde su existencia sobre la tierra, sin embargo cuando recibimos una carta a menudo nos olvidamos de todo el movimiento de recursos, tanto humanos como de los más diversos tipos que ha sido necesario realizar para que la comunicación postal se haga efectiva.
Historia
Por nuestros días con la llegada de la tecnología computacional, su importancia tiende a quedar en el pasado, pero sus servicios para aquellos con fobia a los últimos avances de la ciencia, seguirán prestando sus útiles servicios. Al igual que en el resto del mundo, en Chile el Correo nació con su gente. Antes de la llegada del conquistador, los pueblos aborígenes tenían sistemas de comunicaciones a distancia, tanto o más efectivos que aquellos del viejo mundo. Paso a paso por los complicados vericuetos de la historia, el Correo acompañó cada una de las etapas del crecimiento del país, aportando su importante grano de arena a la cultura y a su desarrollo nacional. Con más de 250 años de existencia entre las reparticiones públicas, el servicio de Correos, es sin duda alguna una de las principales instituciones estatales, por la necesidad que representa para las comunicaciones personales, materializadas por la expedición sencilla y rápida que su organización ha sabido mantener a través de los años. Desde la instalación de estos servicios en Traiguén, tanto Correos como Telégrafos, mantenían oficinas separadas, así por ejemplo el Telégrafo Americano funcionó desde sus inicios -noviembre de 1907- en calle Errázuriz Nº 477 y en agosto de este mismo año se trasladó a Santa Cruz esquina Aníbal Pinto. Años mas tarde ambos servicios se fusionaron con fecha 30 de Noviembre de 1921, manteniendo como oficinas centrales el signado con el Nº 867 de calle Lagos, denominándose a partir de esta fecha “Correos y Telégrafos del Estado”; ambos servicios por ser de utilidad pública y por cumplir a diario los importantes servicios que se le confiaban, no consideraba descansos durante los 365 días del año. Ello permitía que miles y miles de cartas, certificados, reembolsos, telegramas, giros, etc., llegaran y salieran desde y hacia todas las ciudades del país y a diversos puntos del mundo. El año 1982, al ser dispuesto por Ley, Correos y Telégrafos se separó, siendo este último vendido a particulares recibiendo la denominación de Telex-Chile. En la actualidad Correos, por tratarse de una empresa autónoma del Estado, continúa entregando sus servicios, en oficinas cada vez más pequeñas, al menos así ello ocurre en Traiguén, manteniendo una cantidad muy reducida de funcionarios, los que se esmeran por entregar un buen servicio de acuerdo a sus capacidades y limitaciones.

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