El folclórico oficio que se niega a desaparecer de las calles de Chile Leche de burra al pie del amo. Una “delicatessen” en estos tiempos

Traiguén.- (Gabriel Díaz Morales) La última vez que los habitantes de ésta comuna vieron a un burrero ofreciendo el producto de sus dos cuadrúpedos que lo acompañan, fue a mediados del año 2008. Hoy de nuevo llegó hasta las céntricas calles de Traiguén a Manuel -de 52 años de edad- se atrevió a visitar la feria chacarera de esta ciudad acompañado de su burra “Matilde” y la hija de esta quien lleva por nombre “Gabriela”. Al consultarle a Manuel si es la misma pareja de asnos que trajo la vez anterior, se adelantó en señalar que esas se quedaron en casa descansando.
Propiedades
Al ser abordado -este atípico trabajador quien forma parte del folclor de Chile- fue abierto en contarnos su experiencia y particular modo de vida. Sin tapujos informó a Las Noticias que le había ido bastante bien en la venta de la leche de burra y por ello había tomado la decisión de quedarse un poco tiempo más en Traiguén, para continuar la venta de este preciado elixir alimenticio. Líquido ambulante que garantiza -según el dueño de estos animales- la eterna juventud, pues no hay virus, microbio, hongo ni cáncer que se le resista. El propietario de estos portentos en ningún momento bajó la guardia a pesar del intenso frío reinante, permaneciendo atento y presto en recomendar el tibio producto a los transeúntes, así como las bondades de su botica con “cuatro patas”. Según sus dichos, el multivitamínico líquido ofrecido en la vía pública -con potentes rebuznos- está al alcance de todos los bolsillos, sosteniendo que la leche de burra posee poderosas propiedades medicinales, incluyendo en su amena propaganda oral “no a la influenza porcina” y dado este anuncio, en poco rato muchos se acercaron para adquirir y beber este poco común brebaje. Finalmente Manuel le manifestó a este corresponsal, que este trabajo nómada le ha permitido conocer gran parte de Chile, incluso llegar hasta la televisión con acuerdos económicos -concertados previamente- lo cual le ha permitido sustentar -con su particular forma de vida- a toda su familia ya que provienen de una generación que ha dedicado toda su existencia a vender este producto, empleando para el traslado de sus animales una camioneta, vivir en carpa con todo lo que ello significa, y a pesar de todos los sacrificios que ello les demanda, siguen encariñados con este noble y tradicional oficio.