VALPARAÍSO.- Ante la medida del gobierno, de enviar un proyecto de ley al Parlamento con la finalidad de crear un subsidio de 1.000 millones de dólares para el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEP), el diputado por la Araucanía Enrique Estay manifestó su descontento y preocupación, ya que a su juicio esta medida es sólo un parche.
Estay señaló que el FEP hace bastante tiempo dejó de comportarse como un instrumento de estabilización de precios, ya que fue creado ante la eventualidad de que los precios de los combustibles suban y bajen, en cambio ante la nueva situación de constante alza del petróleo este mecanismo es totalmente ineficiente, razón por la cual el parlamento debe estar permanentemente aprobando leyes que aumenten recursos al FEP.
«El Gobierno ha solicitado la inyección de 1.000 millones al FEP, a cualquiera le podría parecer mucho dinero, pero no es así, ya que el estado recauda al año sólo por concepto de impuesto específico a los combustibles más de 1.800 millones de dólares al año, de tal manera que la inyección de 1.000 millones es tan sólo la mitad de lo que el gobierno recauda en impuesto específico en un año», expresó el diputado Estay.
El parlamentario por la Araucanía explicó que la medida más conveniente para apaliar las alzas del petróleo es la eliminación del Impuesto Específico (IE) que afecta a los combustibles, «Si a alguien le pareció razonable cobrar el impuesto específico cuando el barril de petróleo costaba 30 o 40 dólares, ahora es un tremendo despropósito, pues, tenemos precios de 120 y 130 dólares el barril».
El diputado Enrique Estay además, señaló que hay muchos argumentos a favor de mantener el impuesto específico, pero son muy inconsistentes como aquellos que hablan que el uso del automóvil tiene externalidades como esmog y congestión, y por lo tanto esta razón justifica mantener el impuesto específico, pero estas externalidades son problemas exclusivos de las grandes ciudades como Santiago.
Finalmente Estay hizo un llamado a la Concertación a mirar la realizad y reconocer que la mayoría de los chilenos viven de los combustibles, y que es sumamente injusto encarecerles artificialmente este producto, que no tiene sustitutos, con un impuesto tan alto como el que se ve afectado hoy. Es tiempo de darle un salvavidas a las Pymes y a la Clase Media, que son los más afectados con estas desmedidas alzas.
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