Alfiler dentro del zapato del Gobierno

Las protestas estudiantiles, «revoluciones pingüinas» de hace ya dos años, han vuelto a recrudecer con mayor fuerza a raíz que la nueva Ley General de Educación propuesta por el Ejecutivo al Congreso, en reemplazo de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza promulgada en tiempos del gobierno militar no ha satisfecho sus principales demandas; que en lo sustancial y sobre lo que no se negocia es que la Educación debe volver a ser PÚBLICA; esto es que debe ponerse fin a la educación municipalizada y que el Ministerio de Educación, en representación del Estado, como es su deber se haga cargo de su responsabilidad, de asumir que «la educación debe ser atención preferente del Estado», con el Ministerio de Educación usando la plena responsabilidad de sus deberes, de sus obligaciones institucionales. Ello en la parte primordial. Y en esto, razón demás tienen los estudiantes porque la Educación Municipal instituida a comienzos de la primera década de 1980, tuvo como finalidad reorganizar la Educación otorgándole mayores poderes a los alcaldes, que así podían disponer de mayores elementos para el control político de las provincias y comunas, acorde ello también con la regionalización del país. Las buenas mentes autores de estas ideas pensaron que así se estudiaría en escuelas y liceos con un currículum educacional globalizado en lo local, para que así el joven estudiante tuviera una visión real, formal y profunda de su sita, con su historia, cultura, geografía, ciencias naturales, estadísticas, etc.
El Ministerio de Educación ya con la nueva reforma del '80 jamás ideó siquiera un programa de proyecto de la realidad local, o si lo hizo en los escritorios jamás estos estudios fueron ponderados y entregados a los profesores para una revisión. Todo quedó en nada. Así siguió el Ministerio de Educación preparando los currículum en las diversas áreas, sin que estos contenidos guarden un asomo de confluencia con la realidad de cada sita; llámese comuna, provincia, región. En los actuales programas de Ciencias Sociales -sorprende- entre otros para la Educación Media, la temática «La Operación Colombo», y así otros tantos temas que poco o nada tienen que ver con el origen de la ciudad, con su patrimonio, su sociología, etc.
La municipalización de la educación ha dado como frutos un pobrísimo resultado, todo ello demostrado en las pruebas SIMCE y la PSU; amén que sí ha politizado al magisterio, dividiéndolo y apartándolo de su verdadera misión. Como el sistema es permisivo se desligitima la disciplina escolar, «la escuela es el fin del enclave autoritario» dicen algunos; el profesor es agredido y así sin disciplina es imposible educar. La huelga de «los pingüinos», es un alfiler dentro del zapato del Gobierno.
Por lo demás la educación municipal tampoco se financia. Útil también es recordar el escándalo de las subvenciones a las escuelas cuando una Ministra de Educación, acusada por la Contraloría fue destituida por el Congreso Nacional.