Más de 500 personas se disputaron remate de equipaje perdido en el aeropuerto

Santiago.- (Francisco Águila V.) "Es la primera vez que vengo a este tipo de remates. Vine solo por curiosidad y la mayoría de las cosas que encuentre las voy a regalar", confesó esta mañana Carlos Santibáñez, quien ha sido la persona que ha gastado más dinero en el remate de objetos perdidos en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez.
Este jubilado pagará un millón 300 mil pesos por tres lotes de cinco maletas cada uno, los que recibierón a partir de las 14.00 horas cuando finalice la subasta organizada por la Municipalidad de Pudahuel.
Santibáñez es uno de los más de 500 asistentes a la actividad dirigida por el martillero Eduardo Taivo, quien en medio de bromas ha llevado adelante el remate de 161 lotes que contienen diversos equipajes extraviados en el terminal aéreo.
Sergio Amigo, jefe de Gestión Administrativa de la Municipalidad de Pudahuel, dijo que hoy esperan recaudar al menos 15 millones de pesos, que se dividirán entre el municipio y la empresa LAN, línea aérea que acopió estos objetos extraviados entre febrero de 2010 e igual mes de 2011.
Hasta las 11.00 horas se habían rematado 43 lotes de maletas, por lo que los organizadores ya obtuvieron más de diez millones de pesos.
Entre los lotes rematados se encontraba uno con 48 coches para bebé, que fue adquirido por Marcelo Cornejo, quien desembolsó sólo 260 mil pesos. "Todo esto es para la venta. Es primera vez que vengo a este remate y sólo me interesaba este lote", aseguró Cornejo, quien fue víctima de bromas de los presentes que desconocían su labor de comerciante.
Quienes presenciaron previamente las muestras de los objetos aseguraron que una de las maletas está repleta de películas pornográficas, mientras que otros grupos a rematar contienen 80 sacos de dormir, atriles para cámaras fotográficas, bicicletas, sillas para bebés, teléfonos móviles, peluches, cascos de la construcción y hasta una camilla eléctrica para hacer masajes.
Esta es la cuarta vez que se realiza la subasta, a la que han acudido personas de distintos puntos del país que con café en mano han soportado las bajas temperaturas de esta jornada, con el fin de llevarse uno de los equipajes extraviados.