Victoria.- Digno de “Ripley”. En un país llamado Chile ubicado al fin del mundo, en una ciudad conocida como Victoria y ya entrado el siglo XXI. Aún se dan -y seguro se seguirán dando- insólitos casos como el que le ocurrió y vive el ciudadano Moisés Bravo Leiva, (en la foto) a quien la empresa de telefonía Movistar -ex Telefónica Chile CTC- se le ocurrió hacerle llegar y cobrarle la tarifa mensual por el uso de telefonía y servicio de Internet, pero sin antes haberlo provisto del servicio propiamente tal, así como de la propia línea y equipamientos. “Por exigencias de mi trabajo tuve que venirme a vivir desde Angol hasta Victoria, de eso hace tres meses a la fecha, por lo que antes de arrendar una casa acá llamé a la empresa Movistar para ver si ese inmueble tenía la factibilidad de poder trasladar mi línea telefónica, además con todos los productos que esta tenía asociados, llámese planes de llamadas y lo más importante para mí, conexión a la Internet.Por lo anterior se me contestó que sí, por eso arrendé el nuevo inmueble y me vine a vivir a Victoria, puesto que además de ser profesor soy el asesor del proyecto “Enlaces” y por ello asesoro a todos los colegios de la comuna” comenzó diciendo el afectado docente, quien continuó sus dichos replicando que “El 25 de febrero llegué a mi nuevo domicilio, ubicado en pasaje Dumo N º 1595 Villa Santa María, y Movistar me dio un plazo de 15 días para proveerme del servicio por el cual ya estaba ingresado como cliente en Angol. Instalación que hasta la fecha nunca se ha realizado. Por ello he tenido que ir en reiteradas ocasiones hasta la oficina de la empresa en esta ciudad, ubicadas en calle Lagos. Allí me dicen que hay que seguir generando reclamos y más reclamos que generan un número, pero nadie me da una respuesta satisfactoria. Me han pedido teléfonos para contactarme, pero no solo se han comprometido a llamarme sino que eso nunca ha ocurrido a la fecha” explicó Moisés Bravo, quien evidenció una sentida desazón y molestia por su suerte y cometido.
Motivos
“Cada vez que vuelvo -en estos tres meses- siempre cambian el motivo para disculparse por su falta. Primero, que no han hecho la factibilidad técnica, cosa que me aseguraron antes de venirme para acá, después, que el terremoto tuvo la culpa. Entre todo eso venció una boleta que yo tuve que pagar sin siquiera tener servicio. Incluso me dieron la opción de tramitar una nueva línea y no insistir en el traslado de línea, a lo cual accedí, pero tampoco en tres semanas he visto resultado alguno, ya que quedaron de ir el viernes pasado a instalar la línea a mi casa. Me quedaron de llamar y sigo esperando. He tomado todas las soluciones que ellos me han provisto, pero hasta la fecha no consigo mi línea y lo peor de todo es que lo primero que sí me llegó fue la primera cuenta con la dirección de mi nuevo domicilio y con el número que yo registraba en Angol, la cual asciende a los casi 30 mil pesos, por el tramo que va desde el día 13 de marzo hasta el 13 de abril y lo curioso es que -como le dije- yo llegué a vivir a Victoria un 25 de febrero, por lo tanto es absolutamente imposible que me cobren por un servicio que aún no ha sido instalado,” precisó el profesor y defraudado cliente de la empresa Movistar.
Atención
Moisés Burgos se refirió a la calidad en la atención provista por las ejecutivas de la citada empresa de telefonía de capitales españoles, instalada en la ciudad de Victoria. “La atención que se otorga a los usuarios en esta ciudad es muy mala, nunca había sido tan mal atendido y eso que soy cliente hace mucho tiempo. Por mi trabajo yo necesito de Internet, ya que soy asesor pedagógico del área tecnológica de todas las escuelas de la Provincia de Malleco y por eso todas las consultas que me hacen llegar los profesores y directores de colegios, liceos y escuelas es por vía electrónica. Además soy tutor on line de cursos para profesores, por eso Internet para mí es fundamental. Por eso mi queja en contra de la atención, puesto que ellos mismos se ha fijado plazos que nunca han cumplido. Las respuestas que dan son falsas ya que se contradicen una con otra. Me cobran por un servicio que no tengo y más encima una de las ejecutivas de esa oficina me dice que no me iba a hacer el correspondiente descuento, por que “yo estaba un poquito ofuscado” lo cual es evidente, luego de recibir esta cuenta, que para mí es una cruel ironía” manifestó el afectado quien precisó que “esto es un obstáculo para el desarrollo de la ciudad de Victoria”.
Por eso Bravo terminó diciendo que quienes tengan o sientan el mismo problema o relacionado con este, no duden en contactarlo para hacer los reclamos formales ante el Servicio Nacional del Consumidor y la propia Subsecretaría de Telecomunicaciones de la Novena Región. “Dejo mi email: moisesbravoleiva@hotmail.com y mi celular 91578433 para terminar con este abuso, ya que Movistar no está haciéndonos un favor, nosotros le pagamos por el servicio.
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