jueves, 7 de enero de 2010

Sandro tiene masivo funeral y convertirían su casa en museo

Buenos Aires.- (Mauricio Jürgensen) Unas 100 mil personas, entre las que asistieron al velatorio en el Congreso Nacional y las que acompañaron la romería, estuvieron presentes en el último homenaje al cantante. Uno que, a diferencia de lo que pasó con Mercedes Sosa en octubre, no fue tributado con tres días de luto.
Lo recordaban varios ayer en Argentina mientras unas 50 mil personas despedían a Sandro. Que cuando llegaron los restos de Carlos Gardel a Buenos Aires, en 1936, fueron a recibirlos un millón de personas. Por cierto que nadie pretendía seriamente que se igualara la mítica convocatoria del tanguero que había muerto un año antes en Medellín, Colombia, pero las inevitables comparaciones asomaron en el día del funeral del "gitano", que falleció en un hospital de Mendoza el lunes recién pasado, a los 64 años de edad.
Quizás porque nunca confesó filiación política o porque tenía una amistad más estrecha con Daniel Scioli (actual gobernador de Buenos Aires y ex colaborador de la Presidenta Cristina Kirchner), el cantante no fue homenajeado con tres días de luto, como pasó con el deceso de la folclorista Mercedes Sosa, en octubre pasado.
La primera mandataria fue más reservada: llamó a la viuda de Sandro, Olga Garaventa, y envió una corona al Congreso, donde el intérprete de Rosa fue velado desde la mañana del martes y hasta las 13.30 horas de ayer, momento en el que comenzó el cortejo fúnebre que lo llevó al cementerio privado de Gloriam, en Longchamps.
Los medios del país transandino calculaban ayer que habían sido otras 50 mil personas las que asistieron al velatorio realizado en el Congreso Nacional. La noche del martes, cuando llovía sobre Buenos Aires, la cola para ingresar a ese lugar se extendía por 13 cuadras aledañas y el gran volumen de gente obligó a extender el horario para recibir a los fanáticos, que sólo podían ingresar en grupos de a 10.
Ayer también hubo multitudes en la romería. Un trayecto que habitualmente demora de 25 a 30 minutos -el que va desde el Congreso hasta el mencionado cementerio Gloriam-, tomó tres horas y 20 minutos para el cortejo.
Fue un tramo que, además, estuvo caracterizado por las emotivas muestras de afecto y por la lluvia de rosas rojas, que eran las favoritas del "gitano", y que caían generosas entre la cadena humana que se montó por las calles 9 de Julio, el puente Puigrredón y la avenida Hipólito Yrigoyen.
Fue el momento de la última despedida, porque el funeral tuvo carácter privado y en un sitio al que sólo se podía acceder con autorización especial de la familia del cantante. De ahí que ayer también trascendiera que la casa de Banfield, el búnker que se construyó Sandro en ese barrio y que sirvió para sus largos períodos reclusivos, se podría convertir en un museo sobre el artista y, por añadidura, en el sitio obligado de peregrinación para sus muchos fanáticos.
Los mismos que ayer usaban cintillos y mostraban discos y pósters del ídolo a las cámaras. En el día en que Roberto Sánchez se despidió de sus "nenas" para siempre.

1 comentario:

Unknown dijo...

http://hastasiemprequeridosandro.blogspot.com
Se fue un gran luchador que dio batalla hasta el final, siempre con optimismo, fé en dios, con alegria, que buena persona fuiste querido ROBERTO,
partio nuestro querido y amado idolo.
se encuentra en el cielo adonde van los grandes, las buenas personas!!!!!!!!!!
Les dejo la letra de una de sus canciones
Las manos
Qué hermosas son las manos
del humilde labrador;
que se sumen en la tierra,
que trabajan sol a sol.
Qué bonitas son las manos
de una novia en el altar;
y qué tristes son las manos
que van en un funeral.
Diga usted, si hay más ternura
que se pueda imaginar
que en las manos pequeñitas
de los niños al rezar.
Todo aquel que tenga madre
no podrá jamás negar
que las manos de una madre
no se pueden comparar.
Y aquel que no la tenga…
que perdone mi canción,
pues quiero hablar de manos santas,
las de madres ¡esas son!
Pero hay manos que son garras,
cegadas por la ambición,
que ordenan ¡a la guerra!
y siembran desolación.
Pero hay dos manos que el hombre
hace tiempo ya olvidó,
manos que fueron golpeadas,
humilladas por el odio y el rencor;
manos que hicieron milagros,
manos que dieron amor,
miren bien… quiero que vean…
¡pues son las manos de Dios!