Razzia v/s Plan Araucanía

Araucanía.- (Jaime Quintana, senador) Una razzia es una acción intencionada y dirigida a causar intimidación al enemigo. El concepto nace desde las operaciones militares en Oriente y ha llegado brutalmente a la política este mes de Noviembre, despidiendo injustificadamente a cerca de 300 funcionarios públicos en la región considerados, al parecer, enemigos de la Nueva forma de gobernar.
La Teoría del Desalojo parte de la premisa que quienes ingresaron al Estado durante la democracia son “operadores políticos” que deben ser extirpados y reemplazados por profesionales idóneos y eficientes.
Cuando la democracia regresó a Chile, funcionarios de clara adscripción a la dictadura mantuvieron sus puestos, incluso con funciones directivas. Conocida es la llamada Ley de Amarre y Planta Paralela destinada a “proteger” a quienes prestaron funciones entre 1973 y 1990.
A muchos de ellos conozco y sé de su profesionalismo y vocación de servicio, dos criterios fundamentales para estar trabajando en el Estado. No se les persiguió el 90 y durante 20 años se mantuvieron tranquilos trabajando para el país, porque quienes gobernaban antes de marzo de 2010, entendían que los funcionarios públicos, son parte del capital social más valioso que tienen los Estados y sus democracias.
Esta semana, un medio de comunicación tituló: “Partió desalojo: van 92 notificados” dando a entender didácticamente que lo escrito en el famoso libro de Allamand había comenzado a escribirse en la historia familiar de más 300 personas.
La historia de La Araucanía no comenzó el año 1881, 1973, ni en 1990, ni el 2010. Tiene más larga data y fina complejidad.
Creer que hay que comenzar todo de nuevo, que todo lo hecho estuvo mal y que sólo las buenas ideas las tienen aquellos que usan casacas rojas, es un atentado a la inteligencia nacional, a la tolerancia y a la propia democracia.
Cuando se nos ha criticado por decirle al país que el Plan Araucanía no existe como tal, lo hacíamos en la idea de exigirle al nivel central recursos nuevos y descentralizados.
Cualquier plan, llámese Araucanía, Súper Araucanía, o Araucanía 7, requiere de todos quienes aquí vivimos. Los que votaron por Piñera, quienes lo hicieron por Arrate, Frei y Meo. Eso no se entiende desde el Gobierno Regional.