Señor Director y Editor:Escribo para contar una situación que ocurrió este fin de semana, mientras me dirigía con mi familia en nuestro automóvil desde Temuco a Angol.
Faltaban pocos minutos para pasar por Victoria, la noche estaba tranquila y veníamos conversando calmadamente, cuando me fijé por el espejo retrovisor que venía por detrás un camión bastante grande y a alta velocidad.
No pasan ni dos segundos, cuando el camión ya se encontraba a menos de medio metro de nuestro vehículo y derechamente venía directo a aplastarnos, por lo que en un acto reflejo, lancé el auto contra la berma y logré esquivarlo.
Gracias a Dios no perdí el control y había berma, ya que de otra manera no hubiese podido estar escribiendo esta carta.
El camión, como si el auto jamás hubiese existido, continuó su camino por la misma pista y sólo con el toque de la bocina atinó a irse para un costado, claramente el chofer se había quedado dormido conduciendo.
El camionero continuó su marcha zigzagueando y llamé al teléfono 133 para avisar a Carabineros. Me contestaron en Victoria y me transfirieron con la Tenencia de Carreteras Malleco.
Justamente en ese momento, cuando estábamos al teléfono, íbamos pasando por esa tenencia y en ese momento recordé que un radiopatrullas se encontraba fiscalizando en el peaje Púa, por lo que era imposible que detuvieran al camión.
A la altura de la Copec de Victoria, el irresponsable camionero se detuvo a comprar algo, allí detuvimos el vehículo y le enrostramos su tremenda irresponsabilidad. Con voz de sueño apenas atinó a decir “ok” y le pedimos que por favor descansara antes que asesinara a alguien. Pero el tipo no hizo caso y un par de minutos después nos adelantó saliendo de Victoria, esta vez a más de 120 kilómetros por hora.
El camión era una especie de rampla cerrada, no tenía distintivos de ninguna empresa ni nada que lo distinguiera de los muchos camiones que a esa hora pasan por la carretera, y su patente estaba sucia con barro.
Volvimos a llamar a Carabineros y esta vez nos contestó una señorita que se identificó como Gissela, en la Central de Comunicaciones de Angol. Le explicamos la horrorosa experiencia que acabábamos de vivir y nos tomó todos los datos.
No pasaron ni cinco minutos, cuando al pasar por Pailahueque había una patrulla llena de Carabineros que esperaba a la orilla de la carretera.Nos detuvimos y le mostramos el camión que iba adelante y ellos salieron persiguiéndolo y lo obligaron a detenerse. Lograron hacer que se detuviera poco antes de Ercilla, hágase una idea de la velocidad que traía este irresponsable del volante.
Carabineros lo hizo bajar del camión y le pidió sus documentos, tomó nuestros datos y regresaron a darnos una explicación sobre lo que tendrían que hacer. Nos anunciaron que no le permitirían seguir viaje y se lo llevarían a descansar a la tenencia hasta que estuviera en condiciones de conducir.
Por eso me atrevo a escribir estas líneas. Sé que es requisito entregar nombre y rut en cada carta al Director, y se los envío en forma interna, pero ruego a Usted que quienes firmen esta carta sean una, dos, cinco o quizás cuantas personas que no lo saben, pero esa noche se salvaron de protagonizar un accidente de tránsito, o quizás posiblemente de morir a causa de la irresponsabilidad de una persona que no sabemos por qué motivo, prefirió seguir viaje y no dormir lo suficiente, lo que estuvo a punto de costarle la vida a varios seres humanos.
Muchas gracias a la Central de Comunicaciones de Carabineros de Angol y a los carabineros que estaban de turno en Pailahueque por cumplir su labor y evitar una tragedia
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