Victoria.- (Por Manuel Burgos Lagos, Periodista) Adornos florales desde la calle hasta la entrada a la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, rostros contraídos y llorosos, especialmente de estudiantes, familiares y amigos, fue la tónica de la Misa de Honras Fúnebres realizada en esa Iglesia en un ambiente de congoja general, tras el masivo funeral, con que la comunidad despidió los restos del joven alumno del Segundo Año D del Liceo “Jorge Alessandri Rodríguez”. El oficio religioso lo presidió el Párroco, padre Ricardo Armijo quien, durante su homilía expuso que a él le gustaba hablarle a los vivos, porque a veces se es muy buenos cristianos, que cumplen con todos los Mandamientos de Dios y que quien necesitaba más, eran quienes quedaban acá en la tierra…
Dios habla
Añadió que él hablaba de la muerte… "como algo inesperado, que todos tenemos que esperarla, o estar preparados, lo que es más fundamental, lo único que vale, porque lo demás no nos sirve. Por eso, Dios nos habla de muchas maneras, por estos acontecimientos que suceden a diario en la familia, en la casa. Esto mismo, que a la familia toma de sorpresa, porque un niño de 16 años, no quiera vivir más, es una situación difícil, y más aún, cuando conocemos casos de niños que se han eliminado a los 8 años y están con estrés a los tres años", añadiendo que lo fundamental era que el cristiano era la Luz del Mundo y que tenía que ejercerla, de una u otra forma y vivirla. Por eso, consideraba que los padres eran los maestros de la fe los hijos y eso debe ser algo a lo que no se podía renunciar.
Recuerdos que quedan imborrables de Luis, hicieron su hermana y un estudiante amigo del extinto y que, junto a una gran concurrencia apenada y en medio de dolorosas escenas, lo acompañaron hasta su última morada en el Campo Santo.
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