lunes, 6 de diciembre de 2010

Destapa el champagne si eres “Cruzado”: ¡U. Católica Campeón chileno!

Santiago.- (Nicolás Videla) Osorio pitó el final del encuentro y estalló el carnaval en San Carlos de Aponquindo, donde 14 mil hinchas celebran la décima estrella de la UC. Los de la franja terminaron ganando 5 a 0 a Everton, que se fue a la Primera B del fútbol nacional.
Después de cinco años volvió en gloria y majestad a San Carlos de Apoquindo el trofeo de campeón del fútbol chileno. En un verdadero monólogo, la UC venció merecidamente a Everton de Viña del Mar por 5 a 0, de paso sentenciando a los “ruleteros” a la Primera B.
Antes del partido el Estadio San Carlos de Apoquindo ya era una fiesta, como si los hinchas hubieran presentido la gran goleada. Las más de 14 mil almas que llegaron a la precordillera cantaron, gritaron, hasta lloraron cada uno de los goles “cruzados”.
La primera estocada de la UC llegó tempranamente a los tres minutos de juego, luego de una jugada colectiva que terminó en los pies de Fernando Meneses, quien a la entrada del área vio un poco adelantado al portero de Everton para mandar un zapatazo que se clavó en un sector imposible del pórtico “ruletero”. La historia recién comenzaba…
Mientras todo el estadio ya palpitaba una buena jornada, apareció Marcos González para meter el segundo de la UC a los 27 minutos, en una jugada un poco enredada en el área de Everton. Con un 2 a 0 a favor de los “cruzados” se fueron al descanso.
A penas comenzaba la segunda etapa, un centro de Darío Botinelli se posó en la cabeza de Adán Vergara para anotar la tercera diana de Católica, que a esas alturas ya era campeón. A los 76 minutos una muy buena jugada del recién ingresado Felipe Gutiérrez terminó en un golazo del joven… ya iban 4 a 0. El quinto llegó a los 81’ a través de una de las figuras del partido, Fernando Meneses.
Precisamente a los 90 minutos Osorio pitó el final del encuentro, cuando todo San Carlos de Apoquindo, y todos los hinchas “cruzados” a lo largo del país y fuera de él, estallaron de júbilo al bajar la décima estrella del firmamento de la UC.

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