viernes, 26 de junio de 2009

Diputado Estay ante polémica por píldora del día después: “Harto feo sería que me diera vuelta la chaqueta”

Araucanía.- Ante la llamada ‘píldora del día después’, el diputado Enrique Estay mantiene su postura de siempre -opuesta a la entrega de este medicamento-, explicando que “harto feo sería que de un día para otro me diera vuelta la chaqueta, y aprobara hoy lo que ayer rechazaba”.
“Siguen siendo válidas las razones que me llevaron a suscribir un requerimiento ante el Tribunal Constitucional para evitar la repartición de este fármaco, porque nadie ha demostrado con 100% de seguridad que la pastilla no sea abortiva”, explicó el parlamentario.
Estay dijo que el fallo del Tribunal Constitucional es concluyente y que la entrega de la píldora está prohibida en todas sus formas, pero una interpretación relativista y la permisividad del propio gobierno es la que permite la venta en farmacias, en lugar de hacer regir la prohibición.
Respecto del argumento de que es una injusticia social que las mujeres con plata puedan comprar este remedio en las farmacias mientras las mujeres pobres no pueden hacerlo, y por eso el Estado debe regalarlo, el diputado insistió en que “lo básico es determinar si es abortivo o no, pues los medicamentos cumplen una función clínica, y no se puede esconder sus efectos negativos detrás de argumentos que mezclan peras con manzanas, fomentando el resentimiento.”
Frente a los dichos de quienes postulan el aborto como un derecho de la mujer para disponer de su cuerpo, el parlamentario recordó que “un embrión o un feto no es parte del cuerpo de una madre, es un cuerpo aparte, con vida propia, y que toda libertad llega hasta que lesiona un valor superior. Esta gente habla mucho de supuestos ‘derechos reproductivos’, pero hace como si no viera que existe un embrión en el vientre de la madre, un embrión que es un ser humano indefenso, y que abortarlo es asesinarlo. Y empujar a las futuras madres al aborto no sólo mata a un embrión o feto que no se puede defender, sino que hiere para siempre el alma y la conciencia de esa mujer”.
Finalmente, Estay puntualizó que como jurista ve con extrema preocupación la facilidad con la cual amplios sectores de la clase política rechazan los fallos judiciales o las resoluciones de la Contraloría cuando no les gustan.
“Con estas conductas se debilita el Estado de Derecho, promoviendo el desacato a las sentencias. ¡Qué graves consecuencias habría si estas actitudes se generalizaran!”, concluyó.

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