Programa de desarrollo local de INDAP se destaca en la Araucanía

En las cercanías de la comuna de Chol Chol, en la comunidad indígena Avelino Huinca, han comenzado a dar los primeros pasos en un trabajo exitoso de desarrollo productivo campesino. Apoyados por INDAP y el municipio local, la Unidad Operativa PRODESAL Rucapangue y los técnicos que en ella laboran se encuentran asesorando a productores mapuche que han decidido, con sacrificio y mucho trabajo, asumir el desafío de la innovación.
Es el caso de Jorge Hueichaleo, comunero mapuche del sector Quilaco – Tromen quien desde rubros tradicionales decidió emprender el establecimiento de un huerto de frutales menores, particularmente frutillas de las variedades chandler, aroma, ventana y camarosa.
“Ha sido un trabajo sacrificado, primero y durante muchos años nos dedicamos a las hortalizas, principalmente lechugas y ya desde hace unos tres años, con el apoyo de PRODESAL, comenzamos poco a poco a establecer nuestros huertos de frutillas que hoy están en plena producción y que comercializamos en comunas como Chol Chol, Temuco, Los Lagos y Valdivia”.
En menos de una hectárea y con el apoyo técnico adecuado don Jorge y su familia han visto mejoras sustantivas en sus ingresos. Son un poco más de 16 mil plantas de frutilla que le han permitido no sólo mejorar sus ingresos y por ende los de su grupo familiar sino también capacitarse y generar mano de obra local.
Andrés Montupil, director regional de INDAP destaca que como don Jorge “son más de 9 mil las familias campesinas de La Araucanía que participan de esta iniciativa de desarrollo local con 160 profesionales que brindan asesoría técnica de calidad en las 32 comunas del territorio regional y sus 81 unidades operativas”.
Agrega que al hablar de usuarios de PRODESAL “nos referimos a familias campesinas de escasos recursos, normalmente con un par de hectáreas productivas, quienes son apoyadas intensivamente con asistencia técnica de calidad y pertinente, con instrumentos y bonificaciones estatales y con capacitación integral”.
Para el director regional este programa además presenta una gran oportunidad para afianzar lazos y estrechar vínculos con las autoridades comunales “de forma de relevar su acción local, su impacto así como generar las coordinaciones y compromisos adecuados particularmente con los alcaldes”.
Fernando Pizarro, encargado regional del programa, señala que el PRODESAL es un instrumento de fomento productivo que se pone a disposición de las familias de los productores agrícolas y campesinos de menores recursos a través de convenios con los municipios que ejecutan las iniciativas. “Entregamos incentivos económicos para financiar asesorías técnicas y apoyos complementarios a los usuarios cuyo ingreso familiar provenga mayoritariamente de la producción silvoagropecuaria y actividades relacionadas, que exploten la tierra bajo cualquier régimen de tenencia y con una superficie máxima de 5 hectáreas de riego básico”.
Productores de frutales menores, de hortalizas, ganado menor y mayor, papas y de cultivos anuales son gran parte de los rubros que se verifican en terreno como más trabajados por los usuarios del programa.
Durante este año 2009 se ha señalado que se intensificará el apoyo a la capacitación de aquellas unidades y productores que requieren servicios más específicos en temas de comercialización y se hará una segmentación de los usuarios de acuerdo a los criterios como el destino principal de la producción, rendimiento, volumen, superficie, aporte al ingreso familiar y otros.
Héctor Valenzuela, técnico de la Unidad Operativa PRODESAL Rucapangue, grafica claramente el apoyo que brindan a los productores. “Somos profesionales que nos encontramos a disposición de los campesinos y campesinas, acercando y transfiriendo conocimiento, asesoría técnica, información y en general apoyándoles directamente en el desarrollo de sus emprendimientos”.
Don Jorge y sus huertos de frutillas son un ejemplo de ello.