jueves, 24 de abril de 2008

Comunidad mapuche dirigida por mujeres levanta nuevo centro de eventos en Lautaro Apoyados por el Programa Orígenes de CONADI


La inversión para levantar esta joya arquitectónica, va mucho más allá de los 5 millones de pesos. Levantar la Ruka de Barro, fue sinónimo de unión, esfuerzo, sueños en común y sobre todo, el orgullo de ser mapuche.
“Si mi madre hubiera estada acá, harto contenta que estaría”. Con estas sencillas palabras, Nolfa Canario Illimen, presidenta de la comunidad mapuche Antonio Ilmen, expresaba toda la emoción que la embargaba el día en que por fin inauguraba, junto a las familias que dirige, la ruka de barro de su comunidad. Un proyecto nacido del corazón de un grupo de mujeres mapuche, que sintieron la necesidad de proyectar su cultura a las nuevas generaciones y a la vez contar con una fuente de ingreso económico.
La comunidad Antonio Ilmen, está compuesta por 40 familias, las que habitan en un reducido espacio, ubicado en el sector de Peu Peu, distante a 3 kilómetros de la ciudad de Lautaro. “Es fácil llegar hasta acá, sólo hay que poner atención donde está el puente Peu Peu y de ahí dobla para la derecha”, de esta forma la señora Nolfa da las indicaciones a los futuros visitantes de la nueva ruka de la comunidad.
La directiva de esta comunidad se encuentra compuesta en su totalidad por mujeres. Los hombres, no tienen el tiempo para dedicarse a este tipo de cosas, ya que gran parte del verano, por la escasa tierra con que cuentan, deben partir al norte para trabajar como temporeros y así reunir un poco de dinero para pasar los meses de invierno. Quizás esta sea una de las razones del porque este grupo de dirigentas es tan activa. “Si tenemos que acarrear nosotras la madera, lo hacemos no más. Si tenemos que ir a comprar, vamos cinco; una lleva la plata, otra dos sacan las cuentas y las otras dos hacen de guardaespalda”, cuenta con orgullo la presidenta de esta particular comunidad.
Entrada la segunda fase del Programa Orígenes de CONADI, la Comunidad Antonio Ilmen fue una de las 737 seleccionadas. La construcción de la Ruka de Barro, fue un proyecto pensado por estas mujeres. En dicho espacio, la comunidad junto con tener un lugar para trabajar en el ámbito turístico, ofreciendo al visitante las delicias de la cocina ancestral mapuche y campesina, junto con mostrar –a través de bailes, cantos y narraciones- su cultura que los enorgullece, ahora tendrá un espacio apropiado para poder acceder a capacitaciones y reuniones que aporten a su desarrollo como comunidad. Tanto la inversión realizada como la puesta en marcha del proyecto, se transforman en acciones concretas que se enmarcan dentro de la política indígena Re-Conocer, anunciado por la Presidenta Michelle Bachellet, el pasado 1 de abril.
La inversión para levantar esta joya arquitectónica, va mucho más allá de los 5 millones de pesos. Levantar la Ruka de Barro, fue sinónimo de unión, esfuerzo, sueños en común y sobre todo, el orgullo de ser mapuche.
Para concretar este proyecto, aún falta mucho. El día de la inauguración, a la que también asistió la Intendenta, Nora Barrientos, la CONAF –a través de sus representantes- se comprometió a desarrollar un proyecto que dote a la comunidad de árboles nativos, destinados a ornamentar el espacio exterior. Por su parte, la municipalidad de Lautaro, representada por su alcalde Renato Hauri, será la responsable de ayudarles a arreglar el camino de acceso. La comunidad deberá esforzase, aún más, para lograr darle un toque amigable al entorno y el Programa Orígenes de CONADI, seguirá trabajando codo a codo con este grupo de visionarias mujeres que están ad portas de crear su propio centro de eventos ancestral.

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