lunes, 8 de febrero de 2010

Nuevos datos sobre el sol aportará sonda de la NASA

Internacional.- La paz que infunde contemplar una romántica puesta de sol engaña: nuestro astro es una hirviente bola de gas que colma la Tierra de gigantescas nubes de plasma caliente.
Ese tipo de tormentas solares pueden tener consecuencias agravantes. Amenazan los satélites de comunicación, los sistemas de navegación e incluso algunas redes eléctricas.
Para comprender mejor la oscilante actividad solar y con ello el llamado clima cósmico, la agencia espacial estadounidense NASA lanzará el 9 de febrero el "Solar Dynamics Observatory" (SDO) con un cohete Atlas V, el primer satélite de una nueva generación, según subrayaron los responsables desde Cabo Cañaveral en Florida.
El observatorio volante examinará 24 horas al día y siete días por semana durante todo el año el sol. Cada diez segundos el SDO capturará una imagen del astro en ocho longitudes de onda con una definición de 16 megapíxeles, equivalente a la de una moderna cámara profesional.
El satélite vigilará además las radiaciones ultravioletas y las oscilaciones del campo magnético del sol y ganará por medio de una especie de ultrasonido visión del interior del astro. Todo ello no sólo contibuirá a mejorar nuestro conocimiento acerca de la física solar sino también permitirá alertar con antelación de peligrosas tormentas solares.
El SDO generará un aluvión de datos sin precedentes en una misión de la NASA. La sonda enviará al día 1,5 terabytes a la Tierra. De acuerdo con un comunicado de la agencia espacial, eso son 50 veces más datos científicos que en cualquier otra misión de la historia de la NASA. "Es como si cada día nos descargáramos 500.000 canciones", dijo Dean Pesnell del Goddard Space Flight Center de la NASA en Maryland.
Cuál será la intensidad del próximo ciclo de las manchas solares? ¿Podremos predecir en el futuro cuándo fuertes vientos solares llevarán a un bombardeo de la Tierra con partículas cargadas? ¿Un periodo prolongado de inactividad en el sol podría tener como consecuencia un invierno más largo para los habitantes de la Tierra? Esas son sólo algunos de los interrogantes a cuya respuesta se espera que contribuya el SDO.
La misión es la primera y de acuerdo con la NASA es la "joya" de un nuevo programa llamado "Living With a Star" ("Viviendo con una estrella"). El observatorio de 3.100 kilogramos rodará durante al menos cinco años la Tierra en una órbita inclinada hacia el ecuador que permitirá estudiar el sol las 24 horas del día. Los científicos esperan obtener explicaciones sobre el origen de los campos magnéticos del sol y sobre cómo la energía magnética acumulada se transforma en energía cinética en forma de tormentas solares.
Para satisfacer las expectativas de los científicos, el SDO lleva a bordo tres instrumentos especializados. Un sistema de cuatro telescopios fotografiará la superficie y la atmósfera del sol. Un detector de rayos UVA vigilará la luminosidad ultravioleta del sol. Las oscilaciones lentas de los rayos UVA repercuten sobre la atmósfera y el clima terrestres y las oscilaciones rápidas pueden provocar interferencias en las comunicaciones por radio y de satélites.
Un detector combinado de actividades sísmicas y magnéticas registrará los campos magnéticos solares y visualizará el interior del sol de forma parecida a un aparato de ultrasonido para estudiar sus oscilaciones de densidad.
Todo ello será vertido como una avalancha de datos a los laboratorios de los científicos. Después de que el lanzamiento previsto inicialmente para 2009 fuera aplazado por problemas técnicos, Pesnell está deseando que al fin "lleguen los aludes" de datos

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