Señor Director y Editor:Me sumo y apoyo el comentario del Sr. Enrique Russell acerca de esta denominada “Feria de las Pulgas” y deseo expresarle a nombre de un indeterminado número de personas que vivimos en el sector lo siguiente:
1. Lo que presenciamos ese fin de semana, fue un espectáculo deprimente, antihigiénico y peligroso, del cual No estamos acostumbrados, por nuestras familias e hijos.
2. Como lo indica el Dr. Russell en su carta, esta feria no tiene nada que ver, con el Festival Brotes de Chile y todo lo contrario, la desprestigia y nos deja en vergüenza ante la llegada de numerosas personas que no viven en Angol.
3. Me pregunto, ¿Quién autorizó este lugar, para esta “feria pulguienta”?. ¿Los vecinos fueron consultados?
¿Qué opinan las autoridades de Salud y dónde estaban?, ya que esa calle, era un baño público. ¿Quien pagó los costos por el aseo extraordinario que se efectuó? Y por sobre todo:¿qué ganó Angol con esto?, ya que ningún comerciante era angolino.
4. Los que por obligación teníamos que pasar por ese sector, pude ver, que lo que ahí se vendía, eran artículos de la peor calidad que existe en el mercado, de dudoso origen y por sobre todo se vendían imitaciones o copias ilegales de marcas registradas (ej: CDs, ropa, etc), que no pagan impuestos. Esto es fomentar en cierta forma un delito.
5. Los angolinos no tenemos “ninguna obligación” para aceptar este tipo de feria, que solo traen problemas, gastos, malos ratos y lo peor de todo inmundicia y molestias.
Espero que las autoridades que fomentaron esto, hagan un mea culpa de lo que sucedió y no autoricen a futuro este tipo de actividades en la vía publica, que es de todos los angolinos.
Julio Bravo Muñoz
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