martes, 28 de abril de 2009

Desastrosa actuación de las series menores, cuadros que no muestran ningún patrón de juego y que fueron vapuleados por Puerto Varas

VICTORIA. Jugada una nueva fecha del Torneo de Básquetbol Libsur 2009, sólo la serie Sub-23 y que dirige Alvaro Acuña, sacó la cara por el básquetbol victoriense y tras imponerse a sus similares de Puerto Varas por 78 a 61 puntos. Buen partido, con un básquetbol vistoso, bien estructurado, de buena línea técnica y que le dio ventaja al cuadro visitante, jugada la primera mitad del encuentro. El café cargado del entretiempo para los victorienses por parte de su técnico, surtió efecto, ya que el equipo mejoró ostensiblemente, se prodigó en pos del triunfo y terminó sobrepasando a sus adversarios en todas las líneas de juego.
Destacaron por la escuadra victoriense, Felipe Acuña con 33 puntos y que se transformó en pieza clave, tanto por su despliegue físico como basquetbolístico; Cristian Zamorano con 19 puntos, otro que estuvo a gran nivel; Carlos Ciocca con 9 puntos y que respondió en los momentos claves y; Víctor “Toco” Quezada con 6 puntos y que le cambió la cara al partido cuando fue incluido, tanto en el rebote defensivo, ofensivo y en la conversión. Importantísimo también el aporte de Camilo Culun y Danilo Sepúlveda, con cuatro puntos cada uno; Andrés Llanos con 2; David Venegas con 1 y de; Antián Peret, Jaime Navarro y Mauricio Lastra. Bien, porque pese a todos los problemas económicos que arrastra este equipo y por el no pago de sus emolumentos, se dieron mañas para salir airosos y demostrar que está para cosas mayores.
Lo que sí decepcionó, fue la magra y desastrosa presentación de las series menores dirigidas por Diego Herrera, cuadros que fueron vapuleados por sus similares portovarinos. En serie mini cayeron por 92 a 20 puntos; en infantil cedieron por 107 a 43 y; fueron arrasados en la división cadetes por 129 a 29 puntos. Decepcionante; porque ningún equipo muestra un padrón de juego; porque denotan un deficiente estado físico y; porque se observa que no ha existido un trabajo continuo de progresión. Lamentable, porque uno de los objetivos primordiales de la Libsur es el trabajo y el fuerte apoyo para con las series menores, hoy prácticamente abandonadas en nuestra ciudad y que no tienen una continuidad en sus trabajos pre-competitivos. Esto es lo que nunca han querido entender quienes se arrogan la dirigencia del Comité Ejecutivo y del Club Deportivo de la Universidad Arturo Prat. “La fortaleza del básquetbol de cada ciudad participante en el Torneo Libsur, está en sus series menores. De aquí, se surtirán a través del tiempo para ser exitosas”. Es momento entonces de ejecutar un cambio radical.

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