martes, 28 de abril de 2009

Las medidas europeas ante la crisis financiera, lecciones

Uno de los temas de mayor discusión en el espacio europeo ha sido enfrentar la crisis actual de carácter financiero producto de una serie de decisiones financieras equivocadas tomadas entre los años 2006 a 2008 cuyo origen se remonta al año 2001. Este artículo expone algunas medidas tomadas por Europa frente a la debacle financiera y económica provocada por los Estados Unidos.
Lo que nos interesa, entonces, es la respuesta que ha dado Europa, particularmente la Unión Europea a este tema.
Quizás lo de mayor importancia aun sea el esfuerzo de una serie de bancos centrales europeos y del Banco Central Europeo han desarrollado frente a esta crisis. El presidente Francés Sarkozy ha dicho, para resumir quizás el camino que se ha desarrollado por la Unión Europea y las 20 economías más importantes del mundo, que hoy no existe el secreto bancario y que los bancos habrán de tener que asumir esta nueva condición.
La situación entonces de los bancos centrales de los países miembros de la Unión Europea se ajusta a exigir a los bancos privados mayor transparencia, aplicación de las normas jurídicas y contabilidad, términos aplicados a países subdesarrollados como aplicables a las instituciones bancarias de países desarrollados.
Estos principios fueron los que se violaron en el trabajo de las instituciones privadas. En efecto, los bancos europeos afectados por la crisis (no en la proporción de los bancos de los Estados Unidos de Norteamérica), creyeron que era posible efectuar actividades financieras sin considerar la realidad económica norteamericana y encontrarse en la situación de cesación del pago de las obligaciones que se les debían cumplir.
Lo anterior no hubiere sido un problema si ello no hubiere significado que las obligaciones a cumplir constituían un porcentaje muy alto del pasivo de los bancos con lo cual no pudieron cumplir a su vez sus obligaciones.
Éste no fue el caso de los bancos de los Estados Unidos que prestaron dinero sin existir consideración a la realidad de los deudores, principalmente hipotecarios.
Por ello que las medidas son diferentes, es decir, la realidad en que se encuentran los bancos centrales de cada uno de los países europeos constituye una situación diferente a la de la Reserva Federal norteamericana.
En el mismo sentido el Banco Central europeo con sede en Frankfurt en el Meno tuvo que tomar una serie de mediadas relacionadas con el flujo de la moneda europea, el euro.
Aunque si no hubiere habido la unión monetaria la solución podría haber sido más rápida, como dijo el premio Nóbel de Economía de 2009 el profesor Paul Krugman, la falta de dicha unión monetaria hubiere impedido la coordinación financiera en Europa entre los bancos centrales de cada país europeo y el Banco Central europeo. Ausencia de coordinación hubiere redundado en un caos absoluto para quienes son miembros de la Unión Europea.
Finalmente resulta fundamental que los países europeos hayan logrado flexibilidad suficiente a fin de obtener el inicio de la solución al problema de la crisis, aplicaron la ley y sancionaron a los culpables del delito, es decir, impulsaron de manera indirecta una conducta de mayor responsabilidad y menos riesgosa castigando el actuar negligente. Para alcanzar tal objeto se valieron de una medida que es la expropiación y por otra parte, concordaron con bancos e instituciones financieras cuya sanidad se encontraba fuera de discusión la transferencia de activos y pasivos de los bancos e instituciones financieras que podían ser declarados en cesación de pagos o en la quiebra.
Resulta decidor esto último, dado que esta actitud fue la tomada por el gobierno alemán frente a la posible quiebra de al menos dos bancos.
Lecciones
Los europeos han enfrentado una crisis no generada por coordinaciones entre los diferentes actores de la crisis misma a nivel nacional y europeo, con el objeto de enfrentar tácticamente la quiebra de instituciones financieras y a la vez, sancionando a las mismas con la nacionalización o el control específico e inmediato a directorios empresariales y a las empresas.
Así también es posible observar cómo han enfrentado el problema de la extensión de la crisis. Los europeos en caso alguno, como pasó con la crisis del año 1929, están interesados en pagar el costo de la crisis.
Es por lo anterior que el ministro alemán de hacienda ha sido muy claro en indicar el grave problema de una inflación global por la inyección de miles de millones de dólares por los países del grupo de los 20 a la economía mundial, enfrentaríamos una recesión acompañada de inflación.
En conclusión, se ha buscado tomar las medidas necesarias para evitar los perniciosos efectos que provocarán las mismas, en donde la cesantía será un tema de vital importancia.

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