miércoles, 16 de abril de 2008

El liderazgo negativo

Hay una realidad que la verdadera crisis ética actual no se encuentra sólo reducida a un feudo político, es transversal a la sociedad chilena, ya que de algún modo, el Nosotros es una clave primordial a la hora de exigir impecabilidad en nuestros representantes, en nuestras asociaciones, en nuestras empresas, en nuestras comunidades, en nuestras familias. Nuestro sesgo al mirar la actividad pública comienza a develar nuestro umbral de rebeldía, ese por el cual se define nuestra capacidad de tomar acciones concretas. Lo que instintivamente nos llama a decir basta.
Cómo olvidar a aquellas personas que cuando éramos pequeños, en el colegio; apabullaban, de manera sutil o abierta, a los que no estaban de acuerdo, que eran lo más honrados y tal vez más débiles, acallándolos o sometiéndolos. Por cosas del destino eran los más populares y respetados, declaradamente exitosos, los que todos les rendían pleitesía. Se convertían en los líderes naturales, Siempre tenían el sartén por el mango y la habilidad para zafarse y manejarse, ante la autoridad, siempre victoriosos. Era la ley del duro y/o del astuto.
Cuantas veces hicimos cosas por no quedar mal ante esos lideres, tragándonos nuestras propias decisiones que iban por otro lado, olvidando principios, valores y enseñanzas.
Paralelos a los grupos formalmente definidos cualquier organización, se encuentran aquellos que aunque no se distingan claramente en la organización, son de gran importancia cuando de tomar decisiones o aceptar tareas se trata. Nos referimos a los grupos informales, es decir, aquellos individuos que se reúnen en torno a ideas e intereses en común pero que no son tan visibles como los grupos de trabajo. Desafortunadamente, así como existen líderes positivos, los hay quienes sólo quieren generar división y enfrentamientos, creando un clima laboral tenso que no va con las políticas que sigue una organización. Lo ideal es descubrir dichos individuos y propender porque el grupo delegue más responsabilidades y funciones a aquellas personas con carácter positivo y deseosas de ayudar y no destruir. Estos grupos, si se lo proponen, pueden convertirse en aliados importantes para conseguir los objetivos, o pueden ser una barrera para crear un buen ambiente de trabajo y hacen que las labores diarias se conviertan en una tortura. Es decir, no se puede determinar a ciencia cierta la conveniencia o perjuicio de la existencia de dichos grupos dentro de una organización. Los individuos que hacen parte de estos equipos, encuentran en él, sentido de pertenencia y protección ante inseguridades, y problemas y además presentan ideas y gustos en común.
Desfavorablemente el líder negativo posee habilidades sociales y destrezas en varias actividades de donde se convierte en un actor con validación social negativo, pero percibido por los demás, como solidario, gregario, buen compañero, identificado con el grupo y con las causas individuales de algún amigo vulnerable o inseguro.
Un líder negativo, es un modelo de referencia social no sano y menos digno de imitar, que posee una hoja de vida llena de riesgos y vulnerabilidades, pero, que ha tenido circunstancias y personas que le han exonerado de culpa. Además, de otros factores que le hacen más vulnerables como son: la disfunción familiar, baja autoestima, pobre validación social, falta de afectos, ausencia de proyecto de vida y la incapacidad de medir consecuencias negativas. El Líder negativo más grande del mundo fue Hitler, él decía «Es posible, por medio de una astuta y repetitiva propaganda, hacer que la gente crea que el cielo es el infierno, y que el infierno es el cielo». La historia expresa que Hitler, un fracasado pintor que acabó tiranizando al mundo. Si tan sólo hubiera tenido el valor de enfrentarse al lienzo en blanco y persistir en su afán de ser artista; si tan sólo se hubiera podido enfrentar a él mismo... Cuánto se habría evitado... ¿Verdad?

No hay comentarios: