miércoles, 5 de marzo de 2008
Territorios vulnerables con presencia indígena mejoraran su calidad de vida
En conferencia de prensa, el Seremi de Planificación, Andrés Montupil, entregó esta mañana los resultados arrojados por los Mapas Territoriales de Vulnerabilidad, a partir de un trabajo realizado a fines del 2006 y parte del 2007, por la Serplac en conjunto con los municipios de La Araucanía,
De esta manera, se logró detectar un total de 328 territorios vulnerables prioritarios, comprendidos en la totalidad de comunas de la región, de los cuales 234 (71.3%) corresponden a sectores rurales y 94 (28.7%) urbanos.
Sin embargo y dada la importancia del componente cultural en nuestra región, ésta Serplac realizó además la vinculación de los antecedentes proporcionados por Conadi, sobre comunidades mapuche con título de merced y la información de compra de tierras para indígenas, con los territorios vulnerables. Con esto, se pudo establecer que del total de territorios identificados en la región, 164 corresponden a sectores donde hay presencia de comunidades Mapuche. Esto equivale al 50% de los territorios detectados en La Araucanía, los cuales, prácticamente en un 100% se encuentran en áreas rurales.
En ellos, se detectaron niveles de precariedad relacionadas con necesidades básicas como acceso a agua potable y energía eléctrica, eliminación de excretas, y la conectividad a centros poblados, considerando este nivel, como un primer piso imprescindible para que las familias puedan habitar el territorio con los mínimos preestablecidos.
“Estos mapas representan un importantísimo instrumento que el Ministerio de Planificación pone a disposición de los municipios y entidades formuladoras de proyectos, para orientar la inversión pública hacia aquellos sectores que presentan carencias básicas en agua potable y conectividad entre otras, y de los cuales mas del 50% tienen comunidades indígenas”, afirmó el Seremi, Andrés Montupil.
Carencias
En la región de La Araucanía se identificaron 328 territorios vulnerables que se distribuyen, según tipo de carencia. Así, se identificó un total de 265 territorios que carecen de agua potable, que involucran a 12.763 familias. Sin embargo, la mayor cantidad de territorios vulnerables se concentró en la carencia de eliminación de excretas, totalizando 290 territorios con un total de 19.586 familias.
La falta de electricidad involucra a 203 territorios que agrupan a 3.685 familias. En conectividad se identifican 110 territorios vulnerables, que involucran a 5.730 familias (ver anexo gráfico 1)
En el caso de los territorios que presentan comunidades Mapuche, es el agua potable, la carencia que concentra la mayor cantidad de familias, representando el 69.4% de total de familias que requieren solución en esta área, seguido por el déficit en los sistemas de eliminación de excretas.
Por otra parte, en el territorio se puede presentar una diversidad de combinaciones de carencias. Es así como 69 sectores presentan una sola carencia. Por el contrario, un total de 84 territorios presentan las cuatro carencias simultáneamente. Sin embargo, el grueso de los territorios, 175, presentan 2 y 3 carencias a la vez.
Al realizar el mismo análisis anterior, pero sobre localidades con presencia de comunidades Mapuche, se puede apreciar que 62 territorios presentan cuatro carencias a la vez, lo que establecería que sobre el 70% de localidades con presencia de comunidades se encontrarían en condiciones más precarias, concentrándose casi íntegramente en áreas rurales.
El 50 % de los territorios catastrados corresponden a territorios con presencia de comunidades Mapuche, estableciéndose que la mayor cantidad de territorios (73.8%) que presentan cuatro carencias simultáneamente, se concentran principalmente en localidades con presencia indígena.
Del total de territorios vulnerables regionales con dos o tres carencias a la vez, el 48.6 % se concentra en localidades con comunidades Mapuche y solo el 24.6 % de éstos presenta solo una.
En relación a la distribución de territorios vulnerables por provincia, cabe señalar que para las cuatro variables contempladas, Cautín es la que concentra el mayor número de familias carenciadas, duplicando el número de familias sin agua potable, eliminación de excretas y conectividad, a la provincia de Malleco.
De igual forma, en el caso de territorios con presencia de comunidades Mapuche, la situación es similar donde se desprende que para las cuatro variables, la provincia de Cautín presenta el mayor número de familias carenciadas, duplicando también el número de familias carentes en agua potable, y conectividad a la provincia de Malleco.
Nueva metodología
En la búsqueda de resolver los problemas identificados y transformar territorios adversos en territorios socialmente protegidos, el Mapa Territorial de la Vulnerabilidad, uno de los principales instrumentos de identificación del Sistema de Protección Social, propone instrumentos, elementos y variables a considerar, que permiten calificar, dimensionar y seleccionar las iniciativas de inversión (proyectos) asociadas a este diagnóstico. Al mismo tiempo, propone los mecanismos que estimulen a las regiones a priorizar sus inversiones en los territorios vulnerables, para asegurar así que cada región logre, paulatinamente, ir garantizando explícitamente a cada familia los mínimos territoriales que les permitirán crecer y desarrollarse en un marco social de equidad.
Las prioridades identificadas en los Mapas Territoriales responden a una lógica de avanzar progresivamente, abordando las soluciones a partir del nivel de urgencia que representan las variables incorporadas en cada uno de ellos. El procedimiento contempla la participación activa de sus Gobiernos Regionales, Gobernaciones y Municipalidades quienes deberán comprometer sus esfuerzos en superar gradualmente, los mínimos establecidos, concentrando los esfuerzos de inversión regional prioritariamente en estos territorios.
Para ello, Mideplan, adecuó la metodología del Sistema Nacional de Inversiones para simplificar la evaluación técnica económica de los proyectos de territorios vulnerables. De esta manera, al evaluar un proyecto de estas características se utilizará el enfoque costo eficiencia, debido a que se entiende como política nacional que invertir en estos territorios es prioritario y socialmente conveniente y que es una necesidad que debe ser provista por el Estado. Asimismo, se procede a identificar y cuantificar los beneficios y se asume que el valor social ligado a dichos beneficios, es mayor a los costos en que se deberá incurrir para alcanzarlos.
Es decir, a partir de una identificación como territorio vulnerable que se realizará al crear la ficha EBI en el Banco Integrado de Proyectos, la evaluación del mismo se realizará en base a cual es la mejor solución, a menor costo, para el sector y no definir si es rentable o no ejecutar el proyecto.
Esta nueva metodología será aplicable sólo a los proyectos de Agua Potable y Alcantarillado, Energía y Transporte.
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