lunes, 31 de marzo de 2008

Victoria, un desarrollo entre la industria y la educación


Una vez iniciada la ocupación de la Araucanía, se trazaron las nuevas vías que cubrirá el ferrocarril. De manera simultánea se levantaban estaciones, bodegas y casas para los funcionarios. Formando en las cercanías de la estación un barrio con características propias dadas por las formas de las viviendas y el oficio de quienes las habitaban.
La historia de esta ciudad se ha caracterizado por su diversidad cultural que ha estado presente por largos, formada por colonos de diversas nacionalidades, principalmente suizos sumado a ello la fuerte presencia del pueblo mapuche en sus comunidades.
El desarrollo de la ciudad han estado presentes diversas industrias, los molinos y curtiembres ubicados a orillas del Traiguén, se sumaron cervecerías, fabrica de tallarines entre otras actividades, llenando de vitalidad y fuentes laborales sus calles.
Fue a fines del siglo XIX comenzó su auge con la llegada del ferrocarril, un trazado dividirá en dos el incipiente poblado generando una nueva organización en que el comercio y el centro administrativo se trasladarán a calle Pisagua cambiando con ello la bulliciosa calle Chorrillos.
Además, en esa misma época paso a constituirse en un punto de colonización de los diversos sectores rurales, una de las actividades que marcó su desarrollo por décadas fue el ferrocarril, la presencia de una Casa de máquinas, el ramal de Púa a Lonquimay vitalizó aún más la actividad comercial, con la presencia de diversas viviendas para trabajadores vinculados a la Empresa de Ferrocarriles del Estado.
Hacia la cordillera aún es común escuchar los recuerdos de las personas que vieron pasar el tren por las estaciones de Púa, Cullinco, Selva Oscura y Villa Cautín, esto facilitó el desarrollo de diversos fundos y haciendas
Junto a la presencia de los hacendados también existía el cultivo de trigo por parte de pequeños agricultores, que acudían a los incipientes poblados. Para 1893, en la comuna de Victoria existían sobre diez molinos entre los que destacaban: el Molino Victoria y el Molino El Colono.
Se va configurando la vida urbana de la ciudad. Las primitivas casas de madera aserrada dan paso a fachadas mas elaboradas ejecutadas en hormigón. Aparecen los estilos arquitectónicos el Neoclásico. La actividad comercial la define el ferrocarril. Así la calle Pisagua eje principal desde la cual se conecta la ciudad, con el resto del país. Se instalan los primeros hoteles como el Royal. Letreros llenan de color los frontis de los negocios. Si antes el espacio característico de reunión lo constituía el corredor de la estación ahora lo es la calle, con sus floreados productos que llegan desde distintos puntos del país.
Un contraste evidente de desarrollo marcado por la incipiente modernidad con la ruralidad de antaño será parte de la vida citadina. Esta será la imagen que marcara a la ciudad a lo que sumara su prestigio educacional gracias a la presencia de la Escuela Normal Rural Experimental, que hoy continua la universidad Arturo Prat.
Victoria, siempre ha tenido vocación de ciudad comercial y educacional, son muchos alumnos que han transmitido por diversas partes del país, prestigio que sus habitantes se esfuerzan por conservar.
Finalmente en cada calle se puede apreciar con nostalgia por parte de sus habitantes sobre el desarrollo de una de las ciudades más importantes de la región y que sus habitantes de las distintas nacionalidades y origen ayudaron a forjar.

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