Conocido empresario local formuló fuertes críticas a la situación de violencia que se vive en la Provincia de Malleco

Ercilla.- Gerardo Cerda acusa indiferencia del gobierno y fracaso del sistema judicial para detener escalada de atentados que perjudica a las fuentes de trabajo en la zona de Ercilla.
Una fuerte crítica a las autoridades en todo ámbito, hizo el conocido empresario forestal angolino, Gerardo Cerda, a raíz de los más de 60 ataques que ha sufrido su empresa en la denominada “zona de conflicto mapuche” de Ercilla, manifestando que nadie se atreve asumir el costo político de solucionar el problema y no se dan cuenta que afecta las oportunidades de trabajar.
“Hay mucha gente que está quedando cesante y lo que es peor, se les impide poder laborar en tranquilidad, pero aquí todo el mundo se queda callado y aquí los medios de comunicación no están informando lo que realmente está ocurriendo con una fuente laboral”, sostuvo.
Cerda enfatizó que más allá que el gobierno sea más enérgico, debería ser más justo para todos, “en el sentido que el que comete un error, tiene que pagarlo; pero aquí quedan impunes y hasta momento con los daños que están causando, no se acerca ninguna autoridad a preguntar, ni por los daños ni por la gente que está quedando cesante”.
SOLUCION
El empresario subrayó que el problema es que aunque se detenga personas y el Estado gaste en investigar, de nada sirve, “porque comienza a funcionar la famosa puerta giratoria y a la semana salen, porque ahí aparecen algunos políticos defendiéndolos y algunas organizaciones justificando el por qué hacen estos actos, pero nadie dice el problema social que ocasionan”, declaró.
"GENTE DEL SECTOR"
En cuanto a las presunciones que tiene la empresa sobre los autores de los atentados, Gerardo Cerda fue enfático en manifestar que no le cabe la menor duda que es gente del sector, “y muchos de ellos son familiares de algunos trabajadores que tengo que viven ahí mismo, lo que pasa que son jóvenes que están abrazando algunas causas que alguien les inculcó, pero son malas prácticas que se contradicen de la realidad del sector”.
En cuanto a los daños en las máquinas y el detrimento económico ocasionado a la empresa, expresó enérgicamente que “aquí estamos, buenas noches los pastores y pasando al banco para pedir plata para reparar los buses que nos hacen pedazos”.