Santiago.-(M. Donoso y N. Hernández) Con un voto político, en que se respalda la conducción de la directiva RN por parte de Carlos Larraín y se lanzan veladas críticas a la actuación de la disidencia, concluyó pasadas las 19 horas de ayer el consejo nacional de la colectividad."El consejo desea expresar de manera diáfana su más absoluto rechazo al actual clima de beligerancia manifestado por algunos militantes y simpatizantes que, en forma artificial, generan un clima que no refleja la realidad nacional del partido y con ello afectan gravemente la imagen de la colectividad y de nuestro gobierno", señala el texto. Frase que, explicaron en la directiva, era un mensaje directo al grupo integrado por Daniel Platovsky, Carlos Zepeda, Felipe Guevara y Alejandro Alvarez.
El documento, que señala que fue aprobado de manera "unánime", agrega que RN "es un partido de amplio espectro democrático y abierto, en el cual las diferencias internas se resuelven agotados los mecanismos institucionales con elecciones abiertas, transparentes y plenamente democráticas".
Este punto despertó inquietud en la oposición interna a Larraín, toda vez que el martes pasado, el timonel había conversado con Platovsky su disposición a no repostular y abrir una negociación para una mesa de consenso.
Pero la alerta en la disidencia ya se había encendido al inicio de la jornada. Aunque en la alocución con que Larraín inauguró el cónclave evitó críticas directas a la oposición interna, durante un intermedio advirtió que, si bien se ha mostrado dispuesto a no repostular, él no podía impedir que un representante de su sector levantase una candidatura.
"Si yo incomodo tanto a un grupo de personas, con mucho gusto no me presento en la próxima elección, pero eso es Carlos Larraín", dijo el timonel. Y en seguida señaló que "yo he dicho que escasamente respondo a mis actos propios, no puedo impedir que otros quieran ser presidente de RN, en virtud de una elección interna".
"Y como siempre la cordura gana en RN, al menos los últimos seis años, me hace mucha ilusión ir a una elección y que el candidato sea otro", finalizó.
"Muchos esperamos que Larraín repostule y que esto se dirima en las urnas", dijo el secretario general de la colectividad, Mario Desbordes.
Además, el voto político distribuido ayer por la tarde respaldó "la forma en la cual esta instancia ha sido convocada". Esto, aludiendo a la decisión de Larraín de retirar la invitación que se había realizado en los días previos a algunos de los líderes disidentes -que no forman parte del consejo nacional- para que expusieran su postura.
Sobre este punto, Desbordes justificó la decisión de la mesa, de no abrir el cónclave a la participación de representantes de la disidencia que no ostentaran el cargo de consejero, señalando que "quisimos evitar una guerrilla, una confrontación innecesaria".
El endurecimiento en la postura de la mesa sería analizado en las próximas horas por la disidencia. Según decían en ese grupo, dependía del resultado del consejo nacional y de la actitud que asumiera Larraín si ellos accedían a reunirse la próxima semana con la mesa, atendiendo una invitación del timonel de la colectividad.
La tensión en el partido había sido monitoreada con inquietud desde La Moneda durante toda la semana (ver nota secundaria).
Además, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, ha expresado en reserva sus reparos, por la conflictiva situación del partido. En su entorno dicen que el secretario de Estado mejor evaluado en las encuestas ha transmitido que las pugnas en RN perjudican al gobierno y podrían también rebotar en una eventual candidatura presidencial suya.
Ayer, Allamand -quien no participó en la cita- dijo que tanto la búsqueda de una mesa de consenso como la competencia son alternativas válidas.
Binominal
Durante el cónclave, Larraín se refirió a las demandas de sectores políticos -entre ellos, la propia disidencia a su mesa- por cambiar el binominal. El timonel llamó a abordar la discusión de manera general, incluyendo todo el régimen político y no sólo el sistema electoral. "Hay algunos simplones por ahí que creen que todo se debe al sistema electoral", dijo Larraín, cuestionando que se vea al binominal como "una suerte de maldición gitana".
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