El árbol que plantó con sus manos el Libertador O´Higgins… está cerca de Los Angeles

Los Angeles.- Castaño se ubica en el pueblito de Las Canteras, camino a Antuco, donde a pesar de los daños causados por el tiempo, aún vive esta verdadera reliquia.
Pocos jóvenes de hoy en día saben que muy cerca de Los Angeles, a un par de kilómetros al norte del cruce a Quilleco, por la ruta a Antuco, se encuentra una pequeña localidad llamada Las Canteras.
La particularidad del poblado radica en que a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX era una hacienda del mismo nombre, propiedad del entonces virrey del Perú, Ambrosio O´Higgins.
O´Higgins mantuvo una relación con la joven chillaneja Isabel Riquelme, fruto de cuyo encuentro nace Bernardo O´Higgins Riquelme, héroe de la independencia de Chile y considerado como el Padre de la Patria.
En lo más alto de una loma ubicada en medio de la localidad de Las Canteras, desde donde se domina todo el valle, un letrero recuerda que se trata de un sitio histórico, pues allí estuvo emplazada la casa patronal que perteneció al padre de O´Higgins y que el libertador heredara tras la muerte del virrey del Perú, acaecido en Lima en el año 1800.
Se cree que Bernardo construyó una casa en ese lugar en 1804 para su familia, la que fue destruida en 1814, después del desastre de Rancagua, en que fue desmantelada, saqueada y luego quemada.
CASTAÑO
Sin embargo, hasta hoy en día y dificultosamente debido al paso de los años, se mantiene en pie un castaño que fue plantado por el propio Bernardo O´Higgins en su juventud, antes de vender los terrenos al general Manuel Bulnes.
En la parroquia local se conserva una virgen que fue traída por el libertador desde España como regalo a su madre, por lo que conocer este lugar, junto con disfrutar una vista maravillosa de la cordillera de Los Andes y los volcanes de la zona, también representan un verdadero salto en el tiempo, para conocer algo de lo que vivió este importante personaje de la historia de nuestro país.
Lamentablemente, los temporales y el envejecimiento han provocado estragos en este añoso árbol, que ha sido apoyado con algunos maderos para que no termine en el suelo, pero que aún vive como un testimonio palpable del paso y la residencia de O´Higgins por el sur de nuestro país.