jueves, 29 de julio de 2010

Experto santiaguino que participó del encuentro local advierte desastrosos casos de hidroeléctricas similares

Araucanía.- Bernardo Reyes afirma que el impacto energético de la central que se pretende construir en Angol, será insignificante para la demanda global de Chile.
Bernardo Reyes, investigador y analista de políticas ambientales, director de la ONG “Ética de los bosques”, además de director del Programa de Economía y Ecología del Instituto de Ecología Política, viajó desde Santiago exclusivamente para participar de este encuentro, invitado por el Departamento de Acción Social del Obispado de Temuco.
El investigador alertó que existen casos de centrales hidroeléctricas de pasada que han causado serios perjuicios ecológicos, que calificó incluso como “desastrosos” en algunos lugares, ejemplificando con lo acontecido en la zona del río Tinguiririca.
-¿Tiene algún ejemplo reciente de casos problemáticos?
- Estuvimos la semana pasada con la diputada Alejandra Sepúlveda, presidenta de la Cámara de Diputados, y si distrito es Tinguiririca y donde también existen centrales de pasada y en el papel les manifestaron que todo sería perfecto, pero que ha sido una historia de desastres y por eso creo que sería bueno invitar a la diputada Sepúlveda a venir a Angol y que participe de esta discusión.
Recién el profesor Lienlaf nos contaba de otra central de pasada que existe en esta misma Región de La Araucanía, que deja un importante tramo del río sin agua durante el verano y no hay que ser experto para saber que en un lugar donde tienes especies únicas y las dejas sin agua, éstas se te van a morir.
-Su exposición fue muy contundente en destacar las debilidades del Picoiquén frente a una intervención del hombre.
ç -Lo primero, es que este río entrega agua a 60 mil personas y por lo tanto, proteger el agua de hoy y del futuro, es un tema central tanto en políticas públicas como para la ciudadanía. Aquí en Angol, proteger al río Picoiquén, es proteger uno de los ríos más raros de la zona central de Chile. Este es un río que tiene cuatro especies nativas y todas las especies de peces que en Chile están en peligro.
Yo, como ecólogo, sé que donde hay una especie nativa y es un pez de agua dulce que todavía está en buena condición, es un río muy raro y debemos protegerlo y acá en Angol ustedes tienen cuatro de esas especies, por lo que el Picoiquén debe ser protegido porque tenemos que enfrentar la disminución de las lluvias por efecto del cambio climático y que significa un período de lluvias más intensas pero que llegarán más tarde o de lo contrario tendremos un Picoiquén seco durante tres, cuatro, cinco o seis meses y eso trae riesgo de incendio, pérdida de la biodiversidad y sobre todo la pérdida de salud de la gente de la comunidad por no tener el agua suficiente.
Yo me pregunto si ¿quiere la gente de Angol correr el riego y autorizar un proyecto donde a la larga tendrán que pagar tres o cuatro veces el costo de agua potable que pagan hoy en día?
-La empresa que pretende construir la hidroeléctrica argumentó ayer ante el Concejo Municipal que este tipo de centrales de pasada son la tendencia a nivel mundial y que no traen consecuencias graves para la ecología ni contaminación…
-Todas las acciones humanas tienen impacto. Ninguna de ellas es lo suficientemente ecológica porque los seres humanos no somos ecológicos y tendemos a concentrar, somos consumistas y tenemos poca conciencia de nuestras actividades. Cuando una empresa intenta generar un proyecto hidroeléctrico, incluso con una central pequeña, está buscando por supuesto, el lucro.
Estar buscando generar ganancias no es nada ilegal, es perfectamente lícito, pero no puedes pretender decir que lo que tú estás haciendo es necesariamente algo bueno para la comunidad o que te preocupa el futuro de la gente de Angol.
Esta central de 19 MW no le aporta gran cantidad al sistema energético chileno y por lo tanto no es la gran solución. Sería una solución si hubiera una red interna, porque estos 19 MW si sólo alimentaran a Angol y con dos o tres de éstas, ustedes ya tendrían una ciudad con una seguridad energética. Ya se está cayendo el sistema todo el tiempo y no por una falta de energía, sino por una mala administración del sistema.
Por lo tanto, el análisis que yo hago tras revisar la documentación, es que este proyecto está sobredimensionado y si este proyecto fuera autorizado, requiere de muchos más estudios. Esto requiere de un estudio de impacto ambiental y no de una declaración de impacto ambiental, la declaración no permite participación ciudadana.
-Aquí, en el caso del Picoiquén, se habla construir un tubo de 10 kilómetros de largo para captar y trasladar el agua del río. ¿Qué pasa con la superficie del río en ese tramo de 10 kilómetros?
-Independientemente que ellos (la empresa) hayan hecho un estudio con un modelamiento matemático bastante ad hoc, bastante poco asentados en datos reales de esa zona, lo más probable que gran parte de ese trayecto permanezca seco en gran parte del verano y en los períodos de sequía extrema que hemos estado viviendo y Angol tiene una historia de sequías.
Ustedes mismos, los angolinos, son testigos que en verano no hay agua y existen otros ríos y esteros de esta zona que en esa época están secos y lo más probable, porque no hay que ser brujo ni mago para saber que en verano, grandes tramos de este río estarán secos y el problema no es sólo la sequedad, sino el riesgo de aumento de incendios.
Acá mismo en Angol han habido grandes incendios forestales de gran magnitud y si usted tiene un monocultivo forestal y si en la misma donde va a pasar el tubo ha habido un incendio forestal grande, las posibilidades de tener otro son mucho más importantes porque hay déficit de humedad y todo está más seco. Por tanto, un daño a la biodiversidad, a la estructura de la cuenca, al bosque nativo y a la fuente del agua, es hacer un daño a la vida misma. Esto hay que metérselo bien en la cabeza: si destruimos el bosque nativo, estamos destruyendo la cuna del agua y ¿podemos vivir sin agua? ¿O nos gustaría empezar a comprar agua en aljibes?
Creo que todos los angolinos no querrán pasar todo el verano consumiendo agua entregada en camiones aljibe y tendremos que pagar el costo de pozos profundos como si viviéramos en una zona semiárida o de lo contrario, tenemos que hacer proyectos de conservación de la cuenca para cuidarla y que estos proyectos, que tienen bajo nivel de impacto ambiental comparados con las grandes centrales –sí, tienen un bajo impacto comparados con una central a carbón- se hagan dimensionados, con buenos estudios, con mayor certeza y sobre todo con un proceso amplio de consulta para asegurar el futuro del agua para los angolinos.

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