Victria.- .- El caso en se vieron envueltos los padres de un menor victoriense -Daniel Cortez y Blanca Henríquez- quienes mediante esta tribuna evidenciaron su malestar por la forma en que el odontólogo, Enrique Flores Soto, había atendido a su vástago. Luego que este último estaba siendo atendido por el profesional en su clínica, ya que fue uno más de los beneficiados por un programa de salud e higiene dental impulsado por el Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Para ello el niño -que cursa el sexto año básico en el Instituto Victoria- fue evaluado junto a otros, en el módulo dental ubicado al interior de la escuela Héroes de Iquique. Una vez atendido allí. Fue remitido hasta Temuco, para ser atendido en la consulta del citado dentista, quien advirtió cierto problema en la mandíbula del menor. Cabe mencionar que en la edición de Las Noticias del 2 de junio pasado, la madre del niño señaló que :
“A mi hijo el doctor Flores le encontró un problema en su mandíbula, por eso lo atendió y le implantó un aparato para tratar de reubicársela y así posteriormente continuar con el tratamiento de ortodoncia” manifestó la madre del pequeño Daniel, Blanca Henríquez. Los presentes padres indicaron además que el citado implante -que va por el interior de la boca del niño- sufrió un desperfecto y se quebró en una de sus partes”. Por ello se contactó con el profesional quien en dicha oportunidad habría manifestado su negativa de seguir atendiéndolo, puesto que la progenitora habría alegado que:
“Llamé al doctor y me dijo que no me hiciese problema en viajar hasta Temuco, puesto que atendería a Daniel en su consulta aquí en Victoria. Fue así como le retiró el aparato dañado, para luego enviarlo al laboratorio para su reparación y posterior reimplante en la boca de mi hijo” dijo Henríquez, quien añadió que “hasta ahí todo bien, el problema se presentó cuando mi marido acudió a pagar la mensualidad de 13 mil pesos, en la consulta del doctor acá en Victoria y fue allí donde se produjo un entrevero entre el progenitor y la secretaria del dentista”.
La cosa es que el problema llegó a buen puerto -mediante el Sernac- quien medió en el caso, logrando que el odontólogo Flores Soto ofreciese a modo de compensación por lo ocurrido, cumplir con el presupuesto entregado a la reclamante Blanca Henríquez, el cual corresponde sólo a un tratamiento ortopédico dento - maxilar, es decir, seguir sólo con el tratamiento presupuestado, considerando que las otras prestaciones que demande el paciente, deberán ser evaluadas al término de este tratamiento. Todo lo anterior a condición que Henríquez -tal como lo hizo previamente- concurriese hasta esta redacción para dar cuenta de que se ha alcanzado un acuerdo con el citado odontólogo.
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