A no mucho de que la Municipalidad de Pucón anunciara que la Universidad Austral de Chile (Uach) realizaría un estudio que recabara el real impacto de las pisciculturas en el área lacustre de la Novena Región, y aun sin que la opinión pública tenga noticia de aquello, se presenta ahora quizás el más atrevido de los proyectos de la industria salmonera en la zona.
Se trata de una bocatoma transversal a lo ancho del cauce del Río Carhuello, en Caburgua, que sirve para captar los derechos de aguas constituidos a favor de la Sociedad Comercial Agrícola y Forestal Nalcahue Ltda, que tiene solicitados para si casi la totalidad del flujo del cauce. Este sistema de represa elevará el nivel hasta la cota sobre el sello de un canal de aducción, el que conducirá el agua un estanque de distribución.
El tema despierta una vez más el debate respecto al uso industrial de los ríos en zona turística, ya que existe en el área parcelas de preservación, dada la gran diversidad de flora y fauna ribereña nativa. Así lo estima el matrimonio Loreley Gómez y Bruce Wheler, ya conocidos por dar pelea contra esta empresa, y que ahora acusan serán perjudicados directos, pues la bocatoma será construida a la altura de su propiedad, aseguran.
“La compra de nuestro terreno fue precisamente un lugar ecoturístico, denominado Las Vertientes. La gente pagaba por entrar ahí, fue un lugar de paseos, reconocido por su belleza natural” sostuvo Bruce Wheller, advirtiendo que ya no será lo mismo si este proyecto se lleva a cabo. Se señala además, que existen otros focos importantes de turismo en el área, como los Saltos del Carhuello y del Carileufu, los Ojos del Carburgua, además de presentarse una alta presencia mapuche, cuyas comunidades –se indica- colindan ya con cerca de tres pisciculturas, solo en el lugar. Esta sería la primera empresa en la zona que utilizaría un sistema de represa en un río, de los reconocidos como importantes, para la conducción de aguas hacia las piscinas.
ANTECEDENTES
En septiembre del año pasado la compañía en cuestión fue sancionada por la Dirección General de Aguas (DGA) por provocar en este río Carhuello un considerable ensanche de la ribera, sin permisos previos, a lo largo de 6 metros y vertiendo el material extraído al lecho del cauce. Trabajo que se realizó con una retroexcavadora que se internó a las aguas del Carhuello. Esto último, además fue sancionado por la Dirección de Obras del municipio de Pucón, decretando la paralización de faenas, ya que no se contaba tampoco con el permiso para éstas.
El reclamo del matrimonio Gómez - Wheller (y un equipo de abogados) se centra ahora sobre este proyecto de bocatoma que estancará en buena parte el caudal del Carhuello, dejando una canaleta transversal que permita mayor captación que la actualmente en operación. De acuerdo a los argumentos de la empresa se pretende con esto “mejorar la calidad del agua y facilitar la operación y mantenimiento de las obras en los criaderos” (que proyecta el desarrollo de salmones desde las ovas al alevín).
Wheller mostró su preocupación debido a que en la elaboración del proyecto, que por estos días presenta la empresa ante la Comisión Nacional de Medio Ambiente, CONAMA, señalan que por diversos antecedentes “es posible concluir que el proyecto no requiere de la presentación de un estudio de impacto ambiental”.
En la elaboración de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), en la que –se informa- trabaja el ex director regional de CONAMA, Víctor Durán, se presentan los puntos que justificarían, según los postulantes, la NO presencia de estudio de impacto ambiental. En síntesis se trata de lo siguiente:
- El proyecto se ubica en una zona rural, con una alta intervención antrópica, por tanto no hay recursos naturales renovables que puedan verse afectados.
- Por otra parte, existen casas cercanas, sin embargo las familias no son afectadas dada la naturaleza y tecnología de la piscicultura.
- La zona (comunas de Villarrica-Pucón) fue declarada como ZOIT por Resolución Exenta Nº 547 de fecha 10 de abril de 2003. Sin embargo no cuenta con un Plan de Ordenamiento vigente. En consecuencia, SERNATUR debe pronunciarse en un plazo de 45 días respecto del proyecto de inversión que se desea construir en el ZOIT. En términos legales, este pronunciamiento es un permiso sectorial y al no estar contenido en el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, debe ser solicitado en forma sectorial a SERNATUR. Si bien la zona donde se ubica la piscicultura está bajo protección oficial, se han tomado las medidas necesarias para evitar contaminación o deterioro del medio ambiente.
- En este contexto las actividades piscícolas no son conflictivas en relación al desarrollo del turismo, toda vez que estos centros de cultivo, pueden ser una buena oportunidad para fortalecer las actividades culturales y recreativas de los turistas, bajo el concepto de desarrollo sustentable en donde crecimiento, equidad social y protección del medio ambiente son objetivos inseparables. No obstante lo anterior -señala el proyecto- el área de la piscina, es muy menor si la comparamos con el área de la ZOIT.
Ante lo anterior, el vecino de Carhuello, Bruce Wheller, señaló que “una muestra presentada a la autoridad por la propia piscicultura, no constituye un balance objetivo”, señaló, insistiendo: “Reclamamos un estudio de Impacto Ambiental”.
Juan Cox Sánchez
revistatravesia@chile.com
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