martes, 29 de julio de 2008

“La conceptualización de los aprendizajes motores (I)” Especial para técnicos de Escuelas de Fútbol U-10

Escrito por Darío de la Fuente Fernández
Las automatizaciones han sido por mucho tiempo la forma más común de adquirir una habilidad motriz; por fortuna, hoy poco a poco esta concepción clásica ha ido cambiando y ha sido reemplazada en algunos casos por conceptos mucho más acordes a la naturaleza cognitiva y a la capacidad de razonar del individuo, teniendo en cuenta e intentando respetar su carácter evolutivo.En consecuencia surge como contrapartida a esa adquisición de aprendizajes tipo conducta, lo que se llama desarrollo de conceptos o como denomino en esta conjetura. La conceptualización de los aprendizajes motores representan los aprendizajes basados en métodos de enseñanza en el que se desarrollan estos aprendizajes, por medio del conocimiento, el descubrimiento y la incorporación intrínseca y extrínseca de información, o sea, tomada del medio o bien autogenerada por el aprendiz, alcanzando, además, junto con la habilidad motriz, la conceptualización, es decir, la comprensión de la idea o de lo que se quiere aprender.Está claro que el desarrollo motor se logra fuere cual fuere el camino elegido, ya sea por automatización o bien por conceptualización. ¿Pero cuál es la diferencia más importante entre ambos? Esta radica en la forma en la que puede ser aplicada al momento de necesitarla, (a esa habilidad motriz) ya sea en forma acción y reacción para las del primer tipo o de respuesta o problema en las del segundo tipo. Los automatismos son limitados en su funcionamiento, quizás sean efectivos en deportes cíclicos. En cambio los conceptualizados, no tienen límites en su aplicación y estimulan el desarrollo creativo, por lo tanto son muy efectivos para la enseñanza de deportes de conjunto en donde las situaciones durante el juego en sí, son difíciles de prever.La diferencia la marca el proceso, para los automatismos que dan resultados a corto plazo, basta las demostraciones, la abundante repetición de la habilidad a adquirir o conducta a lograr, la cual puede ser analítica, pero se caracteriza por la escasez de información relevante. Una vez lograda la conducta, se lleva esta a situaciones de juego, que no siempre terminan siendo reales. En cambio los aprendizajes conceptualizados adquieren los resultados a largo plazo, entendiendo que este largo plazo tiende a mejorar la perfomance perfeccionando constantemente ese aprendizaje y tomando los resultados inmediatos como elemento de evaluación. Sería algo así como lograr en estos la consistencia para que puedan perdurar y mejorar con la aplicación a diferentes situaciones o problemas que se plantean en el juego. Además se construyen mediante la participación activa del aprendiz, la habilidad y conocimiento por parte del profesor o entrenador para aportar la problemática, la información relevante y la situación de trabajo acorde al nivel de aprendizaje. Básicamente diré que estos aprendizajes pueden ser globales partiendo de situaciones sencillas y se van perfeccionando a medida que la situación o problemática se va complicando o complejizando, buscando en consecuencia respuestas por parte del aprendiz cada vez más efectivas, pero a su vez más ricas en creatividad y habilidad. Se quiere lograr en el jugador la multiplicidad de respuestas ante igual o diferentes situaciones.Lo que se pretende en esta conjetura al incorporar el concepto como factor relevante del aprendizaje inteligente, es que el deportista que se forma, alcance el nivel más alto del entendimiento con relación a la habilidad motriz a aprender. De esta manera se evita la vacuidad motriz, propia de los aprendizajes tipo conducta o automatismos, pero se logra o gana a largo plazo la posibilidad de poder generar información intrínseca que puede ser utilizada para adquirir, mejorar, perfeccionar o transferir para otros aprendizajes. Como consecuencia de esta conceptualización inserto dos conceptos que los denomino aditivo y evolutivo y que, conjeturo, son los encargados de perfeccionar y transferir los aprendizajes motores, ya que estos toman la información directamente de la acción concreta del problema aprendizaje o del problema juego (en toda la gama de competencia).La conceptualización de los aprendizajes motores no solamente apunta al logro de las habilidades motoras, sino que pretende que el jugador pueda hacer efectiva la aplicación de esas habilidades en situaciones diversas de juego o problemas que plantea el juego. El jugador aprende tomando desde un principio constantemente decisiones que pueden ser o no efectivas y esto le enseñan a evaluar y evaluarse, a la situación y su decisión o respuesta y a sí mismo y a las consecuencias. Va eliminando errores a medida que va perfeccionando su respuesta.Pero lo relevante es que mediante la conceptualización todo sirve o ayuda a mejorar, lo positivo y lo negativo, ambos factores son fuente de incalculable riqueza informativa y que es mejor asimilada por aquellos que entienden a que están jugando porque comprendieron lo que estaban aprendiendo. No basta solamente con jugar bien, sino que, además, hay que saber jugar.

Este enfoque que predomina en nuestra cultura deportiva, tiene la particularidad de buscar y permitir resultados inmediatos, sin reparar en el impacto negativo que pueda ejercer sobre los aprendices. Tendrían estos resultados logrados poca consistencia ya que son obtenidos mediante procesos pobres, que apuntan a favorecer por una cuestión lógica y natural al más talentoso, lógica y naturaleza que paralelamente se encarga de descartar rápidamente al resto, menos talentoso, incluso a aquellos talentos que aún no se han despertado. Generarían más habilidad entre los hábiles y más torpeza entre los torpes. Quiero expresar con esta conjetura que se pondría a los menos talentosos ante situaciones muy complejas para su madurez las cuales irían cercenando sus ganas de progresar, lo cual generaría cierto grado de frustración, para ellos sus días de deportista estarían contados, mientras que para los más aptos o maduros esta modalidad ayudaría a incrementar considerablemente su habilidad con un aumento también considerable de su autoestima. Además esta manera es incapaz de generar conocimiento, factor importante para desarrollar la creatividad tanto en unos como en otros.Este corto plazo obtendría o lograría objetivos del tipo bengala, esto significa que de repente ilumina y deslumbra a quienes observan, pero rápidamente esa luz se va apagando hasta desaparecer. Estos logros obtenidos serían tan poco consistentes y efímeros que nos dan la pauta que los logros obtenidos durante el proceso de desarrollo del jugador, incluso en los talentosos, tienen más que ver con el aprovechamiento de ese talento natural del deportista, los defectos del adversario y la pobreza conformista del sistema que sustenta estos procesos pobres de enseñanza.Deberíamos encontrar a una manera de trabajo más consciente para lograr aprendizajes más consistentes, a largo plazo. Esta forma debería basarse en la paciencia, el sentido común, el conocimiento, la coherencia, la oportunidad para aquellos que se están formando, el respeto, la responsabilidad y la formación integral del jugador así como del profesor o entrenador.El proceso debe apuntar al desarrollo y evolución del juego, los jugadores, los entrenadores y los dirigentes. Que involucre a la totalidad del conjunto que hace al deporte.Características de los procesos a corto plazo (síntesis)En general:• El brillo fugaz de unos pocos.
• Limita y retrasa la evolución del universo del deporte. (La evolución de los menos aptos, obliga también a incrementar los esfuerzos a los mas aptos, como manera de mantener vivas las diferencias).En particular:• No da oportunidades por igual a todos aquellos que se están formando.
• Frustra a más jugadores que a los que les permite brillar.
• Limita el trabajo en equipo.
• Limita la evolución de los talentosos.
• No es paciente con aquellos que todavía no han madurado.
• Limita el desarrollo psicomotor y por ende la habilidad natural y adquirida.
• No es tolerante con los menos aptos.
• Complace a unos pocos.
• Al entrenador le sirve para mantenerse activo en el ramo.
• Fomenta el individualismo, limita la cooperación y el trabajo en equipo.
• Limita el desarrollo creativo.
• Limita el conocimiento.
• Se basa más en la adquisición de conductas y no en el desarrollo de habilidades motoras consistentes cargadas de un alto nivel de conocimiento.
• Limita la toma de decisiones.
• Es injusto en muchos aspectos especialmente cuando se trata de jugadores en formación. El hecho de planificar a corto plazo es algo así como pan para hoy hambre para mañana. Pero lo más grave es cuando este corto plazo se apodera de los sistemas de formación de las futuras generaciones de jugadores y la consecuencia de esto es la poca producción de jugadores talentosos, de entrenadores y equipos con formación consistente. Sin dejar de mencionar el vaciamiento de talentos que están sufriendo los países con menos poder económico por parte de los mas fuertes económicamente hablando. la consistencia en los aprendizajes sería una de las maneras de poder mantener niveles de competencia internos quesean interesantes y así ganar el respeto y el lugar entre los mejores con o sin los grandes personajes que bien representados nos dejan a nivel mundial.La idea no es descartar de raíz a los resultados a corto plazo, estos tienen un valor importante dentro de los procesos de aprendizaje, son necesarios ya que serían parte imprescindible del mismo. La relevancia de estos radicaría en que son piezas del paso a paso para lograr los grandes objetivos que sedan, seguramente en el largo plazo. El problema comienza a gestarse cuando estos procesos a corto plazo se convierten en el fin último del proceso propiamente dicho. (Un ejemplo sería que el fin del mini básquet fuera simplemente ganar una competencia)A continuación les presento un nuevo aporte teórico que espero sirva para mejorar la calidad de los aprendizajes motores apuntando esencialmente al desarrollo creativo del jugador y del el pensamiento táctico, además de mejorar considerablemente su capacidad para tomar decisiones.PrefacioEl trabajo que les presentaré consta de dos partes, la primera que corresponde a los capítulos encargados de dar fundamento a la conjetura de la conceptualización de los aprendizajes motores aplicados a los deportes de conjunto y una segunda parte que está directamente relacionada a la práctica del trabajo o más bien a los conceptos del básquetbol y la aplicación de esta teoría y los principios del sistema VEDIME creados por El entrenador Cordobés Antonio Manno.Esta conjetura de la conceptualización de los aprendizajes apuntaría esencialmente al desarrollo de jugadores integrales. Personas capaces de participar en una actividad deportiva teniendo en cuenta ante todo sus límites y posibilidades. El trabajo sobre estos límites y posibilidades se realiza en función de disminuir las primeras e incrementar las segundas de manera de llevarlo en su vida deportiva a un punto más alto en su desarrollo, más allá de sus condiciones personales y naturales. Estaría desarrollado para aplicarlo exclusivamente en categorías formativas, para jóvenes deportistas a partir de los trece años aproximadamente.La integralidad implicaría desarrollar a la persona toda, física, mental y espiritualmente. Se toma al hombre como una unidad total que involucra aspectos y funciones; motor, social, psicológico y espiritual o de conciencia según el lector quiera denominarlas.Un Jugador integral es una persona que se formaría deportivamente teniendo en cuenta los principios básicos que sustentan la trilogía que constituye al hombre: Cuerpo, Mente y Espíritu/ conciencia, atendiendo su relación con el medio y su historia, en consecuencia su desarrollo apunta a una formación que involucre a estos tres ámbitos y la interrelación entre ellos. Como resultado de esto se pretendería lograr una evolución paulatina, a largo plazo que se manifieste desde este punto de vista de la siguiente manera: Jugador solidario, comunicativo, capaz de tomar decisiones, conocedor del juego, capaz de evaluar, creativo, adaptable a los cambios, con experiencia en el juego todo, más hábil y capaz de activar su pensamiento táctico en situaciones individuales y colectivas acordes a su nivel competitivo. CríticaA raíz de lo expuesto, es que intento hacer una crítica al conductismo en los métodos de enseñanza muy utilizados aún hoy en clubes y escuelas, ya que aportarían estos métodos, poco al desarrollo integral. Esta utilización excesiva de la teoría Conductista que transforma a la enseñanza del básquetbol en un mero adiestramiento, solo servia para seguir favoreciendo a los más aptos, valiéndose de las capacidades naturales de algunas personas o jugadores para potenciar sus habilidades. Argumenté el concepto de adiestramiento como elemento de automatización de los aprendizajes. Esta actitud conductiva muy utilizada en los procesos de enseñanza es simplista y como tal se encarga desarrollar aprendizajes automáticos tipo hábitos. Se utiliza para transmitir experiencia, sustenta en la práctica la filosofía del dril.Antes de comenzar esta introducción quiero aclarar que la conceptualización a la que haré referencia en esta conjetura no es el juego por conceptos por todos conocidos. Es mucho más, es la conceptualización del proceso de formación, es darle al jugador la posibilidad de que entienda lo que está jugando de darle libertad para poder tomar decisiones en toda su etapa deportiva, desde que se inicia hasta donde sus posibilidades o el sistema le permitan llegar. Esta forma de ver el proceso serviría para que todos puedan elevar su nivel, los más talentosos y los menos talentosos, hacerlos también más creativos, comunicativos, decididos. Apunta al desarrollo integral del jugador. Es para que los jugadores no solo jueguen bien, sino, a que, además, sepan jugar. Se intenta desarrollar la creatividad, elevar la habilidad y favorecer la toma de decisiones. Esto es aprender a aprender es disminuir las limitaciones personales e incrementar sus posibilidades. Es el proceso desarrollado de una forma un tanto más inteligente y libre y que colaboraría a voltear estructuras personales que ponen límites a la capacidad de tomar decisiones asumiendo ciertos riesgos parados sobre conocimientos confiables. Sería también desterrar los procesos de adiestramiento que todavía hoy son sustentados mediante la utilización de métodos de enseñanza con carácter conductista. Diez preguntas. Los por qué que promoverían un cambio1. ¿Por qué a la gran masa de jugadores de básquetbol le es tan difícil tomar decisiones dentro del juego?
2. ¿Por qué decisiones que son sumamente importantes y definitorias muchas veces para el éxito deportivo, son tomadas de antemano por el entrenador con intervención pasiva de los jugadores?
3. ¿Por qué salvo los muy talentosos, el resto no puede resolver situaciones problemáticas muchas veces de relativa complejidad y otras no tan complejas?
4. ¿Por que muchas veces se les escapa o pasan por alto situaciones que podrían haber dado al equipo la oportunidad de lograr una ventaja?5. ¿Por que el talentoso no es mucho más talentoso y el resto del equipo no es mucho más desenvuelto, efectivo y decisivo?
6. ¿Por qué los equipos no sobresalen como equipo si no es mediante su talentosa estrella?
7. ¿Por qué el grueso de los jugadores, carecen considerablemente de esa mágica dosis de creatividad?
8. ¿Por qué los niños no juegan y los adolescentes y adultos no entrenan?
9. ¿Por qué las oportunidades sufren restricciones en los momentos donde el jugador que se esta formando necesita esas oportunidades para seguir creciendo?
10. ¿Por qué se le pone limite al crecimiento deportivo del que se esta formando?Entiendo que estas preguntas son un problema que podría ser solucionado si tuviéramos en cuenta que la falta de conceptos dentro de todo el proceso de aprendizaje motor limita el entendimiento de lo que se pretende aprender a jugar. Limita el desarrollo del pensamiento táctico. Limita las posibilidades de resolver problemas. Dificulta la toma de decisiones. Coarta la posibilidad de ser creativo. Resta libertad al proceso y al juego. Favorece los procesos de adiestramiento. Responsable aún hoy, en muchos casos, de poner límites al desarrollo de nuestros jugadores. “Sería la adquisición del concepto el valor agregado que incorporamos al proceso de aprendizaje con el fin de entender a que estamos jugando”El principal objetivo sería desarrollar una base teórica y practica que involucre la mayor cantidad de conceptos o ideas que son importantes para la formación de jugadores integrales y además, para poder alcanzar los escalones más elevados dentro del nivel deportivo o competitivo en que este se desempeñe.

Para ello se utilizarían racionalmente todas las variables posibles que participan dentro de un proceso de enseñanza y que ponen al jugador bien formado como centro y actor fundamental en el camino a la evolución deportiva. Estas variables estarían fundamentadas por las nuevas teorías del aprendizaje motor, las cuales trataré‚ explicitarlas de manera simple con el firme propósito de que cada una de las personas a las que les pueda llegar este material puedan utilizar estos conceptos de la manera que más crea conveniente, siempre y cuando esta conjetura pueda resultarles de alguna manera útil. Son ideas que apuntan directamente a un cambio de base, no en lo técnico o táctico, sino en el proceso.No intento ofrecer una receta que pueda asegurar el éxito deportivo. Esto seria prácticamente imposible ya que es difícil encontrar al menos dos equipos iguales, sencillamente porque sus componentes (Jugadores, cuerpo técnico, medio competitivo, etc.) no son los mismos. Solamente podrán tener características semejantes, pero de ninguna manera se puede decir que son iguales. Entonces, de acuerdo a este concepto, no se debería masificar el trabajo porque de esta manera no estaríamos respetando el principio de persona individuo, en nuestros jugadores.Pretensiones de esta conjetura• Buenas ideas y bien fundamentadas las cuales se expresaran en forma de conceptos simples para poder entrenarlos de manera efectiva durante las practicas y afrontar con superación la difícil misión de desarrollar jugadores mucho más talentosos de lo que hoy podemos lograr.
• Equipos mucho más consistentes de manera que en los tramos finales del proceso podamos jugadores y entrenadores desafiar las situaciones concretas que se nos presentaran durante la competencia del futuro.
• Conceptos que pueden ser tenidos en cuenta para desarrollar una filosofía de juego aceptable y ordenada.
• contar con el aval de una nueva concepción en cuanto a teorías del aprendizaje motor, las cuáles serán el soporte fundamental para el desarrollo de nuevas metodologías, cuyo objetivo será el desarrollo de jugadores integrales.
• Permitir formar jugadores, que sean capaces de tomar decisiones, producto de un entendimiento total del juego, sumado al incremento de sus habilidades motoras, capacidad de resolver problemas del juego y manejar situaciones.
Las sociedades evolucionan por la madurez (experiencias que involucran aciertos y errores) que alcanzan los individuos que en ella habitan. En nuestro caso en particular la evolución de un deporte podría estar vinculada a la madurez de los entrenadores, jugadores, dirigentes, además, del nivel competitivo en el que se desarrolle esta en determinado espacio y tiempo. Pero lo que quiero referir es exactamente a esa evolución que se puede producir a lo largo del tiempo histórico en el que se desarrolla un juego o actividad deportiva. Y para que ese tiempo histórico pueda ser registrado en adquisición de capacidades, habilidades, complejización de los procesos y respuestas, toma de decisiones, etc., es necesario que los individuos que participan hagan los aportes correspondientes, esto significa que se generen cambios desde lo individual que incidan en lo colectivo y que a su vez estos repercutan en el deporte aumentándole nivel de competencias, esto quiere decir hacerlos mas complejos. Y en este punto comenzamos a asignarles grados de responsabilidad a sus componentes comenzando en este caso por los entrenadores.A modo de ilustración y para poder ejemplificar mejor que es lo que se pretendería explicar, he realizado una división en tres niveles, que involucran tres maneras diferentes de encarar un proceso de entrenamiento y que marcan niveles de evolución, comenzando por la más primitiva, el nivel uno, hasta el nivel tres, el más evolucionado y que es este el que quiere promover esta conjetura.Primer Nivel En un primer nivel podemos hacer referencia a aquellos procesos de enseñanza en el cual el entrenador se limita directamente a copiar y transferir acciones que no son propias y nada tienen que ver con las características del equipo que dirige o está formando. (Transfiere y repite textualmente experiencias que no le son propias).

Es un procedimiento en el que se trata de reflejar en el propio equipo los logros alcanzados por otros mediante la imitación de las actitudes tanto ofensivas como defensivas, pasando por alto procesos fundamentales para el desarrollo integral del jugador y, por consiguiente, del equipo.

Estamos en este nivel encasillados dentro de una postura, en la cual solamente se apela a la memoria y la automatización del jugador como recurso final de trabajo para el logro de los objetivos. Los resultados que se obtienen mediante la imitación suelen ser fugaces y generalmente no encajan con la idiosincrasia del equipo. Lo más común es que directamente no encajen y caigan en saco roto. Los aprendizajes son cerrados y limitados.Al carecer de procesos cognitivos importantes la adquisición de conceptos es bastante pobre o limitada con repercusión directa en el crecimiento del entrenador y por ende de los jugadores y el equipo. Segundo Nivel El segundo nivel corresponde a aquel proceso en el cual el entrenador intenta realizar su trabajo mediante un doble juego de imitación y adaptación.Con frecuencia se copia el trabajo o las recetas de otro entrenador (ya sea por participación en clínicas, cursos, videos, material gráfico, etc.), debiendo tomar luego, el trabajo de adaptarlas a ciertas características de su equipo. La nueva receta adaptada podría resolvernos algunos problemas pero seguiría careciendo de consistencia.Se pasan en este nivel por alto algunos de los procesos de adquisición de conceptos fundamentales que son los que otorgan mayor crecimiento creativo a los jugadores (las propias experiencias que parten de sus problemáticas particulares).

Este segundo nivel coloca al entrenador y sus jugadores en un punto mucho más alto de desarrollo que el nivel anterior, pero sigue estando muy lejos de alcanzar la riqueza conceptual que nos permita entre otras cosas a comprender y lograr un conocimiento más amplio y confiable.Entiendo que esta actitud todavía no sería la más adecuada si pretendería incorporar del la mayor cantidad y calidad de conceptos que el basquet podría abarcar. A pesar de todas las correcciones y adaptaciones que pudiéramos hacerle a la receta adquirida, nunca sería la más adecuada, carecería de una gran dosis de personalidad. Tercer NivelEste debería ser el que nos ponga al alcance las reglas, los principios y los métodos para desarrollar un proceso de entrenamiento inteligente.

Enfatizaría la importancia que es para un entrenador, en especial aquellos que trabajan con basquetbolistas en formación, esforzarse para lograr una actitud creativa y crítica. Una mezcla suficientemente coherente entre ciencia, experiencia y sentido común.Sería entonces la creatividad, tomar decisiones y la capacidad para resolver problemas, ni más ni menos los puntos en cuestión. De ninguna manera podemos hablar del logro de resultados a corto o mediano plazo, ya que estamos ante un proceso continuo sin límites cuyos objetivos se van dando paulatinamente y dependen de múltiples factores intrínsecos y extrínsecos que influyen directamente en el equipo. En este proceso el desarrollo de las potencialidades de los jugadores estaría regido por los limites propios de las personas a las cuales esta dirigido el proceso y de las encargadas de dirigirlo.En gran medida somos los entrenadores los responsables de determinar los límites y los alcances del proceso ya que estaría en nuestras manos el compromiso de administrar la cantidad y la calidad del trabajo con él fin de aproximarnos lo más posible a los objetivos que se hayan propuesto para el aprendizaje del deporte.Si bien esta conjetura está directamente referida a la importancia que posee la adquisición de procesos conceptuales tanto en entrenadores como en jugadores, no podemos dejar de asignarle un valor importante a los procesos de adquisición de habilidades motoras que son la base o los cimientos sobre los cuales se han de sustentar todos los futuros aprendizajes, tanto técnicos como tácticos y que están directamente ligados entre sí y que en este caso los denominamos fundamentos.Estos fundamentos son las herramientas técnicas que adquiere el jugador y cuya efectividad se incrementa al ser adquiridos con posterioridad mediata o inmediata al desarrollo psicomotriz (esto se da fundamentalmente entre los cinco y 12 años. Estos conceptos serán aclarados más adelante).

Hacer un trabajo de fundamentación importante en los jugadores que se están formando es comparable con la construcción de un edificio, mientras más amplias y sólidas son las bases, y sí los materiales utilizados son de excelente calidad, seguramente podríamos obtener uno mucho más alto y sólido, minimizando los riesgos de que la obra se derrumbe prematuramente.Sería beneficioso trabajar los fundamentos en el momento adecuado del proceso dándole a estos la importancia o la prioridad que se merecen, teniendo en cuenta que son la base sobre la cual se apoyara toda la estructura del futuro basquetbolista y, además, mantenerla a lo largo de su vida deportiva, para evitar que se debiliten estos cimientos que tanto tiempo y esfuerzo se invierte en construirlos.También sería importante desarrollar estos fundamentos utilizando métodos que por sobre todas las cosas eviten la automatización como medio de aprendizaje y permitan la apertura mental sobre la base de conceptos basados en aprendizajes inteligentes previos a los procesos de afianzamiento.Esta conjetura sostiene que en un juego donde las cosas suceden a velocidades rápidas, las decisiones no podrían tomarse por hábito, sino por necesidad, deberíamos crear en nuestros entrenadores y jugadores la conciencia de que uno no driblea la pelota por driblear o pasa por pasar, sino que uno decide actuar de una manera determinada porque la situación así lo requiere.Es ahí a donde debería apuntar nuestro método de trabajo, a desarrollar en nuestros jugadores aprendizajes que lo obliguen a pensar, a digerir sus propias experiencias y por sobretodo a entender y conocer que es lo que esta desarrollando o aprendiendo, a salvar situaciones problemáticas, dejando los automatismos o cambiándolos por el concepto de afianzamiento. Cualidad que se adquiere con la práctica y el uso de esos fundamentos en la resolución constantes de problemas surgidos del mismo juego competitivo o juego entrenamiento.Ya que si decidiéramos centrar los nuevos aprendizajes en la forma de hábitos o simples automatizaciones de fundamentos, correríamos el riesgo de automatizar también la forma de jugar y así sucesivamente hasta robotizar al jugador y al juego al punto de jugar de memoria, con poco brillo y falto de creatividad. La idea de esta conjetura es desarrollar el aprendizaje de los fundamentos asociados a problemáticas que parten del juego mismo, sea en el nivel que fuere, siempre apuntando a hacerlos cada vez más complejos tanto en habilidad motora como en calidad de respuestas a las problemáticas que se plantean. No enseñar los fundamentos descolgados o aislados del juego, como suele hacerse habitualmente para que estos sean automatizados por el jugador. La intención sería desterrar de alguna manera o no caer en el abuso de la utilización de driles de aprendizaje de las técnicas y/o fundamentos.GeneralidadesUn jugador con talento sería una persona poco predecible que no está atada a ciertas formas de actuar, por el contrario sería un individuo que adquirió la capacidad de manejarse con cierta libertad de cuerpo y mente, además de ser muy eficaz, cualidad que le permite tomar decisiones que otros jugadores no se atreven a tomar por no poder, por temor o no saber como hacerlo fuera de lo que habitualmente juegan. No abusa de los automatismos, no es cerrado y no es limitado en respuestas. Tiene otra apertura mental, física y hasta diría espiritual. Goza de libertad para actuar y tomar decisiones. Diría cierta libertad ya que está sujeto a restricciones que le puede poner el adversario o su propio sistema de juego. Están más allá del todo sistema.Si quisiéramos formar jugadores talentosos deberíamos comenzar sobre la base de trabajos creativos que apunten a la toma de decisiones y la resolución de problemas basándonos en el conocimiento y el saber ver el juego, incluso en las situaciones más simples e insignificantes y con sistemas mas tolerantes que le permitan cometer errores que deberán ir eliminando en la medida que van evolucionando, retroalimentándose constantemente como parte de esta evolución.

Y si, deberíamos desarrollar ciertos hábitos en el jugador como pensar, ver el juego y ser comunicativos. El TalentoTodo el trabajo que se podría realizar en cuanto a la formación y fundamentación de los jugadores se podrá apreciar, durante un juego, mucho más en aquellos basquetbolistas que posean un don especial, si quisiéramos denominar de algún modo al talento.Estas personas mejor dotadas o superdotadas son las que pueden resolver problemáticas mucho más complejas con cierta facilidad, condición que lo acercaría al éxito y al logro de los objetivos establecidos, tanto en lo personal como en la manera que colaboran en lo colectivo, como integrantes de un equipo. Pero no deberíamos los entrenadores pensar que este éxito depende solamente del talento o del trabajo que se pueda realizar, sino que las metas se alcanzarían mediante la conjunción de todos los factores que involucra un proceso de entrenamiento y que pone al trabajo y al talento en constante comunión, para que juntos aumenten las posibilidades de llegar a alcanzar dichas metas. En la medida que se asciende en el nivel competitivo es cada vez más importante lograr esa unión de talento y trabajo, porque funcionando de manera separada seguramente los caminos al éxito se irán cerrando. Especialmente si hablamos de niveles competitivos de alto rendimiento.

Tanto "el trabajo sin talento como el talento sin trabajo", sería algo así como intentar mantener parada una bolsa vacía.La MotivaciónDeberíamos tener en cuenta que estimular a los jugadores al trabajo y al aprendizaje no es tarea fácil, pero un alto grado de motivación facilitará la asimilación de todos aquellos elementos indispensables para su desarrollo y evolución deportiva, además de elevar su autoestima. Esta motivación se debería trabajar constantemente adecuándola a la edad y personalidad del jugador. El juego y la competencia en todos sus niveles son factores altamente estimulantes. Unidad IndivisibleEl hombre sería una unidad indivisible formada por un conjunto cuerpo, mente, espíritu.Si bien cada una de estas partes pueden ser analizadas por separado, es difícil que al momento de actuar o manifestarse una persona pueda hacerlo aisladamente o separando esa trilogía de manera tal que pueda ser solamente o cuerpo, o mente, o espíritu. Como tal es un ser.Partiendo de este concepto dría que por ser un ser individuo visto como deportista y en función de lo que de él esperamos como tal, se reforzaría esta condición, ya que el jugador es ante todo una persona y como tal sigue siendo una unidad cuya trilogía desde el punto de vista del hombre deportista, en función de su actuación y del proceso de entrenamiento, estaría representada por los fundamentos (aprendizajes motores) que se relacionan directamente con la actividad del cuerpo, los conceptos que se relacionan con la actividad de la mente y la motivación directamente relacionada con la actividad del espíritu.Diría, entonces, que como entrenadores, al momento de encarar un proceso de enseñanza es importante no olvidar que nuestro trabajo va dirigido a personas y que un desarrollo completo del jugador debería apuntar al desarrollo integral. Adecuándolo al nivel evolutivo de la persona (niño, joven o adulto) y también al escalón competitivo en el que esta se desempeña.La creatividad, el camino…La creatividad se desarrollaría desde la infancia generalmente través del juego y durante las etapas del desarrollo de la persona mediante distintas actividades. Como adultos deberíamos seguir alimentando nuestros conocimientos (al menos en la forma de información) para ponerlos al servicio de la creatividad al momento de entrenar o dirigir un equipo.Si el perfil de un entrenador formado debería reunir ciertas cualidades como; inteligencia, creatividad, espíritu critico, de trabajo, etc., deberíamos reflexionar acerca de que pretendemos de nuestros jugadores, cuál sería el nivel de jugador esperado y cuales las cualidades que este debería reunir. ¿Queremos jugadores autómatas que solamente responden a un estímulo determinado o jugadores creativos capaces de responder a un mismo estímulo de maneras muy diferentes, que puedan tomar decisiones y crear situaciones que los hagan más efectivos? Deberíamos los dirigentes, entrenadores y padres pensar sinceramente sobre cuales han de ser las actitudes que habremos de tomar cada vez que un niño, un adolescente, se nos presente en nuestros clubes o escuelas y nos manifieste su interés por jugar al básquetbol.”Resultados inmediatos o trabajo consistente a largo plazo”FilosofíaComo entrenadores deberíamos desarrollar un sentido autocrítico sobre el valor excesivo que le damos al hecho de; copiar planes, movimientos tácticos, etc. de los mejores entrenadores con el fin de obtener buenos resultados. La adquisición de recetas exitosas solo podría alimentar la ilusión de lograr o repetir el éxito del otro. Lo cual generalmente sería poco viable. Creo que en este sentido lo que deberíamos tomar de estos grandes del deporte serían las buenas ideas y tratar de asimilarlas y unirlas a las nuestras para formar nuestra filosofía que debería ser la que nos dé nuestros propios éxitos y fracasos. Y por medio de estos aciertos y errores ir construyendo nuestra experiencia y conocimiento, que junto a los principios teóricos adquiridos formarán nuestra filosofía, la cual sería más fiable en la medida en que seamos capaces de ir eliminando esos errores. Por lo tanto desde este punto de vista podría decir que idea es sinónimo de concepto y que al incorporar a nuestra filosofía una nueva idea estaremos enriqueciendo nuestro lenguaje conceptual basquetbolístico que nos llevará como entrenadores, a un punto más alto en la escala del conocimiento y dominio de la materia."Lo importante sería no incorporar ideas a nuestra filosofía sin haberles efectuado un análisis de viabilidad, basado en el conocimiento de nosotros, del equipo y de los objetivos que se proponen".
Autor: Willy Romero, profesor de Eduación Física de Argentina

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