miércoles, 3 de marzo de 2010

Boulevard de Villarrica soportó terremoto nacional "A sólo minutos de ser inaugurado"

Villarrica.- Con los sones de la Banda Instrumental del Cuerpo de Bomberos de Villarrica, además de todo el talento de la agrupación musical Souvenirs de esta comuna, se desarrolló hace algunos días en la ciudad del lago y el volcán, la inauguración del nuevo Boulevard de calle Camilo Henríquez.
Esta fiesta ciudadana que fue encabezada por el alcalde Pablo Astete, contó además con la presencia de diferentes vecinos y peatones que a esas horas transitaban por la importante calle villarricense. Cabe destacar que junto la avenida Pedro de Valdivia, la calle Camilo Henríquez, es el pulmón comercial de esta ciudad balneario, por lo que la consecución y término de este proyecto cobra especial sentido. “Queremos que esta vía sea nuevamente recuperada y dominada por el peatón”, explicó el alcalde Pablo Astete, quien además enfatizó en la necesidad de concretar la segunda fase de este proyecto que contempla el soterramiento del cableado eléctrico.
Cabe destacar que los trabajos consistieron, principalmente en la instalación de más y nuevos bandejones de equina y media cuadra para peatones, donde fue instalado mobiliario urbano como: bancas, basureros, jardineras y un moderno sistema de iluminación pensada en el peatón. Este proyecto tuvo un costo cercano a los 50 millones de pesos y actualmente se encuentra en marcha blanca, teniendo una excelente respuesta de parte del público, tanto local como visitantes, quienes destacaron la funcionalidad de estos descansos de esquina, que además de permitir una mejor visual a los automovilistas, según dejaron en claro en la ceremonia de inauguración.
Para finalizar, cabe destacar que este proyecto fue inaugurado sólo a horas del terremoto que sacudió literalmente al país, pero sus instalaciones se conservaron bastante bien al fuerte movimiento sísmico, teniendo en cuenta que son trabajos recientemente terminados y decorados con piedra laja, la misma que en el caso de la costanera se calló a pedazos.

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