lunes, 29 de marzo de 2010

Devoto falleció durante celebración del Domingo de Ramos en Traiguén "Vecino dejó de existir producto de un paro cardiorrespiratorio"

Traiguén.- (Gabriel Díaz Morales) El “Domingo de Ramos” es la celebración religiosa del día en que Jesús fue proclamado Mesías por una muchedumbre en su entrada a Jerusalén. En la liturgia católica, el “Domingo de Ramos” es el primer día de la Semana Santa. Este día se celebra la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de un borriquillo, preludio de su Pasión.
En la ocasión se hace una liturgia especial, realizando antes de la misa la bendición de los ramos (hechos con hojas de palma y ramas de olivo), usualmente en otro lugar distinto del templo, y leyendo el fragmento del evangelio alusivo a la entrada de Jesús en Jerusalén. Luego tiene lugar una procesión hacia el templo, para evocar el entusiasmo con el que la gente recibió a Jesús. En este momento se entonan cantos triunfales a Cristo Rey.
En Traiguén, esta actividad religiosa tuvo un trágico inicio ayer domingo 28 de marzo, a las 10.30 horas en la Plaza Brasil, donde uno de los fieles falleció mientras esperaba el inicio de la ceremonia al aire libre, dado que el Convento San Francisco resultó seriamente dañado por el terremoto del 27 de febrero.
Luego que el presbítero Jorge Vidal Bustos y un equipo de asesores diera a conocer al numeroso público allí reunido la importancia de este acto, los devotos se dirigieron en procesión por calle Santa Cruz, hasta llegar al centro de la Plaza de Armas, lugar donde se realizó la eucaristía, atendiendo a que la parroquia Sagrado Corazón de Jesús también sufriera daños de consideración a raíz del sismo. Posterior a esta ceremonia comenzó la misa, que tuvo carácter dramático, pues en ella se aludió mediante un relato pormenorizado la Pasión de Cristo.
TRAGICO FALLECIMIENTO
Antes que se diera inicio al acto litúrgico, y siendo aproximadamente las 11.40 horas, Patricio Santander Lagos de 54 años de edad y quien registraba como domicilio un hogar de acogida en la comuna, esperaba sentado el inicio de la misa.
Repentinamente, el hombre sufrió un paro cardiorrespiratorio, y a pesar de habérsele efectuado reanimación en el mismo lugar, y posteriormente haber sido trasladado en ambulancia hasta el hospital local, donde fue atendido profesionalmente en el Servicio de Urgencia por médico de turno, dejó de existir.
La información fue dada a conocer a los feligreses allí reunidos por el padre Jorge Vidal, quien en el desarrollo de la misa entregó la infausta noticia, lamentando profundamente lo ocurrido.

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