miércoles, 9 de julio de 2008

Héroes del Ejército en La Concepción


En la Guerra del Pacífico de Chile, contra Perú y Bolivia unidos que se daba por culminada con la entrada de las tropas chilenas a Lima el 17 de enero de 1881, no fue posible concluirla porque en la sierra peruana quedaban aún tropas que comandadas por militares furibundos enemigos de Chile no se rendían. Tal es el caso del coronel Andrés Avelino Cáceres «el brujo de Los Andes», que tenía a sus ejércitos con el odio al chileno, compuestos en su mayor parte por indios fanáticos y semisalvajes que luchaban con furia animal contra los nuestros, que hacían guarnición en estos terrenos inhóspitos y desconocidos. Guarnecía la aldea de La Concepción el capitán Ignacio Carrera Pinto, con la 4ª Compañía del Batallón Chacabuco el 9 y 10 de julio de 1882, que sumaban 77 hombres, más tres mujeres que habían seguido a sus maridos. A las órdenes de Carrera Pinto estaban los oficiales Julio Montt, Luis Cruz y Arturo Pérez Canto. El 9 de julio la vanguardia de Cáceres de 400 soldados regulares y miles de indios, descendieron hacia el pueblo. Los chilenos cerraron las entradas a la plaza, disponiéndose para el combate con 100 tiros por soldado, el que duró toda la noche, llegando el Coronel Canto 2 horas después, quien dejó esta nota: A las 9 de la mañana del día 10 no quedaban sino el Subteniente Cruz y 4 soldados que defendían la entrada al recinto del quemado cuartel. Los chilenos no hacían disparos, estaban sin balas. Voces peruanas que conocían al oficial le gritaban: «Subteniente Cruz, ríndase hijito. ¡No tiene porqué morir». A lo que les contestó: «Los chilenos no se rinden jamás». Mandó calar bayoneta y se fueron furiosos contra las masas indígenas que los masacraron. Las mujeres fueron arrastradas desnudas a la plaza pública y, en un inmundo bacanal, despedazadas junto con un niño que había nacido en la noche. Fueron cortadas las orejas de los cadáveres, se les abrieron las entrañas y se dejaron los terribles restos en la plaza.
El Combate de La Concepción es uno de los actos más heroicos de la Guerra del Pacífico, lo que inclusive está escrito como páginas gloriosas de los mártires del Ejército de Chile, y está así transcrita a todo el mundo. Chile ha debido rendir homenaje a Carrera Pinto, sus oficiales y sus chacabucanos, cuyos corazones reposan en una cripta especial en la Catedral de Santiago. Por ello es que mañana el Batallón Logístico Divisionario Nº 4 Victoria del General de División Gregorio Urrutia Venegas, cuyo comandante es el Coronel Hernán Díaz M., realizará el acto militar de Jura a la Bandera en la Plaza Presidente Balmaceda, en que los soldados jurarán a la enseña patria hasta rendir la vida si fuese necesario, siguiendo el ejemplo del soldado chileno en mil batallas, y muy especialmente en el Combate de La Concepción.

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