martes, 3 de agosto de 2010

Trabajo País Bicentenario

Señor Director y Editor:
Con poca cobertura de medios de comunicación, apoyo de la Municipalidad de Angol, y otros empresarios privados locales, concluyó exitosamente en nuestra ciudad Trabajo País Bicentenario.
Este es un proyecto nacional de solidaridad cristiana, creado en la Universidad Católica el 2006, que surge de la inquietud de miles de universitarios de ser agentes activos en la construcción de un país más unido, justo y fraterno, siendo constructores de esperanza.
Este año los estos trabajos de invierno se enfocaron en las cuatro regiones más afectadas por el pasado terremoto del 27 de febrero. En este marco de ayuda solidaria en la ciudad de los confines, entre los días 17 y 25 de julio, más de 30 voluntarios provenientes de mayoritariamente de Temuco. Se avocaron a la reparación de la Capilla María Auxiliadora de la población Las Naciones.
Durante esos días, además de las labores de carpintería propias de la reparación de techo y forro externo de la capilla, pudieron colaborar como constructores de esperanza. Esto a través de un compartir cercano y fraterno con todos los miembros de la comunidad, la realización de talleres como enfermería, nutrición, asesoría jurídica. Y sin dudas, el taller más concurrido: el taller de niños, en el cual muchos menores pudieron aprovechar el tiempo libre que las vacaciones les brindaban, gracias al cariño y creatividad de este grupo.
La respuesta de la comunidad María Auxiliadora no se hizo esperar y fuimos agasajados constantemente con sopaipillas, rico pan amasado, calzones rotos, etc. Durante todos estos días de compartir, se tejieron lazos y recuerdos difíciles de olvidar para todos quienes participamos en este hermoso proyecto.
Las condiciones climáticas no fueron capaces de disminuir la energía de este grupo que se fue fortaleciendo día a día a través de las risas, trabajo, comidas, y por sobre todo en instancias de formación cristiana y oración. Al finalizar las obras, parte de la meta no se pudo cumplir por la inclemencia del clima por esos días, razón por la cual, en una sentida Eucaristía de despedida, la comunidad se comprometió a finalizar las labores pendientes con los materiales recaudados y gestionados por los coordinadores de este trabajo voluntario: Lorena Martino y Sergio Vera.
Es de esperar que iniciativas como esta lleguen siempre a nuestra ciudad, donde muchos jóvenes pueden compartir y poner a disposición de la comunidad sus conocimientos y habilidades, a través de la construcción de espacios comunes y realización de proyectos solidarios con las comunidades, fomentando así el compromiso ciudadano tanto en ellas como en nosotros mismos.
Así es como me gusta ver a mi país, con universitarios íntegros que, movidos por la solidaridad cristiana y su compromiso ciudadano, se ponen al servicio de Chile. Esta vocación de servicio se fundamenta en el espíritu cristiano que Trabajo País quiere compartir, sin imponer, entre sus voluntarios.
Solo me queda agradecer públicamente a todos quienes se la jugaron por este proyecto y quienes confiaron ciegamente en este grupo de carpinteros de esperanza.
Herman Amaza Tapia
Fonoaudiólogo

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