jueves, 25 de marzo de 2010

Hospital de campaña donado por Estados Unidos ya fue entregado para administración de los angolinos

Angol.- Embajador de ese país destacó la estrecha amistad que los une a Chile y que ya se vio en terreno en el terremoto de 1960, cuando también nos debieron enviar ayuda.
Instalaciones donadas tuvieron un costo de 11 millones de dólares y desde ahora serán operadas por los funcionarios del destruido hospital mallequino.
En una hermosa mañana y en el propio recinto donde funcionan las instalaciones de emergencia, al interior del Regimiento Húsares de Angol, el gobierno de los Estados Unidos entregó oficialmente el nuevo hospital de campaña para ser operado por funcionarios de la salud de esta ciudad.
La ceremonia de donación fue encabezada por el embajador norteamericano en Chile, Paul Simons y por el gobernador de Malleco, Jorge Rathgeb, además de representantes de distintas instituciones angolinas vinculadas con la salud y también organismos vecinales.
“Nos sentimos realmente orgullosos de poder entregar este hospital al gobierno de Chile, para que los esforzados habitantes de Angol puedan continuar contando con servicios de salud primaria de gran calidad y muy cerca de sus casas”, dijo el diplomático, quien recordó que ya en 1960, el pueblo de Estados Unidos también había debido socorrer a Chile como consecuencia del cataclismo más grave que registra el mundo desde que la ciencia mide los sismos, por lo que existe una larga historia de hermandad y ayuda.


Simons precisó que el costo de la donación que se entrega para uso de los angolinos asciende a más de 11 millones de dólares, pero a nivel país también los estadounidenses han entregado carpas, teléfonos satelitales, plantas de purificación de agua, equipos sismográficos, imágenes satelitales, han otorgado transporte aéreo y movilizado a personal de evaluación de desastres y equipos forenses.


“Este hospital está en condiciones de funcionar por los próximos dos o tres años, mientras se construye uno definitivo en Angol. Las instalaciones médicas que les entregamos, incluyen equipos de asistencia primaria, cirugía, pediatría, radiología, ginecología, laboratorio, farmacia y odontología”, explicó el embajador.


Paul Simons contó que el pasado 28 de febrero -es decir a sólo un día del devastador terremoto que afectó a nuestro país- recibieron el llamado de la ex presidenta Bachelet, solicitando ayuda médica para enfrentar el desastre y de inmediato se movilizaron en ese país para enviar la ayuda que se requería.


“Sólo dos días después de su llegada a Chile, este hospital ya estaba atendiendo a sus primeros pacientes”, subrayó Simons, felicitando de paso el trabajo del personal de la Fuerza Aérea Norteamericana y la estrecha colaboración que les otorgó el Ejército de Chile.


“Espero que nuestra relación continúe creciendo en los próximos años, mientras trabajamos colaborando en la reconstrucción de Chile y toda su infraestructura dañada, como hospitales, escuelas y viviendas”, afirmó el diplomático, agregando que ya se realizan esfuerzos en ese sentido, para obras definitivas a largo plazo.


“Les entrego esto con mucho orgullo, a nombre del presidente Obama y a nombre del pueblo de los Estados Unidos”, puntualizó.

AGRADECIMIENTOS
En representación de la comunidad de Angol fue el alcalde, Enrique Neira, quien agradeció esta generosa donación.


Neira destacó que para nuestro país no sería posible enfrentar la emergencia de buena manera, si no fuera gracias a la colaboración de los países amigos que se identifican con el dolor de los más necesitados en Chile.


“La comunidad de Angol se siente tremendamente orgullosa de su presencia en esta tierra y quiero a nombre de nuestra damnificada y triste comunidad angolina, después de este terremoto, darles las gracias por estar con nosotros”, expresó el jefe comunal a los miembros de la misión humanitaria que laboró en el Húsares.


Neira destacó el trabajo de todos y cada uno de los miembros del equipo de la Fuerza Aérea Norteamericana que trabajó para el bien de esta ciudad. “Ellos han tenido una disposición y voluntad de servicio verdaderamente espectacular para con Angol”, sostuvo.


“Esta donación, indudablemente, nos servirá mucho para poder paliar en parte el dolor y la tristeza que embarga a nuestro pueblo. Han sido momentos muy difíciles, pero cuando uno siente que la mano del amigo llega en los momentos más difíciles… más los aprecia, y por eso agradezco al gobierno de los Estados Unidos... esta donación nunca la olvidaremos y son gestos que enaltecen a los pueblos”, finalizó.

QUIENES SON
El equipo de asistencia médica de campaña de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos -cuyo nombre es U.S. Air Force Expeditionary Medical Support (EMEDS)- llegó a Chile la mañana del martes 9 de marzo, a bordo de tres aviones C-17 Globmaster, para dirigirse de inmediato por tierra hasta Angol, ya que se les informó que este hospital se encontraba totalmente inutilizado y se requería de apoyo médico con urgencia.


Los militares son oriundos de distintas ciudades de ese país y provienen de la Base Aérea Charleston, en Carolina del Sur, y su despliegue fue financiado por la Oficina para Asistencia a Desastres en el Extranjero de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID/OFDA).


El grupo de 84 aviadores estadounidenses, incluyendo 63 profesionales de la salud, capacitó a los funcionarios del Hospital de Angol para el uso de este hospital, y entre los médicos que estuvieron trabajando había expertos en atención médica primaria, cirugías, atención pediátrica, radiológica, ginecológica, de laboratorio, farmacéutica y dental.


Un detalle que llamó la atención de quienes trabajaron con los norteamericanos, fue su extremo profesionalismo y que todo el equipo, incluyendo los médicos, no sólo trabajaron en la atención directa de pacientes, sino que fueron ellos mismos quienes personalmente montaron las carpas y el equipamiento, poniendo todo de su parte para ofrecer un servicio óptimo a la comunidad angolina, trabajando codo a codo en labores físicas.

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