¡Arriba angolinos!

Señor Director y Editor:
Soy una angolina nacida en esa hermosa ciudad. Emigre hace casi 40 años a Santiago.
Mi niñez y mi adolescencia las viví allí junto a mis padres. Tengo hermosos recuerdos de la tranquilidad, la hermosura de sus plazas, sus ríos que cruzan la ciudad y por sobre todo el gran cariño que caracteriza al angolino.
Recuerdo el gran terremoto del año 60. En aquella época éramos más pobres los angolinos y esta ciudad se levantó de entre los adobes y nos pusimos de pie.
Mi casa está ubicada aún en calle Julio Sepúlveda con Colo Colo 1042, ahora habitada por otras familias y con mis padres nos volvimos a levantar.
Sé que Dios proveerá para que mis coterráneos se levanten mientras haya un hálito de vida, Dios los guiará para un futuro mejor.
Este terremoto no les quitará las ganas de continuar por un Angol tan hermoso, hecho por mano del creador y adornado por todos los angolinos.
¡Arriba angolinos, somos chilenos aguerridos; Dios y la patria los guiarán!
Raquel Chávez Gutiérrez
Santiago