miércoles, 11 de agosto de 2010

Un Bicentenario Ad Portas ¿Cómo lo celebraremos?

Victoria.- Falta tan solo un mes para que se cumpla la anhelada fecha de celebración del Bicentenario de la República. Para ello el Ejecutivo habrá de desplegar una serie de actividades, las cuales de seguro guardan con mucho celo e igualmente sorprenderán a los millones de chilenos. Cabe consignar que con anterioridad -bajo los gobiernos de la Concertación- se creó una comisión para tales fines. Instancia que mucho hubo de avanzar. No hay que ir muy lejos para reconocerle a tal conglomerado, su gran apuesta para con el mundo de la cultura y las artes. Esa semilla fecundó en las más diversas áreas del mundo de espectáculo. Libre. Gratuito. De amplia convocatoria. Al aire libre.
De ahí que ahora creemos que el gobierno de turno ha de seguir por la misma senda y más aún ampliarla mucho más. Tomando en consideración -esta vez- a todos aquellos artistas y profesionales que por años debieron vivir en el anonimato, ya sea por ser considerados contrarios a la cultura por pensar distinto o no ser de un color político determinado. La fiesta del Bicentenario por tanto es la oportunidad para unir y acercar más a los chilenos.
Es la oportunidad de mirarnos a las caras. Abrazarnos. Superar diferencias. Mostrarle al mundo entero que Chile ya es un país maduro. No solo política y económicamente hablando, sino fraterno y con un norte en común. Mucho nos ha costado llegar hasta esta edad. Desde que nos logramos emancipar a partir de la creación de la Primera Junta Nacional de Gobierno en 1810 hasta el próximo 18 de septiembre de 2010. Sangre. Sudor y fuego.
Trabajo. Embates de la naturaleza de por medio. Enfrentamientos fratricidas. Guerras y batallas. De todo hubo de pasar para lograr cumplir 200 años de independencia. De ahí que es justo y valedero que tal festividad se celebre muy a la chilena “echando la casa por la ventana”. En tanto ¿qué haremos en nuestra querida Victoria en tal dirección? En el recuerdo queda la intención de un departamento municipal por querer buscar nuestra reina del Bicentenario.
Lo anterior a partir de un concurso de belleza y habilidades en las que participarían varias representantes venidas de los más diversos establecimientos educacionales. La idea fue buena, pero no fructificó. De eso no advertimos otra actividad similar. Ni hablar de alguna comisión Bicentenario. Cabe recordar que en este mismo medio el diputado Enrique Estay manifestó su intención de formar parte y encabezar tal intención en Victoria, pero eso tampoco se ha dado. ¿Acaso no existe en Victoria alguien que se interese en catapultar a nuestra ciudad y sumarse a los acotados festejos? Acá no se trata solo de plata. Se trata de voluntad.
De ingenio. Tenemos a los deportistas, pero nadie está disputando una Copa Bicentenario. Tenemos a nuestros queridos adultos mayores que mucho pueden aportar. A las juntas de vecinos. A nuestros propios parlamentarios y por supuesto a nuestros cerebros municipales y edilicios. Pero como es común en Victoria. La apatía. El desgano. La falta de interés. El poco compromiso. La indolencia.
El hedonismo y el poco amor por esta tierra se encargan de atentar en contra de nosotros mismos. Algún sociólogo habrá de aclarar la verdadera idiosincrasia del victoriense común. Al menos por nuestra parte creemos estar tranquilos. Ya que Las Noticias de Victoria ya hizo lo propio al celebrar nuestro primer centenario. Efeméride que fue capaz de sacar a la luz a esta muchas veces desconocida e histórica ciudad de Victoria. Consideramos pues -modestia aparte- que hemos cumplido con sumarnos como medio de comunicación.
Empresa. Sociedad Periodística e Institución en torno a valorar el Bicentenario de la Patria. Y queda entonces al debe el resto de nuestra sociedad para celebrar y reconocer tal emblemática efeméride. Victoria sobretodo que nació por tal sacrificio y entrega por quienes lucharon por alcanzar nuestra anhelada libertad.

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