miércoles, 4 de agosto de 2010

Secuestro de adolescente mantuvo en vilo a Carabineros de Malleco durante varias horas

Renaico.- * Escolar de 16 años desapareció en Renaico y tras varias horas, una misteriosa llamada anunciaba a su madre que se encontraba raptada y exigían dinero para devolverla sana y salva. De lo contrario la matarían, le advirtieron seriamente.
* Conozca la cinematográfica historia de las 12 horas más angustiosas para la policía de la provincia y cómo logró esclarecerse este enigma.
Si usted cree que solamente en las grandes ciudades se organizan equipos de negociación, interceptan y graban llamadas telefónicas y se utilizan agentes encubiertos, ayer quedó claro que no se trata de una fantasía en Malleco, cuando una alerta de secuestro generó un operativo policial pocas veces visto en la provincia.
Todo comenzó a eso de las 19.30 horas del lunes, cuando María Roa Castro, de 68 años de edad, llegó hasta la Tenencia de Carabineros de Renaico para denunciar la desaparición de su nieta de 16, quien ese día salió a tempranas horas desde su vivienda en calle Alejandro Larenas de esa comuna, en dirección a clases en el Liceo Domingo Santa María, donde cursa primero medio.
Con el transcurrir de las horas y al ver que ya estaba anocheciendo y la muchacha no llegaba, la anciana comenzó a preocuparse y decidió contactarse con amigas y compañeras de curso de la menor, quienes le manifestaron que ella no había concurrido a clases, por lo que angustiada decidió dar cuenta de la situación a la policía, más aún considerando que la adolescente se encontraba bajo su cuidado.
Hasta ahí todo parecía un atraso producto de la irresponsabilidad propia de la desorientación adolescente, donde es relativamente común que en ciertos casos, jóvenes de la zona salgan de sus viviendas sin avisar y regresan tarde, muchas veces incitadas por amistades o pololos con la intención de salir a festejar y pasarlo bien, pero esta vez un misterioso llamado telefónico cambiaría radicalmente el tenor de los acontecimientos.
A eso de las 23.30 horas de ese mismo día, llegó hasta la tenencia renaiquina la dueña de casa Carolina Salas Roa, de 38 años de edad, madre de la menor desaparecida, quien explicó con desesperación a los carabineros que minutos antes había recibido un desconcertante llamado telefónico a su celular, donde una voz masculina le anunciaba que mantenía secuestrada a su hija y que conocía a toda la familia, agregando que como prueba de la veracidad del plagio, le informaba sobre la ropa con la que la habían enviado a clases y luego cortó la llamada.
La atribulada madre rediscó el número que su celular acusaba como el de origen del extraño llamado, le rogó al misterioso sujeto que no le hiciera nada a la escolar y le suplicó que le devolvieran a su hija.
La voz al otro lado de la línea le ordenó que se quedara tranquila pero que reuniera dinero, pues algunos minutos más tarde volvería a llamar para dejar en claro sus exigencias económicas, agregando con escalofriante frialdad que si no le entregaban el dinero que solicitaría, simplemente asesinaría a la menor.
Esto motivó a que la aterrada madre acudiera alarmada a Carabineros, activándose un operativo sin igual en la historia policial de la provincia.
GRUPO DE MANEJO DE CRISIS
El mando de la Prefectura de Malleco dispuso el plan de contingencia para este tipo de situaciones con rehenes, organizándose el denominado “grupo de manejo de crisis” que incluyó convocar al comisario de Carabineros de Collipulli, mayor Manuel Cifuentes, quien durante muchos años de su carrera integró el OS-9 de Santiago, departamento dedicado al combate de las organizaciones criminales.
En Renaico era esperado por la totalidad de los oficiales de la Primera Comisaría de Angol, algunos de los que cuentan con cursos de negociación durante situaciones de crisis, a la vez que igualmente se constituyó todo el mando operativo de la prefectura mallequina, agentes de la Sección de Inteligencia Policial de la provincia, el fiscal jefe del Ministerio Público de Angol, Luis Chamorro y efectivos de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP), entre otros funcionarios.
En la Tenencia de Renaico se estableció la base de operaciones para responder a este secuestro y rápidamente, se detectaron los teléfonos celulares de la menor desaparecida y de todo su entorno cercano, por lo que en cosa de minutos, el fiscal Chamorro solicitaba una orden de interceptación telefónica al magistrado de turno en Angol.
En vista de la extrema gravedad de lo que estaba ocurriendo, fue en cosa de minutos que toda comunicación telefónica comenzó a ser minuciosamente captada y analizada por agentes de la SIP, funcionarios que se desplazaban discretamente por las calles renaiquinas vistiendo de civil y mimetizándose en el ambiente de amistades que frecuentaba la escolar.
Durante toda la noche, el equipo de manejo de crisis esperó la ansiada llamada donde se pediría el rescate, pero ésta nunca llegó.
ANGUSTIOSO LLAMADO
Cerca de las 11 de la mañana de ayer, efectivos de la SIP de Angol lograron establecer comunicación con el celular de la estudiante desaparecida y sorprendidos, comprobaron que ella misma les contestaba, agregando con desesperación que la mantenían secuestrada en un lugar desconocido.
Rápidamente, la policía le solicitó todo tipo de datos que permitieran su rápida ubicación o la identificación de sus plagiadores, pero la joven les respondía con insistencia que sus captores actuaban a cara cubierta y la mantenían encerrada en una habitación en la que apenas se divisaba una vivienda amarilla a través de la ventana, pero nada sabía del lugar o la ciudad donde estaba cautiva.
Los carabineros sabían que debían actuar rápido, porque cada minuto que pasaba podría ser fatal para la adolecente secuestrada, por lo que a esa altura, equipos tácticos arribaban a Renaico, preparados ante cualquier escenario, incluyendo un eventual rescate y enfrentamiento armado con los delincuentes, por lo que en las calles de esa tranquila comuna, las sirenas iban y venían con salidas y llegadas rápidas de vehículos policiales, delatando que algo anormalmente grave estaba ocurriendo…
Al interior de la oficina habilitada como unidad de manejo de crisis, todas las conversaciones telefónicas eran grabadas y escuchadas una y otra vez por efectivos de Inteligencia, a la espera de cualquier detalle que arrojara pistas sobre la identidad de los captores.
Minutos más tarde, los policías logran contactarse telefónicamente con el pololo de la joven, un chofer de tractores que labora en una empresa de la zona de Coigüe, identificado como Patricio Esteban Cheuque Cheuque de 30 años, quien dijo no saber absolutamente nada del paradero de su pareja y hasta se mostró sorprendido con la noticia.
Los miembros del grupo de manejo de crisis le solicitaron entrevistarse con urgencia ante la magnitud de lo que estaba ocurriendo, para que entregara toda la información que poseía y que pudiera conducir a hallar a su polola, pero el hombre comenzó a responder con evidentes contradicciones.
Primero declaró encontrarse en Chillán a bordo de un bus, luego ir viajando en una camioneta junto a sus compañeros de trabajo, lo que encendió las alarmas y centró la atención policial sobre su persona.
Cerca de las 12.30 horas de ayer, el trabajador se comunica con los uniformados avisando que se encontraba a la altura de la empresa Iansa de Los Angeles y que a la brevedad se presentaría en la Tenencia de Renaico, pero inexplicablemente, a sólo un par de minutos después de aquella llamada, aparecía tranquilamente caminando por la puerta de ese destacamento policial.
En el acto el sujeto fue interrogado por los carabineros, quienes le hicieron ver la serie de contradicciones en las que cayó mientras dialogaba telefónicamente con ellos entregando su versión de los hechos, en especial el haber demorado apenas un par de minutos en llegar desde Los Angeles a Renaico, lo que era imposible.
CONFESO
El “golpe de gracia” vino cuando uno de los oficiales lo miró a los ojos y le dijo: “Sabemos que durante la noche te comunicaste por teléfono con tu polola”.
Eso bastó para que Cheuque se derrumbara y su semblante cambiara radicalmente. “¿Sabes dónde está ella?” se le preguntó… -"Sí, lo sé, está en un paradero de buses en Angol", responde.
Minutos después, una larga caravana de vehículos policiales –incluyendo uno en que viajaba a bordo el propio pololo- llegaba hasta el paradero ubicado en la esquina de calles Dillman Bullock con Cuevas, en pleno sector de Huequén, en Angol. Allí, delante de los cansados ojos de los policías, que a esa altura llevaban más de 12 horas sin dormir, estaba la menor, sana y salva.
En ese mismo instante, Patricio Cheuque era detenido y esta angustiante historia de incertidumbre y desesperación para una familia de Renaico llegaba felizmente a su fin.
Más tarde se sabría que ambos pololos llevaban dos años de relación, por lo que esta intrincada historia del secuestro habría sido urdida con la probable finalidad de lograr escapar de la vigilancia de la abuela de la adolescente, quien aparentemente, era bastante estricta en la crianza de la menor.
Se cree que la finalidad de todo aquello era que estos enamorados lograran comenzar a convivir en pareja, pero nunca imaginaron las graves consecuencias que traería esta intrincada historia de un secuestro y que terminó movilizando a policías, jueces y fiscales.
El fiscal Luis Chamorro declinó entregar antecedentes sobre las motivaciones certeras que tuvo esta pareja para tramar este secuestro, pero anunció que hoy será controlada la detención del trabajador, cuyo plazo de detención podría ser ampliado mientras se recopilan todos los antecedentes necesarios para que enfrente la justicia a causa de esta grave alarma de secuestro.
POSITIVO ANALISIS
Fuentes cercanas a los hechos dejaron entrever que no se descarta que el imputado pueda ser formalizado por sustracción de menores e inducción al abandono de hogar, ya que las diligencias policiales habían arrojado antecedentes que hacen inferir que es probable que la pareja haya estado junta en todo momento mientras se desarrollaban las exigencias telefónicas de rescate, e incluso que hayan deambulado por la zona de Coigüe, Angol y una comunidad indígena cercana a Collipulli, lugar de residencia del hombre y donde se estima pudo haber pasado la noche con la adolescente.
También resta por investigar si más personas se encuentran involucradas en este falso secuestro y saber quién generó la llamada a la madre de la niña solicitando dinero para el rescate y amenazando con asesinarla.
Allegados a la investigación, precisaron que lo positivo de todo este caso, inédito en los anales policiales angolinos, es que al menos se logró demostrar que existe la capacidad técnica y profesional para enfrentar con rapidez y eficacia una situación de tanta relevancia social como un delito de secuestro, y que Carabineros cuenta con personal calificado en esta misma zona y no exclusivamente en Santiago, como fácilmente se pudiera creer que sucede en Chile.

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