domingo, 1 de agosto de 2010

"Gran momento" para resolver tema marítimo con Bolivia, dice ministro chileno

Santiago.- El ministro chileno de Defensa, Jaime Ravinet, aseguró que actualmente se dan las mejores condiciones para resolver la demanda de Bolivia de un acceso al mar, tras años de un trabajo "que empieza a dar frutos" y por la estabilidad del Gobierno de Evo Morales en el país andino.
"Este es un gran momento para resolver el tema marítimo con Bolivia", afirmó Ravinet en una entrevista que publica hoy el diario chileno La Tercera, en la que precisó que "el trabajo con Bolivia viene desde hace años y está en la etapa de dar frutos".
"Más aún, creo que para Chile cerrar acuerdos con Bolivia es una gran oportunidad, por cuanto el de (Evo) Morales es el gobierno con más estabilidad y apoyo popular que hemos tenido en Bolivia en los últimos 30 años", añadió.
A su juicio, "Morales da una estabilidad en la negociación que muchas veces era motivo de duda respecto de Chile y sus negociaciones con Bolivia".
Bolivia perdió su acceso al mar en una guerra del siglo XIX contra Chile y desde entonces su recuperación ha marcado los vínculos entre ambos países, que no tienen relaciones a nivel de embajadores desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978.
En 2006, los Gobiernos de Michelle Bachelet (2006-2010) y Evo Morales establecieron una agenda de trece puntos para mejorar las relaciones, que por primera vez incluyó el asunto marítimo.
Ravinet, que también fue ministro de Defensa del Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), solicitó en el contexto actual explorar "soluciones factibles y realistas, que puedan satisfacer las aspiraciones bolivianas, pero a la vez cautelar los intereses chilenos".
Preguntado por la idea del ex jefe del Ejército Emilio Cheyre de reflotar el llamado "acuerdo de Charaña", consistente en otorgar a Bolivia un corredor territorial con salida al mar al norte de Arica, en la frontera con Perú, Ravinet se limitó a señalar que se trata de un aporte "que necesariamente tendrá que ser evaluado en su oportunidad".
El acuerdo de Charaña fue establecido en 1975 por los entonces dictadores de Chile, Augusto Pinochet, y de Bolivia, Hugo Bánzer, pero naufragó porque implicaba necesariamente el visto bueno de Perú, de acuerdo con tratados vigentes entre Chile y su vecino del norte.
Según esos tratados, Chile no puede disponer de territorios que antiguamente fueron peruanos sin el consentimiento de Lima.
Para Jaime Ravinet, la resolución de la agenda de trece puntos "tiene que beneficiar a ambas partes" y para Chile, "tener acceso al mercado boliviano, a sus recursos naturales y a su condición de puente con Brasil para estrechar nuestro comercio con ese gigante es una alternativa, una oportunidad enorme".

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