miércoles, 9 de junio de 2010

Crisis en educación municipal devela que Angol se está convirtiendo en una ciudad de “viejos”

Angol.- * Alcalde Enrique Neira desmenuza el déficit económico que enfrenta el sistema y del que esta ciudad aún puede salir airosa adoptando medidas a tiempo.
* De lo contrario, el propio jefe comunal podría ser demandado por los profesores y como consecuencia detenido y sus bienes personales embargados por no pago de salarios y cotizaciones previsionales.
Que la ciudad de Angol atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia, a causa de las altísimas tasas de cesantía, que lo mantienen en los primeros lugares nacionales, no es novedad para nadie, más aún considerando que en vez de crearse empresas, cada mes están cerrando más fuentes de trabajo; por lo que el triste dicho que la capital de Malleco es una “ciudad de jubilados”, parece estar avalado por las cifras.
¿Qué tiene que ver la crisis financiera de la educación municipal con la baja demográfica en la juventud local? Se preguntará el lector.
Pues pasa que hace pocos días, el alcalde Enrique Neira, viajó hasta Santiago para reunirse con el ministro de Educación, Joaquín Lavín, para discutir los graves problemas de financiamiento que atraviesa el sistema público en la capital de Malleco, lo mismo que en otras comunas de la región.
Los jefes comunales le entregaron una serie de propuestas al ministro, con la finalidad de solucionar este problema que se origina en que el monto de las subvenciones que recibe cada alumno municipalizado es absolutamente insuficiente para financiar este sistema educativo en La Araucanía.
Neira explicó que si bien Angol no se encuentra al borde inminente de un desastre económico por el desfinanciamiento educacional, subrayó que “las alarmas están encendidas”, porque en la capital provincial existe un riesgo real de llegar a enfrentar esta emergencia a corto o mediano plazo.
“Hemos bajado considerablemente las matrículas en la educación básica y media, lo que significa que dejaremos de recibir importantes aportes económicos por concepto de subvención que se mide por la asistencia promedio de los alumnos, la que va a ir bajando”, explicó Neira.
Peor aún, el jefe comunal aclaró que si no ingresan recursos a las arcas municipales por concepto de subvenciones, difícilmente podrán cancelarse los gastos del rubro, tales como los salarios para los profesores. “Con la actual subvención que se recibe, de 36 mil pesos por alumno, es totalmente imposible subvencionar el actual sistema”, destaca Enrique Neira.
CADA VEZ MENOS NIÑOS
Pero volviendo al tema demográfico, este problema se descubre al analizar las frías estadísticas que fueron corroboradas por el propio jefe comunal, quien sostiene que hace sólo 10 años, Angol tenía una cifra cercana a los 12 mil estudiantes en los distintos establecimientos municipalizados locales. “Hoy en día, en nuestra ciudad tenemos solamente ocho mil, es decir, hemos perdido cuatro mil alumnos”, agrega.
Esta pérdida de matrícula incide directamente en el déficit para cancelar los sueldos a los docentes angolinos, muchos de los cuales ya son de avanzada edad y han seguido cursos de perfeccionamiento durante toda su carrera profesional, lo que a ojos del sistema –que en materia de dinero no se preocupa de calidad, sino de cifras- representan “mayor gasto” en salarios a causa de su mayor perfeccionamiento.
“Esta situación hace cada día más oneroso el sistema educativo angolino y esta pérdida de matrícula no se condice con la renovación entre los profesores que han ido acogiéndose a jubilación”, acota el jefe comunal.
Si bien para el alcalde Neira –que por muchos años trabajó como docente y a la cabeza del Liceo Comercial y por tanto, conoce en profundidad la realidad local en educación- es evidente que se ha producido una migración de alumnos desde el sistema municipalizado hacia el particular subvencionado y el privado, no obstante esta migración no es demasiado exagerada, sino que más bien, el problema de fondo es que Angol enfrenta una dramática disminución en su tasa de natalidad y muchos de aquellos padres jóvenes no se están quedando a residir en esta ciudad, sino que lisa y llanamente, están trasladándose a otras ciudades del país que les ofrecen mayores oportunidades laborales y de desarrollo tanto personal como familiar, laboral y estudiantil.
Inmediatamente se nos viene a la mente el caso de los médicos jóvenes, quienes una vez egresados suelen permanecer durante algunos años en esta ciudad, pero cuando desean perfeccionarse u obtener alguna especialidad, obligatoriamente deben emigrar y normalmente jamás regresan, salvo contadas excepciones, por lo que el tema del alejamiento de los habitantes locales no es un problema que afecta privativamente al mundo educacional… y ni hablar de las familias que deben emigrar de Angol porque no pueden costear los gastos de alojamiento de sus hijos universitarios y optan por mudarse a las ciudades donde éstos estudian, caso extremadamente normal que enfrenta nuestra ciudad.
“Antes era muy común que en Angol, los establecimientos de educación básica licenciaran tres y hasta cuatro Octavos juntos, hoy en día con mucho esfuerzo licencian dos”, sostiene el alcalde, y su conclusión es simple: “la cantidad de niños que hoy tiene Angol es dramáticamente inferior a la que había 10 años atrás”.
ALCALDES DETENIDOS Y EMBARGADOS
Ahora, consultado sobre las consecuencias de un desfinanciamiento en el sistema educacional local, en el hipotético caso que las subvenciones derechamente lleguen a un punto crítico en la capital de Malleco, cosa que en opinión de Enrique Neira no parece estar muy alejada de la realidad, “llegará un minuto en que derechamente no tendremos dinero para cancelarles su sueldo a los profesores y tampoco sus cotizaciones previsionales y ¿sabe qué más?... la gran preocupación de los alcaldes es que si no cancelamos los sueldos y las cotizaciones de los profesores, nos vamos detenidos”.
Ahora bien, de acuerdo al relato del jefe comunal angolino, eso no sería todo, pues junto con la detención de los alcaldes demandados por no pago de estas obligaciones hacia los docentes, también significa un embargo, pero no de los bienes pertenecientes al municipio, sino de los bienes personales del alcalde acusado. “Uno responde con su patrimonio”, subraya.
Pero no todo es desalentador para el futuro de la educación angolina, pues según el jefe comunal, la capital de Malleco no se encuentra en una situación tan crítica como la de otras comunas, y “aún hay tiempo” de adoptar medidas para solucionar este creciente riesgo de desastre económico.
SOLUCIONES
“Hay municipios cuya deuda los tiene totalmente sobrepasados y lo único que quieren es cerrar la puerta del sistema municipalizado, porque no están en condiciones de seguir solventando la educación”, argumenta.
Hoy por hoy, en cifras entregadas por Enrique Neira, Angol cuenta con cerca de 25 establecimientos educacionales municipalizados, divididos entre básicos, medios, urbanos y rurales.
“Es un tema complicado, porque a los establecimientos particulares subvencionados se les cancela la subvención por matrícula, mientras que a nosotros (municipalizados) nos cancelan por promedio de asistencia; entonces a ellos les da lo mismo que los jóvenes vayan o no vayan a clases y una solución que le propusimos al ministro Lavín, es que a nosotros también se nos pague por matrícula; luego debemos hacer lo mismo que la Junji, que logró que con el 75% de asistencia se les pague un 100% de la subvención, medida que también le propusimos al ministro, y por último, reajustar la subvención escolar, cosa que el Presidente también anunció”, comenta.
El jefe comunal angolino, puntualizó que los alcaldes de La Araucanía extendieron una invitación al ministro Lavín para conocer en terreno los problemas que existen en el ámbito educacional de la región, por lo que es muy probable que próximamente la capital de Malleco eventualmente pudiera recibir a la máxima autoridad de ese ministerio.
ESTADISTICAS
Angol fue fundado por primera vez en 1553 –es decir, en rigor existen más de 450 de historia- y refundado por última un 7 de diciembre de 1862. Se le considera la segunda ciudad en importancia dentro de La Araucanía, después de Temuco.
La capital regional, en tanto, fue fundada mucho tiempo después, recién un 24 de febrero de 1881.
De acuerdo a cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, de acuerdo al censo de 1992, Angol contaba con 46.226 habitantes, mientras que en el de 2002 apenas aumentamos a 48.996.
En cambio Temuco, en exactamente el mismo período registraba 197.236 habitantes en 1992 y la impresionante cifra de 245.347 en 2002.
A mayor abundamiento, en el año 1960, Angol tenía 30.623 habitantes y en esa misma fecha, Temuco ya registraba 103.644.
Y como "broche de oro", hace pocos días, algunos medios de comunicación de esa ciudad informaron sobre casos de familias que decidieron emigrar desde sus respectivas comunas que fueron afectadas por el gran terremoto del pasado 27 de febrero e hicieron uso de los beneficios que dispuso el gobierno para iniciar su nueva vida en la capital de La Araucanía.
A un grupo familiar completo proveniente de Concepción y otro de Talcahuano que decidieron radicarse definitivamente en Temuco, adivine desde dónde provenía el tercer grupo "terremoteado"... sí, adivinó, desde Angol.

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