martes, 17 de mayo de 2011

Chile suspende gases lacrimógenos hasta comprobar daños

Santiago.- El gobierno chileno suspendió el día 17 el uso de gases lacrimógenos utilizado por la policía para dispersar las protestas públicas, hasta conocer un informe sanitario sobre sus efectos en la salud de las personas.
"Parece razonable suspender el uso de esos gases lacrimógenos, hasta que nuevos informes médicos nos permitan disipar cualquier duda sobre la procedencia y el empleo de estos gases", afirmó el ministro chileno del interior, Rodrigo Hinzpeter.
El anuncio se produjo después que la semana pasada carabineros de Chile (policía militarizada) reprimió una manifestación pacífica de 30.000 ciudadanos en Santiago, quines protestaban por la aprobación del megaproyecto hidroeléctrico HidroAysén.
Tras las denuncias ciudadanas, el Séptimo Juzgado de Garantía de la capital estableció que la policía hizo uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes y consideró que las decenas de detenciones realizadas eran ilegales.
Varias organizaciones sociales, como Chile sin Represas, han denunciado un mayor despliegue de fuerzas represivas cuando trabajadores, estudiantes o pobladores salen a exigir sus derechos en la vía pública.
El gobierno enfrentó este tema, que no es nuevo en el país, tras conocerse un estudio del especialista Andrei Tchernitchin, profesor de la Universidad de Chile, quien señaló que el uso de esos gases son un peligro para embarazadas y niños.
Por su parte, la diputada oficialista Karla Rubilar informó que la comisión de Salud de la cámara baja realizará una reunión especial para analizar los efectos que tienen en las personas los gases y bombas lacrimógenas que usan los carabineros en las protestas.
Tchernitchin declaró a una radiodifusora local que las autoridades deben tener conocimiento de los graves problemas que provoca en la salud el uso de bombas lacrimógenas.
El experto señaló que los carabineros cumplen órdenes que vienen desde arriba y usan la información que a ellos les entregan, sin embargo dijo que la entidad competente para determinar el uso de estos gases es el ministerio de Salud.
El gas CS es un agente irritante, cuyo efecto dura 30 minutos, produce lagrimeo, visión borrosa, irritación bucal, cefalea, salivación intensa y dificultad para respirar, e incluso puede producir también sangrado nasal y edema pulmonar, explicó.
El profesor de la Universidad de Chile dijo que uno de los efectos que puede producir el gas es la inducción de abortos o partos prematuros.

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