miércoles, 29 de septiembre de 2010

Chile prepara el esperado 'Día D' del rescate de sus 33 mineros

Mina San José.- Dos socorristas bajarán 700 metros por un hoyo hasta donde se encuentran los 33 hombres atrapados en una mina en Chile y les ayudarán a prepararse a salir a la superficie. Será la primera fase de un complejo rescate que involucra desafíos técnicos, médicos y sicológicos.
Cuando una de las tres perforadoras que actualmente excavan llegue a los 700 metros de profundidad donde se hallan los mineros, se activará un operativo en el que participarán más de un centenar de técnicos, médicos y socorristas.
Se dará inicio así al llamado 'Día D', esperado con ansias por los 33 mineros atrapados y sus familias, y que será seguido en vivo por unos 1.000 periodistas que se esperan en el yacimiento San José, en pleno desierto de Atacama, a unos 800 km de Santiago.
Una vez se dé la orden de iniciar el rescate, "descenderán a la mina un mínimo de dos personas: un rescatista minero y un rescatista médico, para coordinar en ese momento el orden del ascenso de los mineros", según el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Las condiciones físicas y mentales de los trabajadores en ese momento definirán quiénes serán los primeros y los últimos en dejar el encierro, aunque bajo el principio universal de rescatar primero a los hábiles, luego a los débiles y por último a los fuertes.
Esto porque los hábiles pueden ayudar a solucionar cualquier inconveniente y al final los fuertes, que pueden soportar por más tiempo la ansiedad asociada a ese momento.
Para el médico jefe de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Jorge Díaz, "el último que se va siempre es el capitán", lo cual determinaría que Luis Urzúa -jefe de turno de los mineros el día del accidente y que ha sido el líder en las profundidades- saldría último.
Mientras tanto Alberto Iturria, quien dirige el equipo de apoyo psicológico en la mina, dijo a la AFP que para ese día "lo primero es manejar la ansiedad de los familiares, de nosotros, de los rescatistas, con mucho cuidado trataremos de centrarnos en el objetivo central que es el rescate", subrayó.
Los mineros saldrán uno a uno de la mina, presumiblemente con sus ojos vendados izados en una jaula de 4 metros de alto y un diámetro de 53 cm, bautizada Fénix por las autoridades.
La cápsula, especialmente diseñada, está dotada de un sistema de aire y comunicación, y tiene un sistema especial que permitirá al trabajador desprenderse de ella en caso de que ocurra una emergencia.
A cada uno de los mineros se les colocará un aparato de medición corporal, similares a los que usa la NASA en el entrenamiento de sus astronautas.
"El aparato medirá la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria, amplitud ventilatoria, consumo máximo de oxígeno, frecuencia anaeróbica, postura y temperatura corporal", dijo a la AFP Jean Romagnoli, asesor en el entrenamiento físico de los mineros.
Ya en la superficie "va a haber rescatistas mineros, personal paramédico y un profesional médico que va a tomar contacto con el minero rescatado para administrar los primeros cuidados", dice Mañalich.
Los mineros luego serán trasladados a un hospital de campaña que será montado a pocos metros del orificio de salida, donde podrían recibir los primeros tratamientos como suero y antibióticos y pasarán luego a una carpa cercana donde tendrán contacto directo con sus familiares.
Luego cada uno de los trabajadores será trasladado en helicóptero al Hospital de Copiapó, donde se espera que estén internados unos dos días, para evaluaciones médicas más complejas, según las autoridades sanitarias.
Las autoridades prevén problemas físicos por exposición solar, infecciones por gérmenes o estrés postraumático inmediatamente tras su rescate por el extenso período en que permanecieron en penumbras y sometidos a la alta humedad y el calor.
El día del rescate es aún una incógnita. Este miércoles la perforadora más avanzada llegó a 303 metros de profundidad sobre 630 metros totales con tasas de avance que van de los 24 a los 36 metros por día, aunque la máquina debe detenerse regularmente para mantenimiento.
Prudente, el jefe del rescate, André Sougarret, señala que "la fecha del rescate va a estar determinada por el punto de conexión (cuando el hoyo llegue a los mineros) y eso tiene tiempos que todavía no podemos adelantar, por lo que seguimos manteniendo los primeros días de noviembre".

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