sábado, 14 de enero de 2012

Norman Earl Rickenberg Acuña

Victoria.- (Jaime Marín M.) Día de rendimiento de la P.S.U. Requisito previo, para quienes buscan la continuidad de seguir estudios superiores en universidades o similares. Considerando los tiempos que corren, en una sociedad dominada por el “mercantilismo”. En esta decisión, la vocación pierde bastante terreno. Es por eso, que los expertos recomiendan dejar algo de lado las pasiones en los momentos de elegir la o las carreras a seguir. He aquí donde emerge el sentido visionario, no sólo este signo además el solidario de uno de los nuestros. A quienes aunque afectado en su salud, nos reconforta con la posibilidad de verlo caminar, tenerlo junto a su familia y amigos. También a una comercialidad que valoriza su obra. Se ha podido escuchar a expertos en la materia, emitir recomendaciones a quienes desean seguir estudios superiores, evaluar consorciadamente el abánico de posibilidades en oferta. Hay varias muy atractivas… pero su campo ocupacional aparece saturado. Una de las pocas alternativas con limites lejanos: es el área de la medicina, que aparte de por sí, es atractiva, ofrece la garantía de buenos puestos de trabajos y rentas promisorias.-
Una de las razones de esta favorable evaluación: las probadas exceptivas de mayor vida en la población, seguridad, es sinónimo de ancianidad, por ende el sistema salud necesariamente demanda una mayor cobertura de involucrados en su accionar, no solo en lo humano, sino además en lo material.
Es en este segundo concepto, donde aparece en plenitud, un personaje de esos que escapan a sus tiempos. Su visión de futuros los hace proyectarse más allá de lo presente.
Son ahora me referiré a solo una de sus obras: El Hogar de Ancianos, no solo en la gestión pertenece a él. Soy fiel testigo que el bien raíz donde funciona interrumpidamente ha entrenado a la cuarta década responde a su altruísmo solidario brotado de sus propios recursos.
En este largo tiempo se ha servido incondicionalmente a las metas trazadas. Atender a los ancianos, ofrecerles una vejez digna. Debe haber muchos agradecidos, muchos que debamos agradecer.
Para no olvidarlo jamás.

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